Ingresa o regístrate acá para seguir este blog.
La Corporación Leer y Escribir busca motivar la lectura y para eso requiere una alianza de voluntades y apoyo. Entrevista del director de El Pregonero del Darién al líder del proyecto.
Willinton Albornoz .jpg
Por Wilmar Jaramillo Velásquez, director de El Pregonero del Darién
Urabá y Colombia viven una crisis en materia de lectura. Cada vez las personas se apartan más del texto escrito, lo que ha motivado en Urabá la conformación de la Corporación Leer y Escribir, que está a cargo de Willinton Albornoz Quejada.
Willinton es gestor cultural, estudiante de administración Pública Territorial en la ESAP, siete años vinculado con la Biblioteca Pública Municipal Federico García Lorca de Apartadó, como promotor de lectura, quien nos explica algunos puntos de vista sobre el tema.
¿Qué es la Corporación Leer y Escribir?
La Corporación Leer y Escribir inicialmente es un sueño, un sueño de un grupo de gestores culturales y promotores de lectura de Urabá que decidimos organizarnos para desde un marco legal como tal poder empezar a proyectar nuestro sueño.
Pensamos que no solo por los bajos índices de lectura que hay en Urabá, se debe hacer promoción de lectura; sino porque la lectura es una habilidad social y cultural que le permite a los seres humanos participar del entorno donde viven, que le permite comunicarse a las personas.
Willinton Albornoz y Wilmar Jaramillo.jpg
¿Cómo avanza la propuesta?
En estos momentos estamos trabajando el tema de la información cultural, desarrollando el programa agenda cultural de Apartadó, que está saliendo en Apartadó Estéreo los viernes a las 7:50 am.
Se trata de un microprograma donde damos a conocer todos los eventos y actividades culturales que se programan en Apartadó y que tienen como objetivo la comunidad en general. 
Ustedes se han enfrascado en un tema complejo que es promover la lectura en una región y un país donde cada vez se lee menos. ¿Qué balance tienen?
El balance es un poco desalentador porque por un lado lo que intentamos con la Corporación es encontrar otros apoyos que nos permitan promover la lectura, tanto en Apartadó como en Urabá y desarrollar procesos desde acá que le permitan a la gente acceder al código escrito, que es donde está la memoria de todo lo que el hombre ha hecho hasta ahora.
Willinton Albornoz .jpg
Nos hemos encontrado con dificultades porque hay pocos apoyos para estos procesos y además de no haber apoyo, no hay interés en desarrollar acciones que le permitan a la gente pensar, que le permita ver más allá de la Serranía del Abibe, leer su entorno, porque la lectura del texto es la lectura del mundo, porque uno primero lee su entorno y luego puede leer libros.
Además, estamos transcendiendo con este proyecto que implicaría hacer una agenda cultural, no solamente radial sino impresa y así mismo tener un sitio en internet donde la gente pueda consultar en otros lugares, que puedan observar cuál es la oferta cultural que hay y cómo pueden ubicarse para buscar lugares de esparcimiento, para encontrar actividades de ocio o simplemente para conectarse con la cultura de Urabá.
¿A qué atribuye que se lea tan poco en Colombia?
Este tema es complejo porque si uno va a la génesis del problema, escuelas pobremente lectoras dan ciudadanos pobremente lectores.
Pero el problema no es solo de la escuela sino que a una sociedad pobremente lectora no le puede ayudar la escuela en la tarea de formar lectores y si las instituciones o los contenedores culturales independientes como bibliotecas, casas de la cultura y otros actores de las culturas locales tampoco le apuestan a los proyectos y procesos de promoción de la lectura, entonces nos da como resultado la sociedad que tenemos.
Por eso nosotros tomamos la decisión desde lo que podría parecer privado, pero la Corporación es básicamente una unión de voluntades, que se suma a los esfuerzos que hacen las bibliotecas y en especial la de Apartadó, por la lectura.
Nosotros tenemos alguna experiencia nacional, podemos aportar desde unas ideas distintas a las que tiene por ejemplo la biblioteca que promueva la lectura más hacia dentro que hacia fuera.
Nosotros pensamos hacerlo desde afuera y aliándonos con instituciones que ya lo vienen haciendo, proyectar más los procesos de lectura en el municipio más ahora con la entrada de lo virtual.
¿A qué se debe que Europa tenga l nivel de lectura tan alto y nosotros sigamos rezagados?
El asunto es que no nos podemos decir mentiras porque a partir del invento de la imprenta tendemos a creer que se democratizó la lectura, pero si miramos la realidad desde países como Colombia no todos tenemos acceso; el plan de lecturas y bibliotecas apenas hasta el año 2010 empezó a cubrir el 90% de las bibliotecas públicas del país.
Si ese plan ha sido concebido en el país para cubrir regiones a donde no había llegado y si es un plan que intensificó sus actividades en los últimos 10 años, quiere decir que antes de eso no había mucho acceso a libros gratuitos en las bibliotecas.
Otro asunto es que si nos tratamos de nivelar con Europa y eso un poco lo muestra la prueba que hace la OCDE. Muestra que en la escuela está la clave porque antes de acceder a espacios como bibliotecas públicas y a otros registros de lectura en la escuela es donde formamos el hábito de lector, pero en Colombia se cuenta con escuelas que no tienen un sistema de adquisición de materiales de lectura.
Entonces,  como no hay un sistema de selección y de compra de materiales de lectura efectiva, en las instituciones compran libros que nadie va a leer.
Por otro lado, está el hecho de que los docentes no han sido formados para ser mediadores en procesos de lectura, ni para ser promotores de lectura como nosotros, que lo tenemos como profesión, sino para hacer una labor de mediación que mientras dotan de competencias a los estudiantes de matemáticas, los enseñen también a leer documentos que tengan que ver con la matemática, pero que fortalezcan sus habilidades comunicativas.
¿A qué se atribuye que el gobierno no tenga unas políticas claras para hacer más accesibles los libros a los ciudadanos?
El mercado editorial y toda la cadena de libros tienen una falla y es que tenemos una ley de libro en Colombia, pero esa ley no ha permitido por un lado que más gente pueda comprar libros porque la mayoría de las editoriales que producen libros de calidad no están en Colombia.
Aunque hay un creciente mercado del  libro en el país y hay editoriales que están trabajando acá, el asunto es qué tan necesaria es la lectura para la gente en Colombia, qué tanto se consumen libros porque cuantos más libros se consuman, más van a bajar los precios.
Yo recientemente trabajé en dos proyectos nacionales, uno con el Ministerio de Educación Nacional, que se llama Mil Maneras de leer y me correspondió visitar las bibliotecas públicas en Urabá y tratar de que los docentes se conectaran con esas bibliotecas para empezar a desarrollar acciones de lectura y formar lectores en las instituciones educativas.
Nos encontramos con que los docentes no conocen las bibliotecas, es decir, no conocen los libros de calidad que ha comprado el Estado desde el municipio para satisfacer la necesidad de los lectores y por consiguiente uno va a las instituciones educativas y tampoco hay buenos libros.
Fotografías: reportero gráfico Julián Montoya,  de El Pregonero  del Darién

Compartir post