Aunque a muchos les duela, la Selección no debe jugar al toque en el Mundial, sino apostar por una estrategia directa.
Objetivo cumplido. Colombia es mundialista de nuevo. Esta vez sufrió más e hizo parte de la eliminatoria más emocionante desde que la CONMEBOL instauró el nuevo formato. Eso sí, aprendió de los errores cometidos contra Paraguay en Barranquilla y, una vez arriba en el marcador, aprovechó lo que le daba el resultado para matar el partido en Lima y clasificar. Salvo la equivocación amateur en el empate de Perú, Colombia marcó uno de sus mejores encuentros tácticos de los últimos 3 años. Los futbolistas se sintieron cómodos con un 4-4-2, mucho más amable con su naturaleza de juego y con la filosofía de fútbol de José Pékerman. Esa debería ser, a partir de ahora, la estrategia principal de la Selección.
La época de Francisco Maturana y Hernán Gómez quedó atrás. Sí, el juego bonito de toque y protagonismo nos dio tres clasificaciones seguidas y una goleada histórica en el Monumental de Buenos Aires. Pero fue también un juego de otro fútbol y de otra selección, que contaba con un mediocampo histórico liderado por Carlos ‘El Pibe’ Valderrama. La defensa, a decir verdad, no era la virtud del equipo, que sufría sin la pelota. Los delanteros eran rápidos, buenos picando a la espalda y especialistas en recibir pases entre líneas, pero débiles en el juego aéreo. En otras palabras, un juego diferente que hoy, con el plantel actual, no sirve.
El grupo que el martes se ganó la clasificación controla menos el balón y no tiene a un jugador mágico como Valderrama. James Rodríguez y Edwin Cardona son diferentes al ‘Pibe’, pues juegan más adelante. Son mediapuntas, casi delanteros, de esos que dan el último pase o rematan ellos solos la jugada. Ahora, aunque no hay un armador natural, la Selección es mucho más sólida en defensa, pues sus zagueros y pivotes defensivos son más organizados que los del 90 y cuentan con mejor físico. Davinson Sánchez y Carlos Sánchez son el ejemplo de esto. Es raro ver a uno de ellos fuera de su posición o perdiendo una disputa por el balón. Además, a diferencia de la delantera de hace 20 años, la actual no cuenta solo con correcaminos, sino con rematadores de área que, como ñapa, pueden pivotear en la media luna sin problema. Radamel Falcao García, Teofilo Gutierrez, Duvan Zapata, Luis Muriel y Carlos Bacca son apenas la cabeza de una larga lista de grandes goleadores colombianos con esas características.
En todo caso, no se trata de guardarse atrás como el Leicester City de hace dos años. Claro, podría funcionar el juego de contraataque, pues entre Yimmi Chará, Juan Cuadrado, José Izquierdo, Santiago Arias y Frank Fabra hay jugadores de sobra por la banda que son especialistas en aprovechar espacios. Sin embargo, dedicarse a defender tan cerca del área es incluso más arriesgado que adelantar las líneas hasta el arco rival. Sí, es necesario hacer un juego directo y contragolpear de a ratos, pero sin precipitarse y basándose en la recuperación rápida en la media cancha, que llega cuando hay un buen 4-4-2 en defensa, con dos pivotes como Sánchez y Abel Aguilar, y con los extremos apoyando a los laterales. Con eso es posible llegar rápido al último tercio, con una transición veloz sin tanto tiqui-taca, y buscar el espacio (por la banda o por el centro) para que un delantero remate la jugada.
De aquí al Mundial hay nueve meses y cerca de 50 jugadores colombianos que pueden aspirar a la convocatoria de los 23. La mayoría puede funcionar con naturalidad en este sistema, mientras que muy pocos tienen las características para jugar al toque. Esta es una generación dorada para el fútbol colombiano, lo mejor es explotarla de acuerdo con sus capacidades. Ojalá que, de aquí a Rusia, el cuerpo técnico trabaje en las modificaciones a la estrategia, pues, aunque es una selección clasificada, ahora la vara es más alta: hacer un buen mundial, tan bueno al menos como el de 2014.
