El oro de Colombia en fútbol Sub-21 era crucial

Tras un 2017 nefasto para Colombia en esta categoría, la victoria en los Centroamericanos y del Caribe 2018 permite recuperar terreno.

En Barranquilla está la fiesta. Colombia Sub-21 ganó 2-1 a Venezuela Sub-21 en una final sufrida y se colgó el oro de fútbol masculino en los Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018. Más allá de la alegría que genera un título en casa y de lo bien remodelado que quedó el Romelio Martínez, tranquiliza bastante ver que la Selección juvenil es capaz de derrotar en un partido crucial a la actual subcampeona mundial de esta categoría.

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Veníamos de un bache. Tras organizar el Mundial Sub-20 en 2011 y jugar las ediciones 2013 y 2015, Colombia hizo un mal torneo Sudamericano Sub-20 2017 y no clasificó a la edición de ese año. El retroceso en el proyecto era un hecho y  el entrenador Carlos Restrepo fue apartado de la Selección. Los futbolistas tienen una, máximo dos opciones de jugar el Mundial Sub-20, por lo que no ir a Corea del Sur 2017 significaba perder la oportunidad de probar una generación en lo más alto.

Tener una buena juvenil no garantiza el éxito de la mayor, pero sí lo hace más fácil. No es coincidencia que la mejor Selección Colombia de la historia, esa que llegó a cuartos de final en Brasil 2014, haya sido contemporánea a los tres procesos exitosos de la juvenil y heredera de la generación que quedó tercera en el Mundial Sub-20 2005.

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Varios futbolistas de la absoluta llevan muchos años juntos jugando en esas categorías y eso hace la diferencia en una Selección que tan pocos días tiene para generar química entre futbolistas. Cristian Zapata, Camilo Zuñiga, Radamel Falcao, Abel Aguilar y David Ospina estuvieron en 2005. Santiago Arias, Luis Muriel, James Rodríguez y Duván Zapata hicieron vibrar El Campín en 2011. Juan Fernando Quintero, Sebastián Pérez y Miguel Borja jugaron en 2013. Finalmente, Davinson Sánchez manejó la defensa de Colombia en 2015.

Esto no significa que Kevin Mier, Juan Palma, Larry Vásquez, Luis Sandobal, José Enamorado, Julián Quiñones, entre otros, merezcan jugar en la Selección Colombia mayor, pero el oro que consiguieron y contra quién ganaron la final muestra que hay esperanzas de cara al Sudamericano Sub-20 2019 y, ojalá, el Mundial Sub-20 2019. El equipo juega algo, es ofensivo, tiene llegada y gusta. No es perfecto, pero sabe luchar a contra corriente y tiene mentalidad luchadora. Con esas características y trabajo disciplinado, todo es posible.

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Varios jugadores, por edad, ya no estarán, pero si Arturo Reyes logró que un grupo de futbolistas que nunca habían jugado juntos gane un torneo así, puede ajustar tuercas y dar la pelea. Si se desperdician varios procesos, luego la Selección Colombia absoluta sufrirá por falta de renovación. Este grupo de jugadores no estará para siempre y es importante tener jóvenes frescos para hacer el relevo. Si queremos crecer como país futbolero, es necesario tener juveniles competitivos.

FOTO: larazón.co