El manejo de otros idiomas tiene múltiples efectos positivos. Ser bilingüe o multilingüe estimula el cerebro y las funciones cognitivas, las personas desarrollan una mejor capacidad de memoria, de atención, y claramente son más sociables. Asimismo, genera oportunidades de progreso a nivel individual y de desarrollo económico para las empresas y los países, en un mundo cambiante y cada vez más integrado gracias a la tecnología que elimina las barreras geográficas.
Hoy, los negocios requieren, cada vez más, que las personas manejen diversos idiomas, de manera que la interacción entre individuos de diferentes geografías sea más fluida y facilite el trabajo. Es un tema de competitividad.
Un estudio del Foro Económico Mundial evidencia que los países que fomentan activamente el aprendizaje de diferentes idiomas obtienen una variedad de recompensas, entre las que se destacan crecimiento económico, exportaciones más exitosas y una fuerza laboral más innovadora.
Suiza, por ejemplo, adjudica un 10% de su PIB a la herencia multilingüe (su población habla hasta cuatro idiomas). En Alemania, se encontró que las empresas que invirtieron en personal multilingüe agregaron 10 países de exportación a su mercado, mientras que las compañías que menos invirtieron manifestaron haber perdido varios contratos.
En un mundo globalizado e hiperconectado, apostar por un talento multilingüe debe ser una prioridad para países como Colombia y debe estar en la agenda del gobierno, las empresas y el sector educativo. En esto, coincido con un artículo de Entrepreneur titulado “El multilingüismo y la fluidez cultural son los motores de la fuerza laboral del mañana”, en el que expresa que “Las posibilidades de una futura fuerza laboral global que no esté limitada por las diferencias culturales o la fluidez del idioma en nuestro mundo interconectado son infinitas, pero debe comenzar con un enfoque revitalizado de la educación que reconozca la importancia del multilingüismo y el lenguaje global”.
Las oportunidades para Colombia son muchas. En primer lugar, el que los ciudadanos colombianos manejen dos o más idiomas podría contribuir a la disminución de la tasa de desempleo y de informalidad en jóvenes. Hoy industrias como la tecnológica y la de tercerización de servicios lideran la demanda de talento bilingüe en el país. Contar con este talento es clave si queremos que haya más progreso y mayor interés de las compañías por contratar talento colombiano, sea internamente o fuera del país.
Otro aporte tiene que ver con la inversión extranjera directa y la atracción de nuevos negocios. Un estudio de Invest in Bogotá con Fedesarrollo, asegura que la “inversión extranjera requiere de una oferta de personas bilingües para que no se generen cuellos de botella en las regiones donde los extranjeros deciden invertir. Empresas y negocios de todo el mundo colocan sus puntas de lanza en la región de América Latina en aquellas ciudades donde se facilita la logística, los servicios y, por supuesto, el idioma”.
Y ni qué decir de las exportaciones. En el 2021, las ventas al exterior de servicios de conocimiento – en donde sectores como BPO y tecnologías de la información brillan – crecieron más del 40%. Estas industrias tienen gran parte de su potencial en el talento bilingüe y multilingüe.
Si logramos avanzar en cerrar la brecha de los idiomas, con seguridad tendremos una razón adicional para ser más relevantes en el sector empresarial global que confía en el país, y así atraer mayor inversión y apostar por el talento colombiano.
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