Una asombrosa demostración
de arte vanguardista, con epicentro en un pueblito español, coincidió de modo
imprevisto con el desarrollo del Seminario
TransMedia 2012 en Bogotá.
Según sus promotores,
TransMedia es un género innovador que expande las creaciones de artistas,
autores y publicistas y los pone en contacto con el infinito público mundial a
través de «plataformas analógicas y
digitales» como «la Web, el cine, los videojuegos, un celular, o un evento
en vivo».
Al tiempo que los
expertos en TransMedia daban cátedra a los asistentes que colmaron el Teatro Jorge Eliécer Gaitán de la
capital colombiana (retrasmitida vía streaming en 9 países
latinoamericanos), el mundo se asombraba ante la transformación que una
octogenaria realizó por su cuenta a una deteriorada imagen del Ecce Homo pintada a principios del siglo pasado
en la pared de una humilde iglesia de Borja, Zaragoza.
Versados críticos de arte
calificaron el trabajo, más que un acto de fe religiosa, «un inteligente
reflejo de la situación política y social de nuestro tiempo [y que…] pone de
manifiesto una sutil crítica a las
teorías creacionistas de la Iglesia, a la vez que se cuestiona el
surgimiento de nuevos ídolos».
La intervención de doña Cecilia Giménez, sobre la hasta ahora
considerada como «mediocre pintura», obtuvo en pocas horas el apoyo de miles de
personas en las redes sociales donde expresaron una delirante admiración, contrario
al calificativo de «sainete» que le asignaron algunos titulares de prensa.
Miles de admiradores de
la nueva versión reaccionaron al anuncio del Ayuntamiento de Borja para
reversar el cuadro al estado anterior, con la firma de una carta en la que
señalan que la intervención efectuada por doña Cecilia «combina
inteligentemente el expresionismo primitivo de Francisco de Goya, con figuras
como Ensor, Munch, Modigliani o el grupo Die Brücke, perteneciente a la corriente artística del expresionismo
alemán.»
Simultáneamente, una
universidad estadounidense planteó estudiar el fenómeno sociológico desatado por
la intrépida artista, mientras que una agencia de publicidad quiere «analizar el impacto mediático» que
causó, sin querer, la hábil artista con su magistral reelaboración.
En ese sentido, de acuerdo con lo señalado por los expositores
del Seminario TransMedia 2012, esa disciplina contribuye a «cambiar el mundo», «reducir la
brecha de participación y construcción de habilidades de alfabetización
digital», por lo que el evento mereció el respaldo de entidades como la
Presidencia de la República, los ministerios de las TIC y de Cultura de
Colombia, el programa «Vive Digital» y la Secretaría de Cultura, Recreación y
Deportes, El Instituto de Artes y la Cámara de Bogotá (al igual que lo hizo la
Fundación Telefónica en España hace unas semanas).
Por contraste, y en línea con los
planteamientos de las autoridades locales de Borja, el cura (metido a
cura-dor), propuso tapar el cuadro de doña Cecilia lo que varios feligreses
consideraron una censura contra una expresión que, gracias al manejo TransMedia,
ha suscitado atracción mundial: «infinidad de personas querrían venir a ver el
portento con sus propios ojos», comentó un lector español.
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