En este lugar el pasado y el presente coexisten de manera impactante. Aquí le comparto mi travesía por las maravillas culturales y naturales de esta Ciudad Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Estoy escribiendo esto… o, bueno, más bien se lo estoy dictando al teclado por voz de mi teléfono, porque no quiero dejar de disfrutar la vista que tengo, ni por un segundo.
Va de nuevo: Estoy dictándole esto a mi teléfono desde un bar ubicado a las alturas de Cuzco, mientras diviso la ciudad con su imponente contraste. Los techos del centro son Coloniales, mientras que al fondo muchas casas se ven ascendiendo las montañas, con una arquitectura más contemporánea.
Veo al fondo una colina que dice “Viva el Perú” y más cerca, sobre mi mesa, hay un Negroni que compré por $30 soles.
Estoy en Cuzco, Ciudad Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Es mi tercer día aquí en la región.
Primero llegué Urubamba, a donde me aconsejaron arribar antes para poder aclimatarme y no sufrir posteriormente de mal de altura o soroche. Un consejo que deberían darle a todos los turistas que busquen visitar los 2,430 metros de altura que tiene Machu Picchu o los 5,200 de la Montaña Arcoíris.
Pero Cuzco no es solo Machu Picchu o Vinicunca, Cuzco también es muchas provincias permeadas por la Colonización española, pero que se niegan (aferrándose con las uñas) a perder sus costumbres indígenas. En las calles se puede escuchar gente hablando en quechua. De hecho, 1.5 millones de personas en la región hablan “quechua cuzqueño”.
Estoy alojada en el impresionante hotel Palacio del Inka, que bien podría ser un museo (incluso todos los días ofrecen tours en español e inglés dentro de las instalaciones). Además, dentro del hotel se pueden vivir experiencias que acercan al turista la cultura peruana, como un ritual musical inca o una master class de pisco sour.
Hogar de la Montaña de 7 Colores
Ayer cumplí la misión principal que me auto impuse con este viaje a Cuzco: conocer la Montaña Arcoíris o Montaña de 7 Colores.
Desperté temprano y fueron por mí al hotel a las 6:00 am. Dos horas después de un recorrido en minivan, paramos a desayunar y luego continuamos otras dos horas de trayecto hasta llegar al inicio del sendero para ascender la montaña a pie.
Aunque todos eligieron subir a bordo de las cuatrimotos que alquilan al inicio del sendero, yo insistí en ascender caminando. No puedo estar en Cuzco y dejar de lado una de mis pasiones: hacer trekking (debo usar el anglicismo, porque me enseñaron que en Perú no está bien decir “senderismo”, debido a que la gente lo asocia con la militancia a Sendero Luminoso).
Gracias a que todos los demás integrantes de mí grupo quisieron ir en cuatrimoto, tuve la montaña y su sendero peatonal únicamente para mí.
La visita a la Montaña de los 7 Colores merece un artículo aparte, el cual le comparto por aquí, porque es impresionante… impresionante hasta las lágrimas… impresionante que pone la piel de gallina… impresionante, con cada una de sus letras.
Cuzco: Más Allá de las Maravillas Naturales
Aparte de cuán espectacular sean la Montaña Arcoíris o Machu Picchu, la ciudad de Cuzco es un destino en sí mismo.
Vale la pena recorrer su Catedral, su Plaza Mayor, sus Museos, sus calles comerciales, llenísimas de artesanías y sus restaurantes, donde se puede comer alpaca o cuy.
Así que, si se decide ir a Cuzco y disfrutar de este Patrimonio de la Humanidad, aquí le comparto algunos consejos muy útiles.
- Cuzco está a 3.400 metros de altura sobre el nivel del mar, por lo que el soroche a llegar aquí es un temor para muchos. Los bogotanos tenemos puntos a favor, aunque no somos invencibles. Para ello se recomienda tomar un poco de té de coca antes de venir. En las farmacias también se encuentran muchas pastillas de venta libre.
- El Hotel Palacio del Inka es mi recomendado, sin duda alguna. Las habitaciones parecen de la realeza, conservan un muro original del Imperio Inca, tienen su propio tour interior de arte y la atención es 10/10.
- Si se aloja en otro hotel, también puede ir a Palacio del Inka a conocer su arte y disfrutar de experiencias culinarias únicas, al mejor estilo del Perú, como la degustación de papas nativas o el plan “cozy corner”, que permite disfrutar de uno de los patios interiores del hotel alrededor de una chimenea y un buen pisco.
- Tome té de coca desde unos días antes. Generalmente, los bogotanos visitamos primero Lima, que es una ciudad que está sobre el nivel del mar, así que al llegar a Cuzco el golpe de altura es mucho mayor. Puede también alojarse unos días en Urubamba, a una hora de Cuzco, para acostumbrar a su cuerpo gradualmente.
- Tenga presente que la gastronomía de Cuzco es muy diferente a la que se ofrece en Lima. Si va a ir a Lima, pruebe ceviches y tiraditos. Ya en Cuzco, anímese a probar alpaca y cuy.
- Cambie los pesos colombianos a soles desde Bogotá, en vez de hacerlo el cambio a dólares.
Comparta este artículo con todas aquellas personas con las que sueña conocer Machu Picchu, la Montaña de 7 Colores y Cuzco en general. Perú es un destino que está a 3 horas de avión desde Colombia y que, seguramente, no lo va a decepcionar.
Comentarios