Volar contra el viento

Después del discurso pronunciado por una joven en un hotel 5 estrellas de la costa portuguesa ante 300 dirigentes de la Internacional Socialista, se vino sobre
Internet una tormenta de comentarios que podría ser el anticipo de interesantes
cambios en ese movimiento.

La condición
humana

Beatriz Talegón, secretaria general de las juventudes socialistas afirmó con brío
ante el auditorio (conformado por prominentes «líderes» de ese partido venidos
de todo el mundo), que la actual crisis -más que económica, política o de
valores- lo es de la condición humana.

Beatriz culpó al capitalismo
neo-liberal de arrollar al planeta no sólo en lo material sino, mucho más
grave, porque trunca el ánimo vital de infinidad de personas en todas partes,
igual a como lo hace desde hace tiempo en África, América Latina y Asia.

Señaló que a zarpazos, el
capitalismo reduce la perspectiva humana, devasta los anhelos de un futuro
mejor y contraría los principios de justicia, armonía y libertad contra el
deseo de la mayoría y para favorecer los intereses de una élite minúscula y
todopoderosa.

La mejor generación

Pero sólo ahora, agregó erguida Beatriz, cuando le golpea
directamente el bolsillo, la ciudadanía de los países europeos en crisis, sale
a las calles jalada por los jóvenes.

Sin embargo, dichos movimientos NO son en solidaridad con
aquellos que padecen el triste destino que deja los excesos del capitalismo,
sino porque les resulta inevitable defender sus bolsillos, mermados por efecto
de la dura situación económica.

Increpó -a renglón seguido- a la élite partidista por desoír esos
clamores de la juventud que padece con mayor rigor, junto a la niñez y los ancianos,
la pérdida de empleos, los recortes en educación, ciencia y cultura, seguridad
social y la congoja del futuro incierto.

Lamentó que la suya (tiene una treintena de años), la
generación mejor formada[1]
de toda la historia de la humanidad no tenga empleos donde, además de una remuneración
justa, encuentre posibilidades de crecer como personas en lo personal, lo
familiar y lo colectivo.

El enfoque en lo frívolo

Para ilustrar la distancia entre las falsas promesas y la
realidad, Beatriz planteó una paradoja valiente: ¿Es posible interpretar la angustia de los desamparados desde un hotel de lujo como el del balneario donde se efectuaba la
reunión política?

Reclamó, sobre todo, que las voces discordantes no fuesen más
acalladas: no sabía que en pocos minutos sus palabras cundirían por Internet,
multiplicadas por la convicción con que expresó sus ideas.  

Del otro lado, la prensa pasó a ocuparse del tema sólo horas después
de que cientos de miles de trinos, mensajes y referencias a la invocación de
Beatriz colmaran las redes sociales.

Y, entonces se enfocaron en lo frívolo -como les es habitual-
de formas tan grosera como la del diario español que reprodujo solo un tercio
de la duración del video con el alegato de la muchacha, para desviar la
atención del fondo del asunto. 

Contubernio criminal

Quizás algunos medios obtuvieron así alguna audiencia adicional.
Es probable, inclusive, que hayan hecho creer a algunos incautos que el
propósito de la arenga era, únicamente, criticar a los líderes socialistas por
su complicidad con el capitalismo neoliberal al que dicen oponerse.

Pero, difícilmente podrán ocultar la responsabilidad única y
directa de ese contubernio entre empresarios, criminales, militares, periodistas
y políticos corruptos, propio de los regímenes de corte mafioso de todos los pelajes, que corroe las bases de la
sociedad humana, para satisfacer sus apetitos.

En efecto, tal es la particularidad de la situación que denunció
Beatriz. Lo que está aniquilando la dignidad humana, es la creciente
predilección por contrariar la bondad y desgarrar  la reciprocidad del afecto a cambio del brillo
efímero del éxito.

Pues hoy resulta -ya no lo mismo sino más ganancioso- para alguna
gente, ser arribista, pusilánime, elástica, sin principios y que traiciona la
bondad ingénita por delirios insensatos y
fugaces, para obtener cosas que luego pierden quedando sólo vacío y
amargura.

Afortunadamente, entre infinidad de reacciones que tienen
lugar en el entorno virtual -y que expresan la diversidad de procesos alternativos
y de resistencia anti-capitalista-, despunta la ilusión de recuperar la
condición humana que, aunque maltrecha por la salvaje tempestad del capitalismo
desatado, se renueva en el compromiso, la lucha por la libertad y la justicia,
la solidaridad y el amor.

P.S. En
homenaje a la decisión de Marcela y Leo de volar juntos

con
la convicción en sus raíces y la mira puesta en el cambio

y en
agradecimiento al Viejo JC, quien nos une y congrega.

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