Ingresa o regístrate acá para seguir este blog.

¿Y si la hiperactividad y el déficit de atención (TDAH) no fueran considerados como un trastorno de conducta, sino como una forma diferente de procesar la información y conectar con la luz?

Parto por aclarar que no tengo evidencias ni pruebas que sustenten aquello que voy a compartir. Solo doy a conocer un planteamiento que me resuena y que encuentro coherente con lo que experimento en mí, frente a las nuevas formas de comunicación.

Los niños son uno de mis grandes modelos a seguir, son seres completamente conectados con su propia esencia. Ellos son tan puros y transparentes que son capaces de reflejar su entorno, y tienen tanta sensibilidad que pueden sentir las emociones, los pensamientos y las tensiones sin resolver que una persona cercana a ellos tenga a nivel subconsciente.

En una escala más amplia, los niños responden ante el ritmo de la naturaleza y del planeta Tierra, y como muchos lo hemos podido percibir en los últimos años, la Tierra está experimentando un cambio vibracional y una evidente apertura a la luz. A mayor luz en el planeta, mayor es el movimiento y la activación que se produce en la misma. Por ello, aquello que ha estado oculto o guardado por mucho tiempo empieza a salir a la luz, y los sistemas sociales, familiares, corporales o personales se activan con un gran impulso y movimiento.

En este orden de ideas la hiperactividad podría considerarse como una respuesta natural de activación que el cuerpo tiene al conectarse con la inmensa cantidad de luz que está recibiendo la Tierra. Y esta expresión es muy común en niños, a causa de su capacidad excepcional de captar luz a través de sus redes de comunicación y del colágeno de sus cuerpos, como también de procesar esta información lumínica por medio del movimiento. (Para ampliar más información del colágeno como un red de comunicación ingresa aquí: https://bit.ly/2HDmiXY )

Así mismo, la luz tiene una influencia distinta para los hombres y para las mujeres. Gran parte de la energía y los ciclos de los hombres están gobernados por el sol, fuente principal de la luz en la Tierra, mientras que para las mujeres, la luna tiene una mayor influencia en sus respectivos ciclos. Esto nos indica que para los hombres es más grande el desafío de regular la cantidad de luz recibida en sus cuerpos, y por consecuencia, ellos son más propensos a que presenten una mayor activación corporal y de movimiento. En cambio, las mujeres, al tener la incidencia lunar intrínseca en sus cuerpos, pueden hacer una mejor regulación de dicha luz, presentando una mayor facilidad para permanecer en estados de quietud o poco movimiento.

Las cifras responden ante esta influencia indicando que en el mundo por cada cuatro hombres, solo una mujer es diagnosticada con hiperactividad y déficit de atención (TDAH).

La hiperactividad y el déficit de atención en el autismo

Bajo este planteamiento y en compañía del equipo de Autism is Genius (Autismo es genialidad), hemos indagado también cómo esta conexión con la luz incide en los niños bajo el espectro autista, niños que en un 30 % son diagnosticados con hiperactividad y déficit de atención.

Hemos observado que la activación creada por la luz tiene una repercusión directa sobre el sistema nervioso simpático, sistema encargado de movilizar al organismo para soportar la actividad y regular el estrés, la ansiedad y la sensación de peligro en el cuerpo. Este sistema a la vez dirige las funciones autónomas de los órganos, generando respuestas de pupilas dilatadas, aumento en las pulsaciones cardíacas, mayor secreción de adrenalina y disminución de la actividad gastrointestinal. Estas características son muy comunes en niños bajo el espectro del autismo. 

Así mismo, la relación entre la regulación de la luz y el género se soportan en las cifras de los casos de autismo (TEA), ya que se estima que la proporción de personas con autismo son de una mujer por cada 16 hombres.

Insisto que la información compartida en esta publicación son indagaciones e investigaciones. No tengo cómo soportar con evidencias lo dicho, solo me guío por las investigaciones en torno a la comunicación y por lo que resuena en mí y dicta mi intuición.

Mi intención, intención que comparto con el equipo de Autism is genius, es apoyar para que el rol que los niños cumplen al expandir la información y anclar la luz en la Tierra a través del movimiento se mantenga viva. Así mismo, creemos que cuando nos permitimos ir más allá de lo que se ha considerado como un «trastorno», un «déficit» o un «problema», hay una gran oportunidad para seguir reconociendo la genialidad y grandeza que habita en los niños y en nosotros mismos.

Paola A. León

****

Publicaciones sugeridas para ampliar información:

  1. ¿Por qué el mundo no se acabó en el 2012?: http://blogs.eltiempo.com/comunicacion-asemica/2020/03/26/por-que-el-mundo-no-se-acabo-en-el-2012/
  2. El colágeno como una red de comunicación: http://blogs.eltiempo.com/comunicacion-asemica/2020/07/24/el-colageno-como-una-red-de-comunicacion/

 

Nota al lector: Autism is Genius (Autismo es Genialidad) es un proyecto que estamos creando junto a Karen Bernuy, fonoaudióloga M.S.- SLP, Adriana Escobedo, profesora de yoga para niños y Paola Fonseca, terapeuta transpersonal. En este proyecto queremos aprender de la genialidad del autismo para explorar y comprender estas nuevas formas de comunicación.

 @autismisgenius
www.autismisgenius.com

Compartir post