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Su protagonista, Karent Hinestroza, cuenta cómo ha vivido de cerca la violencia que azota a la región del Pacífico y cómo el arte es su voz
Por Karent Elisa Hinestroza Ruiz, actriz, especial para Color de Colombia
La razón más importante para hacer CHOCÓ la entendí dos meses antes de viajar a Tadó, la zona donde se filmarían la mayoría de las escenas de la película.
En Timbiquí, Cauca, el pueblo donde nací y la comunidad a la cual pertenezco, al igual que en muchos lugares del Pacífico y en Colombia, sus habitantes conviven con el conflicto armado y son victimizados continuamente por parte de sus grupos.
El 29 de noviembre del 2010, estando en Cali, recibí una llamada de mi papá desde Timbiquí. Me contó que en la noche anterior había ocurrido un enfrentamiento entre los actores armados que hacen presencia en el pueblo, cerca de mi casa.
Decía mi papá que al observar como perforaban nuestra casa a tiros, a las doce de la noche le dijo a mi hermana, a mis primas y a mi mamá que se acostaran a dormir; él esperaba que la casa estallara por los artefactos explosivos que ya habían detonado en casas vecinas.
Pocos minutos después de hablar con mi papá, me llamó mi mamá y me narró cómo un policía se estaba muriendo tocándole la puerta de mi casa en busca de ayuda por una dinamita que daño la mitad de su cuerpo, cómo se desangraba y ella con el dolor de no poder ayudar a este ser humano. Si le abría la puerta mi familia y ella morían.
Estas constantes amenazas de muerte que viven mi familia y mis paisanos, convierten al municipio en uno de los principales escenarios de guerra actualmente en el país.
Luego, preocupada por esta situación de violencia, me reuní en Cali con un grupo de jóvenes, amigos, también timbiquireños y movidos por la indignación y el amor a lo nuestro, pensamos en algunas estrategias que contribuyeran a evitar el desplazamiento en nuestro pueblo.
También que nos mantuvieran firmes como comunidad en nuestra identidad cultural, que se sigue viendo afectada por el conflicto armado.
El 8 de diciembre del 2010 decidimos, como primera acción, realizar una marcha el día 30 del mismo mes en Timbiquí, con el propósito de reivindicar nuestro territorio ancestral como escenario de libertad, dignidad y autonomía.
Para ello convocamos a toda la comunidad del Pacífico, enfocándonos en la costa caucana.Esta convocatoria se llevó a cabo a través de varios medios de comunicación, entre ellos Telepacífico.
Mi viaje a Timbiquí lo programé después del 24 de diciembre para poder pasar la noche de navidad con mi familia, que en esa fecha estaba en Cali, justo el día en que dispuse mi salida de la ciudad.
Jhonny Hendrix, el director de CHOCÓ, programó la prueba de cámara y de lentes con los que se filmaría la película, y esto me impidió llegar a Timbiquí con antelación para el día de la marcha.
Por fortuna, mis paisanos y amigos, con quienes había organizado la movilización, ya estaban en el pueblo pasando el voz a voz de que marcharíamos.
Para el 29 de diciembre sólo faltaba repartir el comunicado, y decidimos que lo entregaríamos sólo horas antes de la marcha.
Ese mismo día en la noche, estando con mi familia en el evento del Día del Pacífico que se celebra en Cali, me llamó una amiga-paisana, quien estaba en Timbiquí coordinando la marcha, y me dijo que hacía poco habían llegado a su casa unos hombres que pertenecían a uno de los grupos armados que aún hoy atacan el pueblo, y que la amenazaron con sus armas, ordenándole que cancelara la marcha.
Le hicieron quemar los comunicados que repartiríamos a la comunidad, le dijeron que se fuera del pueblo, impidiéndole así poder pasar el 31 de diciembre con su mamá y hermanos que viven en Timbiquí.
Por este hecho, debimos cancelar la movilización, y aun así, hubo una congregación de algunos habitantes del municipio en la cancha principal el día previsto de la marcha. Protestaron por lo ocurrido.
Entendí que el único medio que he tenido y tengo para pronunciarme en contra de la violencia es el arte, y CHOCÓ, la película y la mujer que interpretaría en ella, era más que un personaje protagónico para mí como actriz.
Era la forma de hacer denuncia con libertad en ese momento, era un personaje que me prestaría su voz para hacerla propia y expresar por medio de su situación lo que yo me vi obligada a callar.
La principal razón en la actualidad del conflicto armado en el pacífico colombiano, en este caso Timbiquí y Tadó, es la explotación ilegal del oro, que día a día causa muertes y desplazamientos forzosos de comunidades enteras.
Como consecuencia de este tipo de desplazamiento podemos ver hogares como el de Chocó y Everlides, su esposo, en la película CHOCÓ; familias empobrecidas por el conflicto armado, que viven en hacinamiento, hombres desempleados que refugian su dolor en el alcohol, incapaces de mostrarse vulnerables frente a su situación, descargan su frustración agrediendo física y verbalmente a sus parejas.
Mujeres como Chocó que llevan a cuesta la responsabilidad del hogar y deben cargar con el peso de una pareja que las maltrata, y sin embargo, se levantan todos los días a ponerse por encima de las dificultades para salir adelante y proporcionarles una vida digna a sus hijos, con la esperanza de que el futuro para ellos será diferente.
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