Entrenando para un Ironman 70.3: Tener calma

Desde que se me metió en la cabeza lograr cruzar la meta de un Ironman 70.3 he experimentado muchos sentimientos o estados, ente ellos el de la ansiedad, cuando empecé a entrenar pensaba que entre más duro lo hiciera mejor iba a ser el resultado y nunca contemplé la importancia del descanso.

Un cuerpo cansado y estresado no funciona igual que un cuerpo en buen estado y con una mente clara. Es esencial controlar la cabeza, no llenarnos de pensamientos negativos, tratar de disfrutar el paisaje e ir muy concentrado en lo que se esta haciendo.  En mi caso, ha sido un proceso lento lleno de altibajos, hace un año estaba tocando con la yema de los dedos esta pasión del ciclismo y aunque no pensaba en tiempos o kilometros hoy miro para atrás y me doy cuenta que me tomó mucho llegar al punto en el que estoy (el básico).

En mi caso la ansiedad me provocaba (y aún a veces me provoca) quemarme en los primeros 15 o 20 minutos y el resto del tiempo ya no me quedaba energía. Lo que he ido aprendiendo es la distribución de la misma, empezar de menos a más, ir despacio pero constante. Por ejemplo, si hoy hice 30km y mañana hago otros 30 y así sucesivamente al terminar la semana logré hacer 150 y así poco a poco voy logrando llegar al objetivo, sin afanes, sin estresarme por no lograr el tiempo o los kilometros que quería o pensaba.

Yo la verdad no entendía que el cuerpo, luego de un desgaste largo al montar en bicicleta o trotar, también necesitaba recuperarse. ¿ Y cómo recuperarse? Me he dado cuenta que un buen baño caliente, un batido de banano, fresas y almendras, los masajes y aplicarse frío y calor en los músculos, nos ayuda a resucitar o a  recuperarnos más rápido y efectivamente.  Hoy lunes 5 de noviembre me hice un tiempo en la bici que no esperaba que no contemplaba, pero siento que fue el reposo, el haber entrenado juicioso y constante  lo que me permito superarme.

De vez en cuando hay que ir engañando la cabeza, no exigirse todos los días lo mismo ( aplica como para la vida) un día ir a tope, el otro salir y aflojar las piernas, descansar mientras se entrena, la idea es continuar y no terminar odiando esto. Creo que todo en la vida es un proceso y a veces uno quiere que las cosas se den ya, ipso facto, pero la realidad es que muchas veces esas cosas que se dan así no duran o no le agarramos el cariño que deberían. Hay que entrenar con paciencia, trabajar con paciencia, me atrevo a decir que hasta a querer con paciencia, total el deporte es como la educación, no se da de un día para otro, pero el que la tiene o lo práctica se le nota.

Una cosa super importante es la constancia y la disciplina, sin esas dos es posible que no logremos nada en la vida. Sin embargo hay que darle tiempo al tiempo confiar en ese objetivo o proyecto que tenemos, estoy seguro que si le depositamos la confianza y le dedicamos el tiempo necesario lo vamos a lograr, pero como dicen por ahí no es el que llegue primero sino el que sepa llegar…