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El representante estudiantil hace un llamado a los actores involucrados para fortalecerlo y erradicar las malas prácticas.

César Cabezas 1Por César Cabezas, representante estudiantil nacional ante el Fondo de Comunidades Negras del Icetex*

La administración del Fondo Educativo de las Comunidades Negras por parte del ICETEX ha sido vergonzosa. Limita el acceso y avance de la población negra a la educación superior.

Los estudiantes afrocolombianos llevan más de 7 años exigiendo una mejor administración y uso de los recursos destinados por el Estado colombiano para el acceso, permanencia y graduación de esta población en la educación superior.

Estas exigencias han contado con poco oído por parte de este ente estatal que no entiende, menos comprende la naturaleza y espíritu de esta reglamentación estatal en favor de las comunidades negras, como mecanismo de reivindicación y reparación para subsanar brechas y rezagos históricos en materia de educación superior.

Ante lo anteriormente mencionado, se ha empeñado en reforzar su carácter de entidad financiera y crediticia, mal interpretando el origen y vocación del fondo especial para comunidades negras, que busca asignar periódicamente una serie de becas para los estudiantes afrocolombianos de todo el país.

Lo que la legislación destina como una beca, el ICETEX lo convirtió en un crédito, en contra vía del artículo 40 de la ley 70/1993, que dice: “El Gobierno destinará las partidas presupuestales para garantizar mayores oportunidades de acceso a la educación superior a los miembros de las comunidades negras”.

El fondo especial de becas para las comunidades negras nace como una reivindicación propia del proceso histórico y reivindicativo de las comunidades negras. Esto ha provocado un sin número de protestas pacíficas por parte de los estudiantes beneficiarios en todo el país que buscan acabar con la corrupción imperante y rampante, los malos procesos administrativos y darle un enfoque y pertinencia a la beca, que sea útil para las necesidades de la comunidad negra en materia de acceso a la educación superior.

Pese a las constantes manifestaciones estudiantiles exigiendo un mayor presupuesto estatal para atender la demanda, un manejo idóneo y adecuado por parte del ICETEX de estos recursos, los avances son pocos.

Para la convocatoria 2017-2 se presentaron a nivel nacional 13.870 personas para solo 1.300 cupos, con una reducción sustantiva de casi el 50% respecto al año anterior.

Una de las conquistas de estas manifestaciones ha sido mayor distribución de las becas a lo largo y ancho del territorio nacional con un objetivo claro para su democratización.

Esto ha marcado un aumento significativo en la demanda pasando de promediar 3.000 mil personas antes del año 2010, a más de 15.000 mil en los últimos 7 años, convirtiéndolo en el fondo con mayor demanda en el ICETEX.

En este entramado nos encontramos con múltiples actores y distintas dificultades para el goce pleno del derecho adquirido.

Los estudiantes. Deben cumplir con un trabajo social en favor de sus comunidades. La gran mayoría de ellos no cumple con tal determinación; es común que se note la falta de empoderamiento de los estudiantes.

Organizaciones de base afrocolombianas. Un malestar evidente es que algunas utilizan el fondo de comunidades negras como un asunto de caja menor por medio de la venta de certificaciones de avales, no promueven un trabajo real en la comunidad, efectúan cobros muchas veces descarados y exagerados a los beneficiarios; en sintonía, los representantes legales o presidentes de estas muchas veces dejan de lado el cobro económico por algún “favor” o cobro carnal. Todo esto constituye una mala práctica del fondo.

ICETEX. Es la matriz de los grandes problemas e irregularidades, una beca que pasó a ser crédito educativo. Pagos atrasados, que obliga a muchos estudiantes a retirarse de las universidades, giros fantasmas, nunca se han hecho y los estudiantes se quedan esperando hasta que desertan. Este es el inicio de toda una política de desestimular la permanencia de los estudiantes afrocolombianos en la educación superior.

* Estudiante de Licenciatura en Ciencias Sociales y Licenciatura en Historia, Universidad del Valle.

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