Salí a entrenar con una amiga por el malecón de Cúcuta, el clima por estos días ha estado maravilloso, 32 grados centigrados con un viento que me hace pesar que lo único que le hace falta a la capital norte santandereana es el mar. Sin embargo la gente siempre va a criticar la fiesta según como le haya ido, y la cosa es que para disfrutarse una fiesta, o en este caso una ciudad, hay que estar en la actitud adecuada para hacerlo.
El comercio en Cúcuta esta disparado. Restaurantes, cafés, contenedores, gimnasios, y hasta grupos de runners y triatletas tiene la ciudad. También hay más ciclistas. Y tuve la oportunidad de conocer a un grupo de emprendedores agroindustriales que le están apostando a un nuevo producto a partir de la sacha. Además han llegado un par de hoteles nuevos… En fin, tiene uno que estar muy encerrado en cuatro paredes para no ver el proceso de cambio que se está viviendo actualmente, o tal vez tener demasiadas ulceras en la boca para despotricar de la ciudad en la que nació.
No conocemos la intención que tienen algunos al publicar su actitud pesimista frente a Cúcuta, sin embargo quiero aclarar que:
El trayecto de Cúcuta -Bucaramanga tiene una duración aproximada de 4 horas 50 minutos a un ritmo constante de 60km/h. De Cúcuta a pamplona hay 60km y se puede tardar entre 1 hora a hora y media por algunos arreglos que hay sobre la vía.
Al ser ciudad fronteriza, Cúcuta ha sido una de las capitales más afectadas por el éxodo masivo de los venezolanos (según una publicación de la Revista Semana, diariamente pasan alrededor de 60 mil ciudadanos del vecino país). Sin embargo la comunidad, en medio de sus posibilidades, se organizó para ayudarlos. Muchos medios han cubrierto estos gestos humanitarios. Gasta con poner en Google «ayudas humanitarias a inmigrantes venezolanos» para encontrarlos. Decir que Cúcuta es xenófoba y que siente deseos de aniquilar a sus vecinos, es de esos hipérboles que suele usar la gente demasiado apasionada que no mide el efecto de sus palabras.
Su clima, como les dije antes, es maravilloso para mi. He tenido la oportunidad de estar en otros sitios de Colombia que literal son un ‘horno’, pero bueno… eso es como el que se come los mocos: al que le gusta le sabe.
Sobre el comportamiento de los hombres y las mujeres, prefiero dejarle el tema a los sociólogos. Tengo una amiga buenísima que seguramente puede entrar a estudiarlo ya que, al parecer, Cúcuta es la única ciudad en el mundo en la que sus habitantes hablan sin tapujos de sexo, negocios, autos, operaciones estéticas y demás.
Así por encima puedo recomendarles los pasteles de garbanzo, de acelga, de queso, las hamburguesas, el famoso mute o los cortados de leche de cabra. Les prometo que si vienen a probarlos no se van a arrepentir. También pueden ir a visitar el centro histórico, la casa del General Santander o La bagatela. Para nosotros que venimos de vacaciones, lo que hay es sitios donde tomarse algo frío y encontrarse con los amigos de infancia.
Amigos ¡hay que vivir! Pero vivir de verdad. No basta con quedarse solamente con la primera impresión de algo, la critica es buena cuando es constructiva, y cuando se encarga solo de destruir, es mejor dejar que pase de largo. Tenemos una ciudad maravillosa, disfrutémosla y demostrémosle a los que vienen el sabor de vivir aquí…
Andrés Albarracín
Instagram: andres_albarracin
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