La posible compra de los Almacenes Éxito por parte del Grupo Gilinski plantea un desafío para el mercado colombiano, no sólo por la magnitud de la transacción sino por las consecuencias que podría tener.
Veamos el contexto
El diario El Tiempo pudo establecer que la oferta inicial del grupo empresarial asciende a 836 millones de dólares, (unos 3,5 billones de pesos) por el 96,52 % que la Companhia Brasileira de Distribuição (GPA) posee en el Grupo Éxito.
Lo anterior se da después de que el grupo francés Casino haya anunciado la intención de vender las operaciones y los activos de esa compañía que, a su vez, es dueña de esta cadena de supermercados en Colombia.
Un documento conocido por EL TIEMPO y firmado por Guillaume Marie Didier Gras, vicepresidente de Finanzas y de relaciones con inversionistas del Grupo Éxito, confirmó la oferta hecha por el Grupo Gilinski:
“Companhia Brasileira de Distribuição informa a sus accionistas y al mercado en general que hoy el Sr. Jaime Gilinski ha presentado una oferta no solicitada y no negociada previamente con la administración, para adquirir la totalidad de la participación de la Compañía en Almacenes Éxito S.A., se lee en el comunicado.
Dentro del mismo comunicado se especifica que la oferta es vinculante y que la suma que se pagaría al contado sería equivalente a la compra de la participación del 96,52 % que posee en el grupo Éxito.
Según se pudo establecer, el empresario colombiano irá solo en esta operación a través de Campbelltown Inc., una sociedad ciento por ciento de su propiedad y que además es el mayor accionista del conglomerado financiero GNB Sudameris.
Sobre el Grupo Gilinski
El Grupo Gilinski acaba de sellar un acuerdo con el Grupo Sura y el Grupo Argos para hacerse al control de mínimo el 87% de la propiedad accionaria de la mayor procesadora de alimentos de Colombia, Grupo Nutresa, con la condición de salir de sus acciones en el Grupo Sura.
La inversión para adquirir Nutresa, negocio en el que van de la mano con el jeque árabe Tahnoon bin Zayed Al Nahyan, quien controla la firma internacional Royal Group de Abu Dabi, ascendió a 2.700 millones de dólares en su momento.
Las inversiones de los Gilinski no solo están en la banca. En los últimos años han adquirido el Grupo Semana, el diario El País de Cali y acaban de firmar un acuerdo para comprar El Heraldo, diario de Barranquilla.
La familia también es dueña de la compañía de Plásticos Rimax, Lulo Bank (banco digital), la empresa de comestibles Yupi y los hoteles Four Seasons en Colombia, además de negocios en el sector inmobiliario en Panamá, entre otros.
Lo que se está negociando
El Grupo Éxito cuenta con más de 15 almacenes que operan bajo las marcas Éxito, Carulla, Surfimax y Super Inter (entre otras). Además, está presente en 23 departamentos y en otros países de la región entre los que se destacan Argentina y Uruguay.
Adicionalmente, el Grupo Éxito tiene importantes inversiones en el sector inmobiliarios (Viva Malls) y en el financiero (Tuya) además de contar con agencias de viajes, aseguradoras, operadores de telefonía celular y alquiler de automóviles (entre otros negocios).
En el 2022, Almacenes Éxito se posicionó como la sexta empresa con mayores ventas del país tras Ecopetrol, Reficar, Terpel, Cerrejón y Drummond. Asimismo, es la primera compañía en ventas que no pertenece a un sector extractivo.
Entre las mil compañías más grandes del país, hay 17 de este sector y Almacenes Éxito representa el 26% de las ventas totales. La rentabilidad de sus activos, lo que se gana por cada peso invertido, fue de 1%, igual a la del conjunto de las demás compañías del sector.
En el año 2022, vendió 15.1 billones de pesos, un aumento del 16.1% respecto al 2021 reportando ganancias por 99.000 millones de pesos. De acuerdo a la Superintendencia de Sociedades, sus activos equivalen a 14.8 billones de pesos, sus pasivos suman 7.6 billones de pesos y el patrimonio alcanza los 7.2 billones de pesos al cierre del 2022.
