Ingresa o regístrate acá para seguir este blog.

En 1980, Juan Carlos González llegó al Barrio Bachué, en el occidente de Bogotá, y al correr el tiempo conoció e hizo una gran amistad con adolescentes de la misma edad; ellos son los hermanos Beltrán, Lamilla, los Vargas y William (el Flaco).

Como muchachos de bien, hacían de todo, como jugar y rumbear sanamente. Fue una amistad que creció por muchos años, y poco a poco cada uno tomó su rumbo de vida, pero sin alejarse unos de otros. Varias veces se reunían los fines de semana para contarse y actualizar sus vidas.

Después de un tiempo, se unió al grupo alguien bien especial y con una belleza particular:

Luz Fanny Piñeros.

Ella y el Flaco se gustaban. Eso hizo que la amistad de los dos creciera con el grupo.Una joven en el centro de sus amigos

El Flaco, como se le llamó siempre, era un muchacho bien simpático, de un carisma espectacular. De una belleza… no solo de su perfil, sino de su manera de ser.

Eran muy buenos amigos. El Flaco (William) y Juan Carlos, dos amigos inseparables. A quienes los unía un sentimiento por Fanny. Sin embargo, al Flaco le llovían las mujeres y él nunca mostró interés por tener una relación con ella.

Un día, el Flaco y Juan Carlos comenzaron a hablar de Fanny y fue a él, al Flaco, a quien se le ocurrió hacer una apuesta:

El Flaco le dijo a Juan Carlos:

–Hagamos una apuesta, cuál de los dos conquista primero a Luz Fanny…

–El que pierda invita a una canasta de cerveza.

Así pasó el tiempo de estos dos muchachos, y siguieron su vida normal. Después de un tiempo, fue Juan Carlos quien ganó, y la conquistó el 11 de mayo de 1996. Ya que Fanny era la vecina más cercana de Juan Carlos, eso le ayudó para ganar.

Los dos amigos siguieron la amistad como siempre, sin olvidar que eran muy amigos en las buenas y en las malas. Cumpliendo las apuestas, así fue como el Flaco pagó su deuda:

Un día invitó a Juan Carlos a su apartamento y se tomaron la caja de cervezas fruto de la apuesta. El Flaco le hizo prometer Juan Carlos que cuidaría a Fanny; porque ella era una mujer especial y muy bonita, que se merecía lo mejor, y así le dijo estas palabras: Dos cervezas

–Juancho, prométame que la va a cuidar; esa pelada es bien, respétela y dé las gracias que lo dejé ganar.

Tales fueron las palabras que el Flaco pronunció esa noche de cervezas en mano. Juan Carlos se fue con una risa reflejada en la cara. Pues no pensaba que iba a ganar, porque William (el Flaco) siempre fue ‘pinta’. El Flaco fue siempre esa clase de amigo que nunca te saca el mal genio; siempre está ahí, apoyándote y cubriendo todas las ocurrencias de los amigos.

Juan Carlos Recuerda que en el mes de junio de 1996, para la fiesta de San Pedro en Neiva, Huila, el Flaco tuvo la maravillosa idea de ir a las fiestas. Juan Carlos y Nelson Vargas (el Negro) no pudieron ir; este último fue el que habló con el Flaco esa tarde para decir que no podía, y entonces se fue con otros amigos… Ese día fue y será la fecha para recordar para siempre al Flaco…

Por la noche, un sábado salieron en un vehículo de uno de ellos, e iban conversando sobre sus ideas de divertirse lo máximo en las fiestas… iban muy rápido y, sin darse cuenta, el carro chocó con una tractomula; el carro dio vuelta y cayó al barranco.

Un Ángel sentado en la nube.El Flaco iba en la silla de atrás y del golpe, la puerta se abrió y él se cayó; y, según dicen, la cabeza quedó partida en dos, pero el Flaco estaba vivo; las personas que se acercaron les robaron todas sus pertenencias y los dejaron desnudos. Cuando llegaron los de la ambulancia y todo el personal indicado, los amigos ya habían fallecido, pero el Flaco estaba vivo. Lo llevaron a la clínica más cercana y después de unas horas falleció.

Dos días después fue cuando se enteraron de que el Flaco había sufrido un accidente automovilístico, junto con las personas con las que viajaba. Se enteraron de que William (el Flaco) sufrió un trauma encefálico severo y entró en coma. Su familia, destrozada, igual que Juan Carlos, su amigo, quien esperaba que su amigo se recuperara… pero no fue así.

El dolor de Juan Carlos por la pérdida del Flaco jamás pasará.

Hoy es el esposo de Fanny; él le cuenta a ella lo que hicieron los dos al hacer la apuesta de conquistarla.

Aún está vivo su recuerdo, y Juan Carlos, cumpliendo la promesa que le hizo al Flaco. Con una apuesta nació el amor que lleva 20 años y cuyo fruto es una hermosa hija. Son felices, sin olvidar al amigo de siempre. Recordando cada palabra, cada gesto de su amigo el Flaco.

**Gracias a Juan Carlos González.

* Condolezza quiere ser tu amiga, escribe a este blog literario y cuenta tu historia a:  condolezzacuenta@hotmail.com  Twitter: @condolezzasol. Todas las historias serán revisadas y corregidas para ser publicadas.  Se reservarán los nombres, si lo deseas.  

Compartir post