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El coronavirus no ha hecho más que demostrarnos que somos una sociedad superficial, egoísta y pobre mentalmente. Vemos aglomeraciones, plataformas caídas y compra masiva de productos que no impulsan la economía.

No se si reír o llorar…

Como mandatario no hay cómo ganar esta batalla; por un lado obligan a la cuarentena desestimando el daño a la economía, vulnerando a los más pobres y esto genera manifestaciones. Por el otro, abren un escenario para impulsar las ventas y se enardece la crítica ante la irresponsabilidad.

Tres meses de cuarentena a la basura por comprar un televisor, no le pidamos a un alcalde o a un presidente que haga algo por las personas si ellas no hacen nada por sí mismas.

La condición básica para evitar contagiarse es no estar en espacios cerrados, con poca ventilación y sin distanciamiento social. Todos en un solo almacén.

Covid con el 19% de descuento.

Parece que después de tres meses todavía no se entiende la gravedad no solo en materia de salud, sino en economía e impacto social.

Esta situación solo tiene una salida y es actuar desde la individualidad, pero pensando colectivamente.

Desde la individualidad si usted está trabajando en su casa. ¡Tiene trabajo y tiene casa! Eso lo hace afortunado. Muchos no tienen ninguna de las dos. Entonces cuide a los demás quedándose en cuarentena este tiempo de confinamiento, así puede evitar que muchos mueran.

Desde la colectividad piense en que si usted es irresponsable esto afecta a todos y hay muchas personas que dependen de terminar el aislamiento.

Desde la madrugada iniciaron a reportarse enormes filas para ingresar a comprar a grandes cadenas y circulan videos de aglomeraciones. En las fotos el factor común es la compra de televisores y electrodomésticos de lujo.

¿De verdad vale la pena arriesgar la vida por un televisor?

La alternativa a esta lamentable situación: las compras virtuales, pero como ya es de conocimiento no estamos preparados para esto. Antes de las 9  de la mañana los grandes almacenes ya tenían su páginas fuera de línea o con filas virtuales.

¡Sí, filas virtuales! jajaja

Desde la perspectiva económica esto no sirve de nada para la reactivación económica, ya que se impulsó la compra de productos importados, esos mismos que se compraron con el dólar a $4.000 y que muchos denunciaron que tenían alteraciones en los precios.

En mi opinión esta jornada nos muestra:

  • Ignorancia financiera al comprar cosas que no necesita solo por el “descuento”.
  • Ignorancia y egoísmo de permanecer aislados para evitar los contagios.
  • Falta de preparación ante la transformación digital que tanto se promulga.
  • Ineficiencia en los protocolos no solo por parte del gobierno, sino de los comercios.
  • No estamos preparados para reactivar el curso normal de la sociedad.

Por hoy nos queda sino esperar a ver los resultados de una jornada catastrófica en la que al parecer lo único que se va a reactivar es el contagio. 

Ya las cifras nos darán la razón.

Si en realidad buscamos reactivar la economía compremos local, compremos a emprendedores, campesinos y artesanos.

Feliz fin de semana y que la suerte esté de su lado.


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Chao, chao.

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