Qué reinado ni qué ocho cuartos!

El Concurso Nacional de Belleza era hasta hace algunos años la versión criolla del Super Bowl. Paralizaba los hogares, y era el día más cívico de todos los 500 mil días cívicos que tenemos en Colombia.

Sin embargo, perdónenme pero discúlpenme, qué rayos fue ese adefesio de espectáculo del pasado  lunes festivo?

Más fue la carrera y el afán de llegar rápido a mi casa luego de mi viaje para ver ‘La velada de Elección y Coronación de la Srta. Colombia’, con la misma ilusión que lo hacía desde niña que lo que sucedió.

No sé cómo a algunos organizadores se les caen las calzas diciendo que fue un espectáculo (en sus mentes) tan fascinante como el circo del sol… Perdón?

Yo vivo en otra galaxia entonces, porque este reinado mató toda, absolutamente TODA! la inocencia de un pueblo como Colombia que vamos y vengamos: ama a sus reinitas!.

Con nostalgia recuerdo cuando era peque y me metía a la cama de mis papas con papel y lápiz en mano para anotar los puntajes, para ver las reinas que SI transmitían ese glamour perdido hoy; los vestidos ‘sin gracia alguna’ eran 3 de 25.

Este año las estadísticas aumentaron a 24 de 25; el de Valle, diseñado por Andrés Otálora, se salvó en mi ranking. Por lo menos tenía la dosis perfecta de reina: sin rayar en loberías, ni perdido en la simpleza.

Cuando la vi sin ser mi favorita me confortó después de tanto modelito extraño.

Qué tristeza! Doña Tera, que en paz descanse, debe haberse indigestado allá en el cielo al ver en lo que volvieron su trofeo más preciado.

Este fue el reinado de la ‘wazampirada’, toda una oda al mal gusto, un derroche de pereza creativa y sobre todo, la glorificación de la mediocridad. Yo no sé si esta fue una versión de ‘publicidad a la inversa’.

Digo, como ahora andan las bebidas gaseosas sacando cualquier comercial de neuro-stupid-marketing para repuntar en ventas…

El reinado, ni fu ni fa, no se salvó ni en formato, ni en reinas, ni en presentaciones, ni en escenario. Las malas u honestas lenguas afirman que azarados estaban los organizadores por falta de patrocinio y la baja atención de los medios.

Pero para mí fue un descache de estilo en todos los sentidos. Lo presentí desde el desfile en traje de fantasía.

Los trajes de fantasía estuvieron ‘forzosos de ver’ y la reina fue Márbelle con sus 500 de charosky y 700 de maquillaje. Punto.

Vamos a la Noche de coronación, perdón ‘la velada’ no, hasta se me encalambran los dedos tecleando eso. Los trajes de gala: muy ‘galas’, peores que los de fantasía, sin lugar a dudas ya hoy tenemos claro que fueron prestados por la producción de #CasaDeReinas, y entendimos que no fue reinado sino el primer capítulo de lanzamiento de la nueva miniserie.

Puro traje re-make (mal hecho) de los 90’s; carencia de diseño, baja investigación de tendencias, y sobre todo un desbordante mal manejo de la estética del glamour, mis ojos sangraron.

Por un momento solo esperaba a que Andrea Serna dijera: »Bueno amigos, ya saben! envía un mensaje de texto con el departamento de tu favorita seguido de la palabra REINA O VIRREINA al 6565, ya saben 6565, no lo olviden». Aquí me encalambraba ya de la pereza.

No sabía a cuantos comerciales más de jabones vaginales o de esmalte verde Jolie de VOGUE (que de hecho acaba de ser adquirida por L’Oréal París) estaba para llegar al momento de la esperanza mundial: ls preguntas.

Y ni así…Necesitábamos a Antanas  Mockus para que nos tradujera sus intergalácticas respuestas al castellano, al español terrícola chibchombiano!

Unas niñas, no todas; se veían photo-shopiadas con generosidad, llenas de incomodidad, con el morado de la tina de hielo o la lipo sin sanar; otra con labios rellenos como ‘rellena’, otras no sabían si atender los 17 cms de tacón, la cola de 30 mts.

O la pluma mal puesta o la rajadura de estriptisera en esos trajes; algunos confeccionados en cartón, otros en papel celofán, otro en piel de gallinazo y uno en latex color rosado-empaque-bombombun de fresa… Mejor dicho, hasta Franco de Vita parecía lleno sus 100 de Botox. 

Y Ud. puede hacerse las 500 cirugías plásticas de la vida (porque hasta Dios dijo ayúdate hijo mío que yo te ayudaré), pero cuando se ve a leguas que Ud es más hecha en el quirófano  que en la cama… rePailas! No hay San Money que valga.  El chiste es que no se note.  

En fin… las reinas más posudas de la historia, los bailaditos ‘disfrazados’ de tradición, mucha pose anómala, poca espontáneidad y por eso les ganó Valle, muchos bravos que por su cara, que no sé qué, pero por fuentes fidedignas la Srta. Valle supo conquistar con su naturalidad.

Tuve dos o tres favoritas en la mira, pero reina es reina y la que no, que aplauda! No había mucho de dónde escoger, porque así fueran bonitas, no transmitían el perfil de ‘reina’ y con esos vestidos MENOS!. Aquí punto para Carmen de Bolívar.

Todo un espectáculo caricaturesco nunca antes visto en la historia de la televisión colombiana. Para mí, este fue el reinado de los mismísimos Maya!  Antes el reinado era algo del otro mundo; que entretenía a la familia entera.

Lo que quedó claro fue que la era Turbay, Betancourt o Gómez se acabó! Y recuerden que el #Reinado2013 probablemente será vía 6565.

Hasta la próxima,

Pepa María.

En Twitter: @PepaMariaBlog

Facebook.com/PepaMariaBlog