Es desafortunado no contar con arqueros de jerarquia, quedo plasmado que el señor David Ospina es completamente inmaduro para afrontar jugadas de riesgo y lo macabro del asunto es que no hay más.
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De acuerdo, no hay muchos arqueros colombianos en el momento. Sin embargo, eso no significa que Ospina sea un desastre… Estamos en el mundial por él.
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la seleccion de futbol clsificada a rusia,desde ya debe empezar a planificar su sistema de juego, ademas de eso foguearse con selecciones de peso ,no con equipos de vereda.como enotros tiempos.
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De acuerdo, es necesario trabajar duro durante estos 9 meses.
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Recuerden: publico todos los comentarios que no ofendan a ninguna persona y que estén escritos correctamente (esto incluye el correcto manejo de mayúsuclas y minúsculas. El debate se construye con ideas sobre el tema bien escritas.
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El asunto para mi, no son los sistemas, es el cerebro de los jugadores, contra Paraguay llego Fabra y la quiso meter entre el palo y el arquero y por ahí no pasa, con dos compañeros entrando por el centro, igual Arias con el arquero, Cardona con su chorrito de baba y el remate de Chara se encontró con el botín del arquero, luego nuestro casi infalible Ospina, la caga dos veces.
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Aunque creo que toca hablar con cada jugador sobre sus errores personales, no creo que sea algo sistemático. Además, casi todo esos errores individuales vienen de las ansias, consecuencia de un partido enredado. Eso se soluciona ayudando al jugador con un sistema más amable para él.
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Como juega actualmente la selección no creo que vaya mas allá de la primera ronda.
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De acuerdo. Salvo alguna sorpresa, este nivel no da para jugar octavos.
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La chusma abunda, es mayoría. ¿A qué le temen los que gobiernan? A las hordas enardecidas. Para amansar al populacho, nada mejor que el fútbol, la cerveza, las novelas y el WhatsApp. El orden público se verá seriamente amenazado el día que estos millares de estultos despierten del letargo y empiecen a utilizar por primera vez el cerebro.
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Gracias por comentar. Claro que tiene razón, el fútbol no es nada más que un espectáculo mundano. Pero también lo es la música, el arte y el teatro. Todos ellos son una expresión de la esencia humana, que no busca únicamente sobrevivir, sino vivir. Hay asuntos mucho más importantes, y nuestro cerebro debe tenerlos en cuenta, pero no por eso debemos abandonar esas bellas, pequeñas y mundanas cosas que nos hacen quiénes somos. Espero que, si sostiene esa teoría, también lo haga en contra de todo lo que acabo de mencionar y fundamente sus objetivos en una sociedad que solo se enfoque en la medicina, el derecho, las ciencias y la buena política. Ahora, tenga en cuenta que todas ellas nacen del ingenio humano que necesita expresarse en todas las direcciones para ser efectivo y que, en sí mismo, es lo que usted ataca en ese comentario. No todos los seres humanos estamos hechos para llevar nuestro ingenio solo hacia esos sectores, así que lo más efectivo que podemos hacer es apoyar en lo que podemos y aportar lo que sabemos. No es ignorancia hablar de arte, de deporte, de literatura y de música, es disfrutar de pequeñas cosas y vivir.
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Estoy de acuerdo que hay que ajustar las tuercas, pero es a todo nivel. Es necesario que la federación Colombiana de fútbol no le imponga jugadores al profe Pékerman y que piensen en el bien de la selección, de los jugadores y de los hinchas. No solo en sus bolsillos mostrando a 2 o 3 jugadores que no serían seleccionados en condiciones normales. Para nadie es un secreto que estas cosas siempre pasan.
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Pues, no sé que tan real sea eso que usted dice. Si algo caracteriza el proceso de Pékerman es de eliminar la famosa rosca y de cortar la conexión entre equipo y exterior. Desde que llegó el argentino, existe una mayor distancia entre los jugadores y la prensa, la federación y otros personajes que podrían distraer sin necesidad. No creo que un hombre como él se deje manipular la lista, él no es como otros del pasado.
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