![Foto del autor: Hugo Molano Rojas Molano Rojas](https://blogs.eltiempo.com/elhazmerreir/wp-content/uploads/sites/760/2017/08/250x250-Elhazmereir-200x200.jpg)
En Colombia ya no hay pobres. Les variaron el nombre y ahora los llaman usuarios de la pobreza. Y como esto no les ha bastado, siguen progresando: hoy hicieron el lanzamiento oficial de su propia organización gremial, y lo usaron para anunciar que ésta se dedicará a la especulación tributaria.
En su primera presentación, los líderes del gremio revelaron los principios que rigen la organización y los cambios que propondrán. El comunicado es el siguiente:
“Somos la Asociación nacional de panzas decadentes. Una sociedad sin ánimo de lucro y enemiga del apetito voraz. Congrega a 23 millones de usuarios, que dedican su menguado estómago al servicio de dos principios esenciales: alegría por la llenura ajena y austeridad en la comida.
“Gracias a la austeridad, hoy en día nuestra digestión inteligente acepta solo una de las tres antiguas comidas del día. La doble renuncia alimentaria ha hecho de nuestra hambre una de las más sólidas y placenteras del mundo.
“Pero en la Asociación no todo es barriga vacía, corazón contento. No.
“Sentimos preocupación por las consecuencias desastrosas de la reforma tributaria de Petro. Una de ellas, y no la menor, es que aumenta el saqueo estatal de las ganancias de los empresarios, y que ese despojo hará que muchos de ellos lleguen a la pobreza.
“En otras palabras, esta reforma tomará a soberbios empresarios y los convertirá en modestos usuarios de nuestra magnánima pobreza.
“Evitaremos este desastre. Petro debe ser consciente de que nuestra pobreza se halla tan atiborrada de gente, que está a punto de reventar. Un empresario más en ella y bajaremos diez peldaños en la escala social: de la pobreza pasaremos a la indigencia.
“Así las cosas, le exigimos a Petro que retire de una vez por todas el impuesto a las ganancias de los empresarios. Los dineros que falten, los aportaremos nosotros. De dos modos.
“Con la creación inmediata de un impuesto a la pobreza. Nuestro dinero saldrá del escondite en que se encuentra, y se lo daremos al Estado. Así lo exige el bienestar de nuestros empresarios.
“Con nuestro rechazo rotundo a los subsidios del Estado. Ya no los recibiremos. Despiertan el deseo de enriquecimiento fácil. Y créannos, preferimos hacernos ricos difíciles con el sudor de nuestra frente, a hacernos ricos fáciles con el sudor de la frente de los empresarios.
“Con gran esfuerzo hemos acumulado cantidades apreciables de pobreza, y la hemos ahorrado. Creemos que la inversión en la prosperidad de los empresarios es la manera más noble de usar esos ahorros.
“Entonces, presidente Petro, dele a la pobreza la importancia que otros mandatarios no le han dado, y atienda, ya, las dos propuestas”.
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