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La nadadora china Fu Yuanhui rompió en los juegos de Río un récord nunca antes visto: se convirtió en la primera mujer en decir públicamente que estaba cansada y débil en la competencia porque el día anterior le había llegado la menstruación. También mostró que sentía dolores y aún así dijo que nada de eso era una excusa, que todo se reducía a que no había nadado bien y les pidió perdón a sus compañeras de equipo.
Creo que todas las mujeres deberíamos estar agradecidas con Fu Yuanhui, nos hizo el favor de decir en voz alta lo que nosotras sabemos, que el período, por más natural y biológico que sea, muchas veces es inoportuno, en otros momentos es una gran fortuna, y que, aunque es parte del maravilloso proceso que hace posible una nueva vida, también puede ser incómodo, producir dolores, cambios hormonales, cansancio. Y tal vez reducir las posibilidades de un triunfo deportivo.
El pronunciamiento público, espontáneo y natural de Fu Yuanhui es muy significativo, además, porque en su país, según informaron las noticias, el tema es tan espinoso que muchas mujeres ni siquiera saben que existen los tampones y consideraron mentirosa a la nadadora pues no entendieron cómo pudo ingresar a una piscina con la regla.
Creo que palabras como estas, si se dicen con más frecuencia, pueden leerse como el comienzo de un nuevo periodo femenino, con un espacio más libre para nuestro cuerpo. Fu Yuanhui representa una generación de mujeres que tal vez se asumen a sí mismas de una manera más libre y femenina, sus palabras son una forma de mostrar respeto hacia nuestro ciclo vital y de darle una nueva voz, diferente a la de los publicistas que nos pintan de azul en “nuestros días” y de frases masculinas como “esa vieja anda ‘regluda’” o “es una vieja menopáusica”. Es bueno saber que podemos hablar públicamente de nosotras mismas con la amabilidad con que Fu Yuanhui habló de su propia menstruación.

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