Ingresa o regístrate acá para seguir este blog.

Si ha de considerarse un fenómeno en el último año en Colombia ha sido el crecimiento de las redes sociales, en particular de Facebook (para efectos de este blog será denominada como Feisbuk o Carelibro).  Dentro de las estadísticas del conocido portal social, el caso colombiano es uno de los de mayor crecimiento y usuarios reporta dentro de la región.

Ha sido todo un fenómeno viral de invitaciones, registros y actividades. «¿Ya tienes cuenta en feisbuk?»,  «Nos vemos por el feisbuk», «No se preocupen, yo pongo las fotos en el f…..», «Hagamos un grupo en f….. en pro del rescate de los peces azules del Río Bogotá». No hay cumpleaños, fiesta, movilización, campaña electoral que no se comunique por esta red social.  Por medio de esta popular plataforma, se vuelve a tener contacto con amigos de la infancia, el colegio, la universidad, o sencillamente por ella se puede enterar de novedades de la vida de quienes se ha compartido algún espacio social.  «¡¡¡Carambas fulanito ya se casó!!!»,  «Este Juank si que se la pasa de rumba….», «Tan bonitos los chinos de Marce». «¿Como así? ¿JJ terminó con XX?»… y de aquí en adelante, infinitas situaciones a conocer.

Oswaldo's feisbuk.JPGLa línea de lo privado se desvanece. Se hace público lo privado.  Lo que hasta hace años cada persona podía determinar que comunicaba a los demás y a quienes, ahora es una actividad automática que pareciera que no controlamos. Algunas de las personas que utilizan «el feisbuk» dicen que tienen control sobre el contenido que esta en su perfil y en lo que conocen los demás de sobre ellos.  Personalmente no creo lo mismo, porque aunque en la cuenta personal se pueden definir algunos criterios de privacidad y el contenido que quiere publicarse, no puede entrar a controlar lo que otros pueden subir a la Web.  Fotos de años de años pasados, que «amablemente» compañeros de colegio decidieron publicar, o la despedida del jefe donde estaba mal «parqueado» y unos compañeros de trabajo decidieron hacer pública la situación mediante comentarios, fotos o videos. La lista de estos ejemplos también puede ser infinita.

En conclusión, esta era de redes sociales es interesante para comunicar y establecer contacto de manera efectiva con grupos de personas, pero plantea también sus interrogantes en términos de privacidad e intimidad.  Por mi parte aún sigo en el «carelibro» con cierto escepticismo, visibilizando la tenue línea de lo público y lo privado. Vamos a ver hasta por cuanto tiempo más.

Oswaldo Ospina
Coordinador de TIC y educación para el desarrollo social
Corporación Colombia Digital
oswaldo.ospina@colombiadigital.net
www.colombiadigital.net

Compartir post