Esta carta a la mamá colombiana para el día de la madre, es un homenaje a cada una de esas mujeres que se han tomado ese papel como profesión, sin dejar de ejercer como médicas, artesanas, chefs, politólogas, campesinas, empresarias, gerentes de hogar, secretarias, abogadas, arquitectas, meseras o cualquier otro trabajo.
Las mamás colombianas son lo máximo
Usted mamá me indicó cómo demostrar cariño de otras maneras. Preocupándonos mutuamente por nuestra salud, apoyándonos en todos los momentos difíciles, siendo cómplices de lo que nos gusta aunque engorde o trasnoche.
Me enseñó el amor a través de la comida, porque no es lo mismo hacer un almuerzo con arroz que hacerlo con “arrocito”. Con arrocito sabe más bueno porque tiene todo el esfuerzo del amor para que quede muy rico.
Me enseñó que cuando uno tiene hijos quisiera solucionarles la vida todo el tiempo así los esté malcriando; porque la felicidad de los hijos es la felicidad propia.
Usted mamá, me ha enseñado a creer, a tener esperanza en que todo saldrá bien siempre a pesar de los momentos duros.
Sin decírmelo nunca, me enseñó que no hay edad límite para empezar de cero, que siempre se puede volver a empezar y que siempre se debe luchar. Usted me lo ha enseñado con su ejemplo, como debe ser. Me lo enseña a diario, cada vez que la veo tomando un nuevo curso, aprendiendo tecnología o iniciando nuevos negocios y proyectos.
Usted como buena mamá colombiana me enseñó que hay misterios invisibles de los que hay que cuidarse, como el sereno y los chiflones; y que hay remedios infalibles para la tristeza como el chocolate con almojábana; que hay remedios para el mal genio como el cafecito colombiano en la mañana; que hay bebidas mágicas para reponer fuerzas, como la “aguapanela” (y si es con queso campesino, mejor).
Nunca he entendido del todo lo que es salir a la calle «desguarambilado», pero gracias a usted trato de no hacerlo. Tampoco sé diferenciar una yuca «yuyita» de una que no lo esté. Lo que sí me ha dejado claro es que las mujeres son una fortuna en la vida de un hombre. Me demostró sin una palabra cómo se ama con todas las fuerzas, y eso es lo que replico con mi esposa y con mi hija.
Usted y yo no somos personas de expresar palabras; somos personas de amar sin restricciones pero sin decirlo mucho.
Por eso, ya que no me queda fácil decir todo lo que siento, decidí escribirlo para que le quede claro aunque usted ya lo sepa.
Decidí escribirlo porque el alma también se ahoga con las palabras que por timidez no se pueden sacar fácilmente y hoy quiero desahogar la mía.
Hoy quiero que sepa con palabras lo que trato de demostrarle de otras maneras. A veces de pronto ni sean muy notables esas maneras. Hoy quiero que sepa que la amo con todas mis fuerzas y que vivo orgulloso de la persona que es. Vivo orgulloso de todo lo que ha hecho por mi vida, incluso sacrificando parte de la suya.
Vivo eternamente agradecido por su arrojo trabajando muy duro para que a mí nunca me faltara nada, e incluso para darme lujos.
Sí, es una forma de malcriar, pero ninguno de nosotros vino al mundo con un manual para saber la manera correcta de criar a otros.
Lo que sí viene pegado a nosotros es el sentimiento y ese cada quién lo demuestra a su manera. Quitarme a mí mismo lo “malcriado” ha sido bien difícil cuando me he enfrentado al mundo real, pero ha valido la pena cada minuto de mi vida a cambio de todo ese amor recibido de su parte.
Vivo agradecido porque por sus cuidados, sus esfuerzos y su amor, logré ser un eterno resistente. Resistente a las tristezas, a las adversidades, a las injusticias. Caigo y me levanto con más fuerza porque la he visto caer y levantarse poderosa siempre. Usted es mi espejo.
Vivo agradecido porque con su ejemplo, me ha mostrado siempre que hay que ser justos y solidarios; que las peleas son normales pero no deben ser para siempre, que una sopita caliente con aguacate o banano puede curar una angustia tanto como lo hace un abrazo.
Vivo agradecido porque me ha enseñado que todos nos equivocamos alguna vez, pero que nunca debe quedar resentimiento donde hay amor. Me ha enseñado que un momento de rabia se pasa tarde o temprano porque siempre surge la necesidad de volver a disfrutar de esa persona con la que uno se ha peleado.
Usted es el gran orgullo de mi vida porque sin conocer las instrucciones y solo a punta de altruismo, logró formar a una persona libre, pensante, creativa, solidaria y comprometida. Así es como me siento y todo eso se lo debo a usted mamá.
Es el gran orgullo de mi vida porque logra llenarme de ternura en momentos toscos de la vida y eso me inspira, me llena de motivos para seguir persiguiendo mis sueños y que usted siga viendo cómo se cumplen para que se le infle el pecho porque sabe que también son triunfos suyos.
La admiro cuando la veo hacer toda una celebración de una simple tarde de juegos o de onces y cuando la he visto llorar porque alguna palabra de alguien fue hiriente, y eso me recuerda lo vulnerables y diferentes que somos todos como humanos.
Me siento orgulloso porque me enseñó a creer en el valor de las cosas pequeñas de la vida sin renunciar a los grandes sueños. Me enseñó que ser un buen anfitrión no es una obligación sino un placer; que donde comen dos comen diez y que siempre es mejor que sobre para repetir y no que alguien se quede sin comer.
No quiero tener como madre a una persona que no se equivoque porque eso no existe. Eso sería una persona que finge. No quiero una madre que me deje a mi suerte “porque ya estoy muy grande”, porque el amor de la mamá se necesita cada minuto de la vida.
¿Para qué tener una mamá que se calle el orgullo que siente por su hijo por no parecer pretenciosa?. No, ese orgullo con el que habla de mí es merecido y no por mí sino por usted misma, porque se lo ha ganado a pulso.
No quiero nada diferente a lo que usted es. Usted es mi mamá, mi orgullo y mi motivación y así, tal como es, así es como la amo.
Hermoso post… llore y todo!
Gracias a Dios por darnos ese angel a todos!
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Se me aguó el ojo!!! Me hizo pensar en todo lo que una mamá representa en nuestras vidas.
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hermoso :¨)
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Que hermoso , lloré
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Cuan hermoso es leer un articulo como el anterior. Saber ubicar a la madre en su debido lugar con respeto, amor, comprension y entrega. La autora de nuestra vida agradezco al autor de este escrito que sin proponerselo me llevo a la reflexion y admiro sus palabras. Felicitaciones.
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