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Con tarde soleada, con mucho viento y en un festejo en el que actuaron los matadores colombianos Paco Perlaza, José Gómez "Dinastía" y Guerrita Chico, frente a cerca de diez mil espectadores, se lidió una corrida de la ganadería de Salento, con la que se dio inicio a la Feria taurina de la capital del departamento del Valle.

Los toros anunciados de la dehesa de Salento, de propiedad de las familias González Caicedo, González Rincón, fueron de buena presentación pero de desigual desempeño durante sus lidias. Excluyendo el quinto que por sus características fue indultado.

Dinastía
El cabeza de cartel, José Gómez "Dinastía", en su primer ejemplar no lució con el percal y en la muleta mostró voluntad y veteranía que no fue suficiente para sacarle partido al de Salento. Mató de pinchazo y estocada. Al final silencio al torero y pitos al toro en el arrastre. Al segundo lo saludo de forma breve con la muleta, frente a un ejemplar complicado estuvo bien. Mató de estocada y varios descabellos. Su labor fue silenciada.

Paco Perlaza

El vallecaucano lució con un capote manejado con donosura y arte antes y después de la suerte de varas. En la muleta frente a un toro rajadito construyo una faena de mucho merito. Mató de estocada, lo que le valió el corte de la primera oreja del festejo y de la feria. En su segundo las cosas fueron cada vez mejores, brindó la muerte del pupilo de Salento a la señora Aída de Estela, a quien le manifestó: "Le brindo la lidia y muerte de este toro porque usted para mi ha sido como una madre en mi carrera taurina y para la escuela ha sido como una mamá, por eso la Escuela Taurina ha dado muy buenos toreros. Gracias a Dios nos la tiene aquí porque personas como usted es lo que necesitamos".

Luego frente a la cara de su enemigo inició su faena de muleta en el estribo, lo que hizo vibrar a los tendidos y ponerlos en comunión con una cátedra de bien torear. La faena fue larga en tiempo, pero corta para disfrutar del arte y la variedad dejadas por el colombiano en ruedo de cañaveralejo. Luego de varios minutos, que mas parecían horas, de deleite, Paco tomó la espada para entrar a matar al ejemplar, el publico al unísono solicita al palco alto y al mismo diestro que no se mate al toro, lo que es atendido por el presidente del festejo sin vacilaciones sacando el pañuelo amarillo que perdonó la muerte al buen toro de Salento.

Guerrita Chico

Completó el cartel otro vallecaucano, Guerrita Chico, quien en su primero lanceó de forma aceptable, ya en la muleta ejecutó una faena con mucho merito frente a las condiciones del aire que molesto, sin que esto afectara los deseos del colombiano. Mató de estocada y varios descabellos. Al final palmas para toro y torero.

Con la penumbra de la tarde, en su segundo se notó desconfiado frente a las condiciones del astado que envestía de forma incierta. En la pañosa tuvo voluntad, deseos e incluso mucho valor, etiquetas que no ayudaron para redondear la faena. Mató de varios pinchazos, llegando incluso a escuchar un aviso.

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