Ahora analicemos lo siguiente
Frente al hecho de que el Grupo Empresarial Gilinski ya es dueño del Grupo Empresarial Antioqueño (GEA) y, particularmente, del conglomerado Nutresa que es el mayor procesador de alimentos de Colombia; preocupa que también sea dueño del mayor distribuidor del país.
Y es que no es estratégico que un mismo grupo económico sea dueño de la producción de alimentos del país y, a la vez, de la distribución. Algo que no sólo va contra de las leyes anti-monopolio sino que puede atentar contra la seguridad alimentaria y hasta con la propia estabilidad económica y política de Colombia.
Nadie garantiza que al poseer el dominio del mercado, un actor no abuse de su posición dominante para generar una oferta insuficiente o bien, realizar una especulación de precios al también ser el distribuidor.
De hecho, muchos gobiernos del mundo han caído bajo este tipo de prácticas cuando los empresarios manipulan el mercado a su conveniencia y con claros intereses políticos. En Colombia pudimos ver lo que ocurrió cuando se pretendió incrementar los precios de la canasta familiar a través de una reforma tributaria regresiva presentada por el gobierno anterior.
No es estratégico que la producción y distribución de alimentos del país dependa de un sólo grupo económico privado, más si este cuenta con capital extranjero como es el caso del Grupo Gilinski que está asociado con un fondo emiratí. Es un tema de soberanía alimentaria que afecta la estabilidad económica y política de Colombia.
Es aquí donde el Estado debe intervenir de manera que impida que un sólo actor se apropie del mercado. Se entiende que para que el Grupo Gilinski se quede con el Grupo Éxito, debe contar con el visto bueno de la Superintendencia Financiera, de la Superintendencia de Industria y Comercio y de la BVC. Por tanto, es necesario que se actúe con con diligencia y responsabilidad.
Ahora bien, de no llevarse a cabo este negocio, tampoco sería estratégico que al Grupo Éxito lo adquiera otro operador ya presente en el país. Esto tendría el mismo efecto pues sería acaparar el mercado en detrimento de los consumidores y con gran riesgo hacia la estabilidad económica y política de Colombia, más si se trata de un actor extranjero.
El Estado debe hacer esfuerzos para que lleguen nuevos competidores al país de manera que bajen los precios y se mejore la calidad ofrecida. Existen muchas firmas interesadas en llegar a Colombia, pero es necesario que se facilite su entrada ofreciendo seguridad jurídica e impidiendo que los actuales actores conformen monopolios y cartelización.
Oportunidad de oro para Colombia
Es un buen momento para que el Estado colombiano compre la totalidad de las acciones del Grupo Éxito o, al menos, el 51% para tener control sobre estos activos y sus operaciones. Es un tema estratégico que podría servir para distribuir la producción agraria nacional además de bienes de consumo de otra naturaleza, bienes industriales y servicios.
De esta manera, el gobierno nacional podría alcanzar su objetivo de reactivar la agro-industria facilitando la distribución de la producción campesina junto a otros productos nacionales de diferentes sectores de la economía. Colombia posee una importante industria que se está reactivando y que requiere de una logística adecuada para llegar a su cliente final.
El sector público puede trabajar de la mano con el sector privado para este objetivo de manera que el Estado de Colombia sea un inversor que posea mayoría accionaria en el Grupo Éxito junto a un socio privado que posea el resto de las acciones y realice la operación de las grandes superficies y demás negocios.
Revivir al Idema no es una buena idea ya que al Estado le tocaría asumir unas operaciones que no son de su experticia y que realizan mejor las empresas privadas que se dedican a ese negocio. Además, existen unos costos propios de la actividad como son compra de instalaciones, compra de maquinaria y pago de personal. Esto haría que se eleven los costos y por tanto, los precios finales, haciendo que el negocio no se sostenga en el tiempo.
Por el contrario, el Grupo Éxito ya cuenta con las instalaciones, con el personal y con la suficiente experticia. Sólo haría falta un socio inversor que también se ocupe de la operación y que bien podría ser una firma nueva que no esté presente en el país.
Colombia tiene una oportunidad de oro para mejorar su distribución de manera que se beneficie la producción nacional y se ofrezca una mejor calidad a precios asequibles a la vez que se fortalece el consumo interno. Todo esto hará que la economía colombiana crezca y se fortalezca además de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
Comentarios