JW Marriot, por el buen camino

Proteger el Medio Ambiente, de manera especial el agua, es absolutamente necesario para la Humanidad. Pequeños cambios generan grandes impactos.

En varias oportunidades y ciudades, me he hospedado en hoteles de la cadena JW Marriot. En mi último viaje a la Ciudad de México, me quedé en uno de ellos que está situado en el barrio de Santa Fé. Al entrar en la habitación, cansado por un vuelo de más de 12 horas, me llevé una alegría. ¿El motivo? Un saludo de bienvenida con un mensaje muy respetuoso invitándome a proteger el Medio Ambiente.

El mensaje decía lo siguiente:

Estamos comprometidos con la práctica de preservar nuestros recursos naturales. Usted encontrará su cama limpia y fresca todos los días. Para estancias extendidas, su ropa de cama se cambiará al tercer día, sin embargo para nosotros es un placer atender a sus necesidades cambiando la ropa de cama de acuerdo a sus peticiones. Colaborando juntos, podemos conservar millones de galones de agua, ahorrar energía y minimizar el derrame de detergentes en el ambiente. ¡Gracias y disfrute su estancia!

Entiendo a quienes hubieran deseado quizá otro contenido al mensaje o incluso más rigurosidad y exigencia en el ahorro de recursos. Sin embargo, considero que JW Marriot está en el buen camino porque está implementando acciones en dos sentidos: crear mayor conciencia y ofrecer oportunidades de proteger el medio ambiente.

En mis clases de ética y responsabilidad social siempre insisto en algunos puntos:

1. La ética es como una escalera con numerosos peldaños: lo importante es tener el compromiso de mejora continua, de implementar acciones que nos llevan a subir un peldaño y luego otro, y así sucesivamente en el tiempo con el fin de ser cada vez más éticos, hasta llegar al peldaño más alto posible de acuerdo a nuestras capacidades;
2. La responsabilidad social se mueve en un contexto de posibilidad y libertad, de mayor conciencia individual, que comprende que todos formamos parte de la gran familia humana que busca el bien, y no la negatividad, las obligaciones, los miedos y la destrucción de esta «casa común» que es la Tierra;
3. Las personas y empresas socialmente responsables tienden a fomentar la integración de los aspectos sociales, ambientales y de buen gobierno no sólo en la gestión diaria sino en la estrategia. Es decir, es más fácil ser éticos cuando la mirada se sitúa en el largo plazo, con una vocación clara de trascender y dejar un legado positivo con nuestra vida y con nuestros negocios o actividades empresariales.

A veces me preguntan qué hacer para ser más éticos. Es la gran pregunta: ¿Quién es más ético? Suelo responder siempre lo mismo: -Es más ético quien más se superó. La esencia de la ética es el cambio a un nivel superior. Sólo en este contexto se puede entender que Jesús y otros maestros de diversas culturas y religiones alaben más al pecador que se convierte que al justo que se siente orgulloso de su habitual correcto y meritorio comportamiento. Por eso aplaudo las últimas decisiones de JW Marriot, porque implican una voluntad de evolución, de mejorar un comportamiento precedente.

Todas las empresas pueden realizar pequeños cambios, según sus circunstancias, y así generar grandes impactos.

Pablo Álamo PhD

Twitter: @pabloalamo

E-mail: pabloalamo@gmail.com