Colombia es un país de gente pretenciosa

Una vez que se ha terminado el Mundial de fútbol y se ha bajado el orgullo nacional colombiano, me decido a escribir esto. Sí, es una crítica, un juicio mal intencionado y ácido. Pero sincero, como no les gusta a los colombianos, es limón en la herida, es una verdad que duele. Yo sólo intento quitar la venda que les cubre los ojos.

Y es así, Colombia y su gente cuando se le habla de su país, es como la madre de aquel niño insoportable la cual jamás permite que se hable mal, para ella todos los demás niños son malos menos el suyo. A los colombianos se les hace más fácil ver los problemas que ocurren fuera de la frontera e ignorar lo que acontece ante ellos. Pero es irónico, porque luego de mirar hacia afuera solo existe lo que hay dentro, eso es ser pretencioso.

Es pretencioso creer que se tiene la ciudad más segura del mundo, cuando al terminar un partido de fútbol aparecen 9 muertos, así como es pretencioso jactarse de ser la cuidad más innovadora del mundo, cuando su sociedad estigmatiza por el dinero y los cuerpos desproporcionadamente modificados con silicona. ¿Dónde quedó la innovación en las líneas voluminosas en la pintura y la escultura? ¿No es esto algo más innovador y con más mérito?

Es pretencioso haber declarado la guerra a Alemania durante la Segunda Guerra Mundial, por favor ¿Colombia contra Alemania? ¿Qué pintaba Colombia en esa guerra? ¿Con qué se supone que iba a pelear contra los nazis, con piedras y palos? ¿Se puede imaginar lo que eso significó para la economía del país? Supongo que un gasto innecesario el cual aún deben estar pagando.

Siguiendo con el tema económico menciono un tema del cual muchos sepan mejor que yo. ¿Recuerdan que Colombia iba a ser sede de un Mundial de fútbol? Pretencioso si no decir más. ¡Un mundial de fútbol! ¿Saben la infraestructura y el músculo financiero que hay que tener para organizarlo? Si en Colombia no hay ni siquiera un estadio digno para un espectáculo de esa magnitud. ¿Pero qué dijo el presidente de aquél momento? Lo que hubiera dicho cualquier otro mandatario, Colombia no está en condiciones para afrontar un Mundial de fútbol, el país necesita otras cosas antes que un Mundial de fútbol, preferimos invertir ese dinero en hospitales. Un inversión que se puede ver claramente en un sistema de salud sólido.

Continúo con el fútbol del cual reitero no soy conocedora ni fanática, pero que considero todos entienden y prefieren. Vuelvo a avivar el fuego con la sorprendente participación de la selección de fútbol de Colombia en el mundial de Brasil. No comentaré si lo hicieron mal o bien, si hubo injusticia o no. Me limitaré a comentar lo pretenciosos que son, ¿de verdad pensaron que iban poder ganarle a Brasil? Multiple campeón mundial, organizador y además uno de los países que más fanáticos le da al deporte, imposible, estamos en un mundo sucio, el deporte hace mucho dejó de ser un juego para convertirse en una industria, detrás de lo que juegan los 22 machotes en pantalones cortos con el balón, se mueven cientos de hilos, patrocinios, productos, etc. Todas las figuras del deporte han sido creadas y moldeadas, como un actor, para convertirlas en súper estrellas, por ese mismo motivo es que el joven James no recibió el Balón de Oro. Es mucho más lo que representa Argentina para el fútbol mundial y que la desconocida Colombia. La ingenuidad y la emoción nuevamente les ganó, pretenciosos.

Pero yo soy más de libros y letras y por eso debo mencionar al más grande de los escritores que ha dado la lengua castellana, quien sin pretensiones creó un estilo propio y único, y luego de alcanzar el reconocimiento mundial su mismo país se encargó de mandarlo al exilio. Pretencioso ¿no? Querer hacer cambiar a un artista su postura, simplemente porque no se está de acuerdo con él, obligándolo a irse del país.

Ejemplos hay miles, porque es un rasgo característico del colombiano, ser pretencioso, un ejemplo que merece la pena resaltar para concluir, es algo que se ve diariamente en sus capitales, son las ciudades del mundo entero que más presenta personas vestidas con traje en áreas zonas periféricas.

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