¿Qué va de la Salomé de Oscar Wilde a la de Richard Strauss?
La Bogotá Moderna…
En principio, el escándalo y el rasgar de vestiduras, estreno teatral accidentado y vetado. Todo en una. Y eso, hablando solamente de la obra teatral, una tragedia escrita por Oscar Wilde en 1891 y que muestra en un solo acto, una versión muy personal de la historia bíblica de Salomé, la hijastra de Herodes Antipas y a quien le pide la cabeza de Juan el Bautista después de haber bailado con él (en la versión bíblica) y por despecho (en la versión del escritor).
La obra la escribió Wilde, originalmente en francés y tres años después apareció la traducción inglesa, con estreno teatral accidentado: el autor no obtuvo la licencia respectiva para presentarla en Londres ya que, supuestamente, la normativa de la época prohibía la representación de temas bíblicos. Aunque la razón real dicen los expertos sería más bien por el argumento, el que las autoridades consideraron denso y demasiado escabroso. Finalmente, la obra obtuvo su estreno en la que era a finales del siglo XIX la París pecaminosa, con un programa diseñado por Toulouse-Lautrec y la obra comenzó entonces un tortuoso camino para ser mostrada, pues los teatros comerciales se negaban a tenerla en su programación y solamente se realizaron algunas funciones privadas.
Salomé pagana
A punto de arrancar el siglo XX, el 30 de noviembre de 1900 falleció en París Oscar Wilde a los 44 años y apareció el compositor alemán Richard Strauss, quien sabía que la Salomé de Wilde venía precedida de ese escándalo soterrado que no hizo sino animarle para la composición de la música. Y así fue. Escándalo asegurado: durante los ensayos de la obra, las renuncias de los músicos eran el pan de cada día; los directores de los teatros excluyeron la obra de sus salas y la intelectualidad la tildó de “obscena”.
La ópera tuvo su estreno en la ciudad alemana de Dresde en 1905, delicada joya sobre el Elba. Sin embargo, desde los ensayos se extendió el rumor en la ciudad de que algo no estaba funcionando bien en la tras escena. Se comentaba que la nueva ópera de don Stauss era demasiado dura para los cantantes. El 9 de diciembre cuando cayó el telón luego de la primera función, las protestas crecieron y algunos intérpretes hablaron de devolver sus partituras. Tras esa primera noche, se cocinaron opiniones de todo tipo, entre ellas la de Cosima Wagner (hija ilegítima del compositor y pianista Franz Liszt, que estando casada con el director de orquesta Hans von Büllow lo abandonó por Richard Wagner), quien dijo que la obra era una locura… entregada a la indecencia.
Se dice que esta ópera se reclama como un hito en el nacimiento del modernismo y su estreno revela también más de un apasionado episodio político-social. Veamos:
En mayo de 1906 en su puesta en escena en el Teatro de Graz, Alemania, asistieron entre otros, Gustav Klimt, Otto Klemperer, Stefan Zweig, Gustav y Alma Mahler y un oscuro personaje llamado Adolph Hitler. Pese a la acogida del público, al Kaiser Guillermo no le agradó la obra ni su final, aduciendo que la conclusión sugería el triunfo del Mal sobre el Espíritu del Bien, representado por el cristianismo.
Pero esto es poquito a lo ocurrido en Nueva York con ocasión de su estreno en enero de 1907. Se realizó un ensayo general abierto al público y luego de éste, la obra fue calificada de depravada, abominable y bestial por The New York Times. Como resultado, los boletos duplicaron su valor. Durante la función las damas se tapaban el rostro para no ver la escena de los velos; el público se puso de pie para no perderse a la protagonista besando los labios del exánime Bautista y la cantante Olive Fremstad ejecutó el necrófilo acto con reprochable voracidad, lo que condujo a la prohibición total de la obra, después de su tercera función.
Ahora está Salomé entre nosotros, 111 años después de su estreno. Llega al Teatro Mayor los días 16, 18 y 20 de febrero, en una versión moderna, pero a la vez fiel a la historia, que recrea la atmósfera dorada, lujosa y opulenta de los palacios de los jeques árabes y con la dirección musical de Josep Caballé, la dirección escénica de Joan Anton Rechi y la participación de la Orquesta Filarmónica de Bogotá y un grupo de destacados solistas nacionales e internacionales.
Pero mejor escuchar lo que dicen sus directores.
Aquí las declaraciones de Josep Caballé
https://soundcloud.com/distritocultural/josep-caballe-salome
Y aquí las de Joan Anton Rechi
https://soundcloud.com/distritocultural/joan-anton-rechi
Ahora, ¿será que en Bogotá también se darán los comentarios encontrados y el taparse el rostro por parte de las damas?
Amanecerá y veremos…
… y la Bárbara Bogotá
No hay otra manera de llamar la intolerancia y la indolencia por parte de los conductores de vehículos en nuestra ciudad donde el auto prima sobre el transeúnte, tanto en la Bogotá Humana como en la Bogotá Mejor para Todos. Ahí les dejo dos fotografías tomadas por el suscrito. En la primera de ellas, justo sobre el andén de ingreso a RTVC, un primoroso e inclusivo conductor dejó bien montada su hermosa camioneta sobre el andén de la muy transitada carrera 45, unos pocos metros al norte de la Avenida El Dorado. En la de la derecha, una dama de innegable cultura ciudadana y a quien tuve la oportunidad de ver descender de su brioso corcel, hizo lo mismo justo al frente de la sede del IDU en la calle 22 entre carreras 7ª. Y 5ª y sin importarle que la reja amarilla que ven a la izquierda, es la de un parqueadero abierto desde las seis de la mañana. Las placas de nuestros dos héroes ciudadanos están expuestas para que las autoridades tomen nota de ello, porque el que es caballero repite en cualquier parte.
Y a propósito Sr. Alcalde Mayor. De aplaudir su talante guerrero frente a las caravanas de funcionarios que se pasan por la faja todas las leyes de tránsito a fin de evitar semáforos y trancones. Que solamente la del presidente pueda hacer eso, justo y necesario, ni más faltaba. Pero como esta sigue siendo tierra de conquistadores altaneros, sería bueno que se pillara la salida a almorzar del Sr. Procurador General de la República. Sus solícitos vigilantes se pasan por la pretina sus órdenes e interrumpen el tráfico sobre la carrera 5ª con calle 16 (a escasos metros donde se ubica la entrada a los parqueaderos de la sede del ente de control), mientras pasa la caravana compuesta de muchas camionetas blindadas, agentes en motos de alto cilindraje y agentes de civil y uniformados a pie que quieren comerse con la vista a todo el mundo, mientras el Sr. Procurador General de la República sentado cómodamente dentro de su burbuja, va a almorzar con sus convidados al Restaurante Casa Vieja de la Avenida Jiménez con Carrera 3ª, a escasas tres cuadras de su bunker. Sr. Procurador, si estamos en épocas de vacas flacas, ¿no le parece que semejante parafernalia afecta el bolsillo de los contribuyentes?, Imagínese toda la gasolina y aceite que consume su enorme escolta en tan modesto trayecto que bien podría recorrer a pie. Hasta le caería bien a su organismo hacer una que otra caminadita. Las fotos del paseo, las quedo debiendo por obvias razones…
@culturatotal
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