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¿Cómo aprenden los jóvenes? Apps que combinan audio y video, junto a pensamiento crítico y colaboración son la respuesta

La educación de hoy comienza desde que el niño interactúa con un dispositivo móvil, es en ese instante, donde al pequeño se le activan sus capacidades cognitivas, por medio de aplicaciones que descargan sus padres en los diferentes dispositivos que posean (tablet, iPad o teléfonos inteligentes), allí comienza ese proceso comunicacional de un dispositivo y la programación mental que va dirigiendo la vida del pequeño.

Por eso, desde tempranas edades los niños son capaces de aprender, buscando la solución a las interrogantes o problemas que desean resolver a sitios de YouTube o a través de alguna app que les ayude a resolver ejercicios matemáticos.

¿Será entonces que los llamados medios digitales pueden estar afectando la educación?, ¿cuáles son los avances que se están logrando?, ¿dónde comienza o termina la educación? Estas interrogantes surgen ante un nuevo escenario mundial donde la vida cotidiana se ha transformado, incorporando dispositivos inteligentes en las actividades más sencillas, así como también en los métodos de estudio en los diferentes países. El cambio se ve incluso en el lenguaje, llegándose inclusive aprobar ciertos términos por la Real Academia Española para que los vocablos usados por los millennials sean válidos.

Desde la perspectiva de los jóvenes que recién egresan de las universidades, la tecnología llegó para quedarse y que todos los días surgen innovaciones que promueven nuevos aprendizajes. En ‘The flipped classroom‘ (El salón al revés) exponen que deberíamos tratar de encontrar las herramientas tecnológicas que permitan adaptar las estrategias que utilizamos en nuestras clases cara a cara, para implicar y conectarnos con nuestros estudiantes en el entorno en línea, solo que de una manera diferente.

La verdad sería demasiado apresurado aseverar que las latitudes latinoamericanas están preparadas para implementar estos cambios, salvo algunas excepciones de países que se encuentran en el proceso de formación del profesorado y de los estudiantes. Lo importante es comprender que ya en el mundo hay una profunda pluralización de apps, que promueven aún más el aprendizaje de forma rápida, donde adquirir una habilidad va a depender del individuo.

Así pues, el punto focal de esta reflexión nos conduce a evaluar cuáles son las metodologías que se están empleando en los diferentes niveles educativos para hacer llegar el contenido y la información de manera adecuada y precisa a los estudiantes.

Desde la perspectiva conductual, Zankov discípulo de Vigotski, afirmó que el órgano sensorial que controla la mayor fuente de información y entrada de estímulos es la vista, llegando a captar hasta 83% de los datos. La segunda fuente de información es el oído con el 11 % y el sistema kinestésico es el que menos aporta.

Si consideramos esta premisa, podríamos decir que los jóvenes actuales (millenials) sienten preferencia por lo visual y lo auditivo, por lo que las aplicaciones a utilizar en las aulas en principio deben cubrir estos criterios, aunque otros expertos también hablan que las habilidades determinantes de la era actual son el pensamiento crítico, el pensamiento creativo, la colaboración y la comunidad, siendo estas cuatro ‘C’ la clave del desarrollo de aplicaciones.

Este entramado de posibilidades conlleva a que los países centren su atención hacia la modernización y actualización de los contenidos para llevarlos a un formato digital. Sin embargo, para aquellos que decidan incorporar algunos cambios, debe quedar claro que urge la modernización de las infraestructuras tecnológicas con un servicio de Internet que permita navegar con los contenidos digitales de forma ágil.

Desde la perspectiva de la escuela o centro educativo, se requiere una revisión de los modelos educativos reinantes en cada estructura, con la finalidad de ajustar las aulas de clase a entornos más flexibles, donde el docente retroalimente de manera permanente cada contenido dispuesto en la estructura curricular. La dinámica de las clases será diferente, atractiva y divertida para cada uno de los estudiantes, ya que prevalece estudiar en la casa y practicar en la escuela.

Dicho esto, para dar respuesta a la interrogante con la que inicio este artículo, la educación actual se apoya en la diversidad de herramientas existentes en la web para extender el servicio educativo las 24 horas y de manera ubicua. Por ende, los resultados nos indican que ha ocurrido una transformación del aprendizaje individual, migrándola hacia un ambiente colaborativo, de un aprendizaje centrado en el profesor a un enfoque centrado en el estudiante. De una personalización de acuerdo a las necesidades de cada alumno.

Las nuevas generaciones seguirán promoviendo cambios en el quehacer educativo por lo que padres, escuelas, colegios y universidades nos debemos ir preparando, ya no es limitante enseñar desde un dispositivo móvil y mucho menos lo será que el estudiante decida cuándo y qué herramientas tecnológicas utilizar para avanzar en su proceso de formación.

 

Tibisay Hernández

Gerente General de Congeca

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