Fabián Salazar Guerrero. Teólogo. Director Fundación INTERFE.
En la vida se nos presentan oportunidades de hacer cambios que son necesarios para nuestra tranquilidad, para nuestra prosperidad o simplemente porque ya terminamos una etapa. Son momentos de valentía para vencer los temores, perdonar, dejar los viejos caminos atrás y afrontar con mucha fe los nuevos horizontes.
A continuación te comparto algunas estrategias para asumir con esperanza esos cambios:
- Revisar nuestra propia historia y recordar aquellos momentos en que los cambios nos ayudaron a crecer, los momentos en que superamos dolores o temores y las oportunidades que tuvimos de ser mejores. Ésta será una motivación para recordarnos que si antes lo pudimos hacer ahora también podemos.
- Leer biografías de mujeres y hombres destacados en diferentes áreas y en especial aquellas de nuestro interés; esto nos servirá de inspiración para avanzar, a pesar de las dificultades, de la edad, de los recursos, de los obstáculos o de los qué dirán.
- Hacer una lista de aquellas tareas que creemos tener pendientes en nuestra vida para comenzar a realizarlas de inmediato. Los sueños necesitan cumplirse ya, aquellas cosas que nos hacen felices nos esperan con prontitud, las oportunidades de crecer están cerca, las ocasiones de consentirnos no dan espera, los momentos para sonreír son actuales. Tenemos todo un universo de posibilidades para tomar en nuestras manos.
- Fortalecer el círculo afectivo cercano que nos ayude a sostener un cambio en nuestra vida y al tiempo crear nuevas redes de amistades que nos lleven a nuevas rutas, a nuevos aprendizajes y sobre todo a nuevas maneras de ver lo que nos rodea.
- Planear viajes a lugares que comúnmente no pensaríamos en ir; seguro nos abrirán nuevos horizontes que generarán un cambio en la forma de sentir el mundo. Ya no seremos iguales a nuestro regreso. También es posible pensar en vivir en otra ciudad u otro país como oportunidad de empezar de nuevo.
- Buscar nuevos espacios de interacción, sean en voluntariados, en círculos de conversación, en deportes, en actividades artísticas o en grupos de afinidades; ellos nos aportarán nuevas experiencias y aprendizajes a partir de conocer nuevas personas.
- Estudiar un idioma nuevo, ojalá algo diferente a los convencionales del contexto; esto en verdad transforma la mente, ya que no sólo se aprende una lengua sino una cultura y se permea una nueva cosmovisión, lo cual traerá consigo nuevas oportunidades.
- Aprende un oficio fuera de tu profesión. Esta alternativa abrirá espacios distintos que un día pueden convertirse en una posibilidad económica importante; también serán la posibilidad de mantenernos sanos y útiles.
- Explorar nuevas alternativas laborales y/o buscar nuevos emprendimientos empresariales o sociales independientes. Es hora de disfrutar lo que hacemos.
- Ser agradecidos por todo lo que tenemos y agradecer por anticipado por todo lo que seremos y tendremos.
Y lo más importante nos debemos alejar lo antes posible de aquellos lugares, situaciones y personas que nos hacen retroceder, que nos tienen atascados, que nos producen miedo a continuar y que nos atan con dolor o manipulación.
El cambio pide coraje pero los frutos son dulces, pues podremos al fin respirar y ver la luz en medio de tantas sombras de dudas y tristezas. Dios nos acompañará en el Camino.
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Hacer cambios.
Oportuna reflexión, las once estrategias resultan prácticas y claras.
En ocasiones nos enredamos en como hacerlo, buscamos recetas muy elaboradas y cambiar se torna mas complejo que permanecer.
Me llaman la atención leer biografias esenciales y fortalecer el círculo afectivo.
Su lector
Carlos Daniel Bermúdez Pinzón
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