Ninguno de los proyectos de
impulso tecnológico del gobierno nacional tuvo éxito este año. La razón es
simple y categórica: no existe un esquema adecuado para la apropiación y el
desarrollo tecnológico.
llamadas políticas «públicas»: de conectividad, gobierno en línea,
comunicaciones, ciencia y tecnología, telecomunicaciones, información y
tecnología, TIC.
detallados, copiosos códigos colmados
de para-grafos, incisos, numerales, literales. Si se contara por
palabras, la producción nacional sería, sin duda, una de las más nutridas del
planeta. No en vano aquí reina el santanderismo, abundante en discursos
ambiguos que esconden, detrás de su palabrería altisonante, aviesas intenciones.
equívoco manejo de la Planilla Integrada de Liquidación de Aportes PILA en la crítica situación financiera
del sector de la llamada «protección social».
y el manejo de los recursos no tienen controles adecuados y no hay claridad acerca
de quién debe efectuarlos. ¿El ministerio de protección social? ¿La Super-financiera?
Es evidente que ambos representan y defienden intereses poderosos que, además,
tienen capacidad tecnológica para manejar la información a su antojo.
sistemas de información de los aspirantes a ingresar a la carrera
administrativa, los exámenes de estado y ECAES, la nueva cédula de ciudadanía y
en fin, todos los programas encaminados a utilizar las tecnologías informacionales
en los procesos estatales.
El RUNT es otro proyecto
gubernamental detrás del cual se mueven turbios manejos como lo señala el
Secretario General de la Alcaldía Mayor de Bogotá. Sería lamentable que sus
denuncias cayeran en saco roto.
programas de base tecnológica del Gobierno Nacional está relacionada,
precisamente, con la contradicción entre los intereses a los que quieren servir
y las necesidades ciudadanas de contar con mecanismos confiables, oportunos y
seguros para su interacción con las instancias estatales.
Lamentablemente la confianza,
fundamental en esos casos, es lo primero que se deteriora por los malos
manejos, las decisiones incorrectas, los errores «técnicos».
Echarle la culpa a la gente (que
nada tiene que ver pues ni diseña, instala u opera los servicios
informacionales), abona aún más la desconfianza. Pero, del presidente para abajo, no hay si no quejas…contra
los usuarios indefensos, mientras ocultan la irresponsabilidad de altos
funcionarios, de astutos contratistas y poderosos intereses.
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Sería interesante ver cuántos proyectos de tecnología pasaron por COINFO, y de éstos cuántos fracasaron, pues generalmente solamente se ven algunos que tienen alta visibilidad, como el RUNT.
Adicionalmente también habría que revisar los desarrollos particulares de las entidades y el impacto que están generando tanto en la eficiencia de la gestión, como en mejores servicios a los ciudadanos y el ahorro de reursos públicos. Por ahora se me viene a la cabeza el proyecto de notificación vía móvil que implementó Acción Social para notificar a los desplazados, el cual ha aumentado la efectividad de las notificaciones y ha disminuído los costos.
Si bien es claro que algunos proyectos han tenido bastantes tropiesos, es muy osado decir que ninguno de los proyectos tecnológicos que impulsó el gobierno tuvo éxito, pues realmente son más de los que vemos en los periódicos.
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