Como instructora de yoga y apasionada del bienestar, sé el impacto de nuestra rutina diaria en cómo nos sentimos. Lo que hacemos esos primeros minutos de la mañana es particularmente importante porque sienta el tono del resto del día.
Empecemos por concientizarnos de que siempre podemos dedicarnos 15 minutos para sentirnos mejor, este espacio hay que crearlo activamente y respetarlo como respetamos compromisos con terceros. Ya con esta certeza, sigamos:
-Agradece. Antes de bajarte de la cama, mientras te desperezas, piensa en todo lo que amerita tu gratitud. Empieza por algo tan simple como decir “gracias, por las infinitas posibilidades de un día nuevo”. Experimentar gratitud tiene un impacto invaluable en nuestro sistema nervioso y ayuda a nuestro cerebro a enfocarse en pensamientos positivos.
-NO abras el teléfono. Cuando lo primero que hacemos al levantarnos es leer el teléfono, estamos permitiendo que fuerzas externas determinen el tono de nuestro día. Regálate estos primeros minutos, ya tendrás tiempo para ocuparte de otras cosas, no hay nada más urgente –ni hablar de importante- que tu bienestar.
-Visualiza tu día. Haz una lista mental, no de lo que tienes que hacer, sino de cómo quieres sentirte, qué quieres lograr, qué quieres compartir, qué quieres aprender. Si tienes el hábito de meditar, es el momento. ¡Ahora rodéate de amor y certeza y ve por ello!
-Abraza a tu compañero(a), a tus hijos, a tus padres, a tu mascota y llénate de amor. Estudios científicos han comprobado que abrazar por más de 20 segundos, libera oxitocina, la hormona del amor, que a su vez disminuye el ritmo cardíaco y los niveles de cortisol, mientras que tu cerebro libera dopamina –la hormona del placer.
-Hidrátate. Lo primero que hago al levantarme es tomarme medio vaso de agua al clima con vinagre de manzana con la madre, seguido por un vaso de agua. Me alcaliniza, me desintoxica y además, ¡Qué buena manera de empezar mi digestión!
–¿Un café? Me tomo un café al día, despacio y disfrutándolo, este ritual me conecta con mis raíces y termina de despertarme. También me encanta empezar el día con mi más reciente descubrimiento: una taza caliente y aromática de “golden milk” o leche dorada, rica en antioxidantes y antiinflamatorios.
-OMMM. Es ideal que ejercites tu cuerpo a primera hora del día, yo empiezo con 60 minutos de yoga. Para los que trabajan fuera de casa, 10 minutos de saludaciones del sol o saltando cuerda, son perfectos para activar el cerebro, liberar endorfinas y empezar el día lleno de energía.
-Nútrete. Empezar el día con un desayuno saludable rico en proteínas y granos enteros es fundamental para sentirte bien el resto del día. Tu cerebro funcionará mejor, tendrás más energía, y esos antojitos que te dan a media mañana –¡o después del almuerzo!- serán menos frecuentes.
Sentirse bien tiene todo que con las decisiones que tomamos. Asegurémonos de que empezamos cada día con energía y vitalidad, siendo conscientes de nuestra rutina e incorporando buenos hábitos a esos primeros minutos de día.
Trátalo mañana, eso sí, te advierto: ¡Es muy probable que te sientas fantástico!
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