Todos tenemos un lado oscuro y cuando falla el filtro nos metemos en problemas, la sociedad no está preparada para tanta sinceridad. Si no controlamos lo que realmente somos estaremos en el ojo del huracán como la diputada Ángela Hernández, pero al final no es culpa de ella. La pobre fue criada en este país que a pesar de tener tecnología del siglo XXI sigue administrado por bobos.
Llevamos 50 años de guerra con las Farc, engendramos tipos como Luis Alfredo Garavito y Carlos Castaño, elegimos a Samuel Moreno y educamos a los Nule. Es evidente que algo viene mal desde hace rato, que producimos cosas malas y de calidad. Acá el Gobierno, la Iglesia y la Academia fallaron porque en Colombia hay mucha gente misógina, racista, homofóbica y violenta. La diputada santandereana es solo una consecuencia de lo mal que hemos hecho las cosas. Ángela sencillamente no aguantó más, tarde o temprano todos estallamos y sale a flote nuestra naturaleza.
Decía que la mayoría tenemos algo de maldad pero con el tiempo aprendemos a administrarla. Jamás nos exponemos tanto con los extraños o sencillamente nos tragamos todo. El otro día que me robaron un retrovisor del carro fantaseé un rato a la hora del almuerzo con tener a los culpables atados de manos frente a mí y tomar justicia por mi cuenta, entonces me dibujé mentalmente golpeándolos hasta cansarme. Y eso es lo que asusta, que gente tan radical e intoxicada como uno esté en el poder liderando el futuro de este país.
Cuando uno escucha la propuesta de Ángela Hernández se da cuenta de que los heterosexuales la embarramos por criar gente así. Al contrario, deberíamos intentar con otras vías: colegios sin uniformes y libres de la cátedra religiosa, que le permitan a cada uno ser. Muchos vivimos con traumas de la niñez que pocas veces expresamos, por eso es que después de los 30 años terminamos buscando un psicólogo que nos ayude a liberar los temores de la infancia.
En Colombia cuando uno ve este tipo de noticias en los medios no sale de la casa informado sino deprimido. Insinuar que los homosexuales tengan colegios exclusivos refleja la patología de un país intoxicado y enfermo. Acá a todos nos ha faltado amor, por eso vivimos llenos de inseguridades cuando vemos que otros hacen lo que los llena de felicidad. El otro día repetí The Beginners y entendí que el verdadero amor se manifiesta en edades y cuerpos distintos a los que estamos acostumbramos. Si todavía no logramos entender eso es porque tenemos muchas taras y hay que revisar todo de nuevo.
De acuerdo parcialmente, si bien es cierto que se debe enseñar a tolerar esta realidad del país y del mundo, no significa que debamos permitir y aprobar cuanta ley salga en favor de los «derechos» de este género, pues abriría la puerta a exigencias e imposiciones de una minoría, es decir, ¿la mayoría tenemos que adaptarnos al punto de construir baños únicamente para que esta minoría no se sienta discriminada? Por que mejor no nos enfocamos en leyes contra el asesinato, el robo, la corrupción o para no ir tan lejos la salud pública! Y que los homosexuales y heterosexuales aprendan a convivir sin ninguna imposición jurídica ni moral.
Por último, por encima de cualquier ley jurídica, patrón cultural, religión o estilo de vida, hay una de índole natural que afirma que: quien vaya encontra de su naturaleza humana debera asumir las consecuencias de manera consciente. Ahhh noo estas de acuerdo? Pues entonces nunca duermas, nunca vayas al baño o ten hijos con una persona del mismo sexo!
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Estamos enfermos…hombre con hombre,mujer con mujer,niños con burros,niñas con perros. Y los enfermos somos los otros…a lo malo lo llamamos bueno.
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Jorge jimenez usted afirma esto porque como dice el dicho el ladron juzga por su condicion.
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Muy bien tienes toda la razón,tenemos que aprender a respetar las diferencias
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