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                        Más de 2 meses sin aparecer por aquí. Y vaya si han pasado cosas en estos días. Pero, bueno, la idea, después de una intensa temporada aún sin restañar,  es revisar los temas de actualidad desde el enfoque que   siempre se ha propuesto aquí: gestión, conocimientos, tecnología y cultura (por llamarlos de algún modo)
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Lo habitual en eso que llaman "empalme" (período que va entre la elección y la posesión de un mandatario) es que algunas personas delegadas por el entrante revisen el estado de la entidad-objeto del cambio.

En el caso de la Alcaldía Mayor de Bogotá, a partir del próximo 1 de enero en cabeza de Samuel  Moreno, ¿Cuál es la entidad-objeto de los estudios de empalme? ¿La ciudad? ¿El Distrito Capital como ente administrativo? ¿El Gobierno? En fin…

En algunos aspectos podría afirmarse que la ciudad está peor que hace 4 años. Sin embargo, las entidades responsable del manejo de esos temas pueden funcionar mejor que antes.

Muchas, por ejemplo, han recibido certificaciones que acreditan la calidad de sus procesos y procedimientos. Funcionan como un relojito. Pero atado a bombas de tiempo.

Por el contrario, puede ocurrir (como en efecto sucede), que en otros temas la situación presente mejoras pero las entidades respectivas también, o no. O, a lo mejor ni siquiera existen instituciones distritales, ni nacionales, ni de ninguna índole.

Además de las comparaciones entre lo proyectado en Bogotá sin Indiferencia, el programa del saliente Alcalde Locho y los planteamientos de BOG+, el programa de Samuel a la Alcaldía; es preciso pulsar lo que está pasando en el país, en el contexto latinoamericano, etc. para definir estrategias conducentes a transformar la ciudad.

De modo que el empalme va más allá de recibir el típico balance de fin de año donde lo que va bien es consecuencia de los directivos y lo que va mal es culpa de circunstancias imposibles de preveer.

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