Muchas personas arriesgan su salud con tal de hacer lo que sea para perder peso y verse «en forma». Estos son algunos de los métodos más comunes que debes descartar si tu meta es adelgazar.
Aguantar hambre
Tu cuerpo es como un motor que permanece encendido y cada una de las células de tu organismo necesita sustancias provenientes de los alimentos como grasas, calorías, vitaminas y proteínas para preservar su estructura y mantenerlas saludables.
Cuando se suprimen ciertos alimentos de nuestra dieta y se deja de comer por adelgazar, se desencadenan serias consecuencias como la fatiga, depresión, debilitamiento de los músculos, de los órganos y del tejido óseo, baja de defensas, pérdida del cabello, desequilibrios hormonales, trastornos del sueño y un mayor riesgo de contraer cualquier tipo de enfermedad.
Píldoras inhibidoras del apetito
El consumo de este tipo de sustancias, que generalmente carecen de aprobación por organizaciones como la FDA, pueden producir efectos secundarios, potencialmente peligrosos para la salud.
Los medicamentos inhibidores del apetito son ricos en cafeína y otras sustancias presentes en las anfetaminas. Pueden generar adicción, desencadenar problemas intestinales, cáncer de colon y daños en el sistema endocrino, entre otros riesgos.
Pastillas e infusiones para eliminar grasa corporal
Evitar que las grasas sean absorbidas por el organismo es la principal función de este tipo de medicamentos, prescritos en algunos casos de pacientes con obesidad o sobrepeso.
Automedicarse con estas sustancias, buscando adelgazar, puede provocar problemas cardiacos y digestivos, aumento la presión arterial y fatiga, entre otros riesgos inminentes para la salud.
Laxantes
La función de los laxantes es acelerar el proceso digestivo para que las sustancias de desecho de los alimentos sean evacuadas del organismo con mayor rapidez.
Los laxantes, al provocar la aceleración de este proceso, no permiten que los nutrientes de los alimentos lleguen correctamente al organismo, lo que ocasiona serios desequilibrios nutricionales que pueden generar problemas de salud como deshidratación, mareos, fatiga, debilidad, anemia, arritmia y hasta problemas renales.
Estos medicamentos son aptos solamente en casos severos de estreñimiento y deben ser suministrados bajo el consentimiento de un doctor.
Dietas que se ponen de moda
La alimentación basada en el consumo de un sólo tipo de alimento, donde se excluyen otros nutrientes imprescindibles para la salud del organismo, suele ser una de las medidas extremas entre algunas personas que buscan bajar de peso de la noche a la mañana.
A pesar de que las dietas de moda, como comer sólo naranja, papaya, sopa de vegetales depurativos o atún, entre otros, pueden generar resultados temporales, la mayoría de estos métodos no funcionan a largo plazo, al no proporcionar una nutrición adecuada y saludable para el organismo.
Ejercicio sin dieta y dieta sin ejercicio
Algunas personas consideran que pueden adelgazar haciendo ejercicio, sin necesidad de optar por hábitos alimenticios saludables.
También existen casos en los que se considera que llevando una nutrición balanceada, se puede bajar de peso sin necesidad de actividad física.
La verdad es que el ejercicio y una buena alimentación deben ir siempre de la mano, pues estos dos aspectos son las claves para evitar que el metabolismo se ponga lento y llegue a perderse el tono muscular.
Cirugía plástica sin hábitos saludables
Un procedimiento quirúrgico como la liposucción, la lipectomía u otra cirugía para esculpir la figura corporal no es adecuado si no se complementa con ejercicio y una alimentación saludable.
Muchas personas creen que la cirugía plástica es una solución rápida y definitiva. Sin embargo, si no se cuidan con la comida y se olvidan de la actividad física para mantener los resultados de dicho procedimiento quirúrgico, es seguro que terminarán recuperando el peso y la gordura que tenían antes operarse.
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