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Fachada Fiscalía – foto tomada de RCN Radio

La Fiscalía General de la Nación, ente que gozaba de todo el respeto en Colombia ha caído muy bajo. En cabeza de Néstor Humberto Martínez ya no goza de ninguna credibilidad.

Es muy sospechosa la manera como filtra audios a los medios, cómo les entrega a cuenta gotas pruebas y cómo no divulga otras.

Aparecen videos de la noche a la mañana develando unos ‘operativos’ de inteligencia que ni en las grandes series policiacas gringas se ve.

Lo curioso de todo eso es la manera como se llevan a cabo.

Siempre hay agentes provocadores, ‘encubiertos’, ‘agentes de la DEA’, que hacen parte de dichos ‘operativos’ en donde se busca en muchos casos inducir al delito.

Se trata de tentar a quienes terminan implicados con dineros de incautaciones que maneja la misma Fiscalía, con cámaras hasta en los lugares menos imaginados, con micrófonos hasta en la sopa, (si el hecho ocurre en un restaurante), y con funcionarios de esa institución listos a ‘arrestar en flagrancia’ a los que están cometiendo el delito ‘en vivo y en directo’.

En el último caso mediático de la Fiscalía, que involucra al exsenador Luis Alberto Gil y al exfiscal de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), Carlos Bermeo, por supuestamente exigir 2 millones de dólares para retardar la extradición del exjefe de las Farc, Jesús Santrich, el ciudadano de a pie, antes de aplaudir el ‘operativo’ rechaza ese tipo de actuaciones. La gente no es boba ni traga entero, es evidente cómo ese ente investigador y acusador, en cabeza del tan cuestionado fiscal Néstor Humberto Martínez, aprovecha su poder en tecnología y en recursos para destapar ‘ollas podridas’, pero de manera selectiva.

¿Por qué no es tan diligente con investigaciones como la de Odebrecht y otras tantas?

Debemos aclarar que nunca estuvimos de acuerdo con el proceso de paz de Santos, ni con el acuerdo ni con la JEP, pero es tan evidente cómo el Fiscal utiliza la institución que preside para desprestigiar más esa cuestionada Jurisdicción Especial para la Paz con el único fin que el presidente Duque objete su reglamentación.

Martínez es un fiscal que encarna la puerta giratoria, que ha trabajado para los billonarios y que su deseo de hacer justicia no se lo cree nadie. Es experto en manejar los medios y logra que se publique lo que él quiere, cómo él quiere y dónde él lo quiere.

A pesar de la incoherencia en sus intervenciones, vuelve mediático lo que él necesita que sea así, pero también tiene la capacidad de engavetar lo que no le conviene.

Todos queremos que se investigue, se acuse y se haga justicia, pero no de esa forma. No es necesario el Show Mediático, el circo, el protagonismo de novela. No es correcto usar agentes provocadores e inducir al delito para tentar a quiénes la Fiscalía quiere involucrar.

Como dice un colega en uno de sus trinos, IgnacioGreiffenstein @NachoGreiffenst, ¨Si usted va cometer el delito de pagar/recibir un soborno de US $460 mil, guardados en una maleta, ¿escogería/aceptaría el lobby de un hotel 5 estrellas para ese encuentro? Abriría/dejaría abrir la maleta delante de todo el mundo?¨

La gente de a pie no cree en esos ‘seguimientos’, en esos ‘mexicanos’, en esos ‘agentes’ de la ‘DEA’, en esas ‘pruebas contundentes’, en esas ‘colaboraciones de gobiernos extranjeros’.

A propósito, si no es por Estados Unidos, lo de Odebrecht y otros casos, no se hubiera conocido, y sin embargo la Fiscalía gana indulgencias con Padre Nuestros ajenos.

Néstor Humberto Martínez y su Fiscalía no convencen al pueblo por más show que hagan.

Le haría un gran favor el Fiscal a ese ente investigador y acusador si renunciara a su cargo para que la Fiscalía recupere su credibilidad y su respeto.

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