El Líbano, una región que está situada en una zona que históricamente desde su origen ha sido fuente de conflictos y enfrentamientos entre civilizaciones y pueblos, está constituida por una estrecha franja de tierra entre el Mediterráneo al oeste, el desierto de Siria al norte y este, e Israel al sur.
Una bandera que representa un majestuoso cedro el cual tiene como propósito simbolizar la fuerza, la paz, eternidad y santidad. Asimismo, franjas rojas que evocan aquellos sacrificios realizados en la lucha por la independencia del país.
En este sentido la poderosa y mística historia del Líbano busca ser extrapolada desde el 2015 por un grupo de jóvenes en Colombia que tienen ascendencia libanesa, para lograr materializar la verdadera unión de culturas y desarrollar íntimamente el concepto de comunidad: esto se traduce en JUCOLI – Juventud Colombo Libanesa
Lo anterior, a la par con las acciones efectuadas a nivel mundial por el World Lebanese Cultural Union Youth (WLCU) donde se celebran fechas de gran relevancia para sus miembros como lo es el LEBolution; un encuentro sin precedentes directamente en el Líbano.
La idea considero es bastante interesante y quienes estén leyendo este artículo que tengan raíces libanesas, podrán seguramente sentirse identificados con este propósito.
El otro día escuché una frase que creo viene a lugar, y es que las juventudes tienen el potencial, muchas veces inexplorado, de rescatar y/o mantener los cimientos de las culturas a nivel mundial durante siglos.
Y es justamente ese valor que se autoreconocen estos jóvenes entre los 18 a 30 años para los cuales las tradiciones, la historia, y la patria de sus ancestros lo es todo.
¿Pero qué hace JUCOLI?
Por lo que pude investigar, ¡de todo!
Tienen encuentros culturales, exposiciones de artes, clases de cocina, experiencias gastronómicas, charlas como aquellas de “JUCOLI Talks”, viajes al Líbano con jóvenes de cada rincón del Planeta, Juntas entre los presidentes y miembros permanentes con cargos designados, talleres de Dabke (el baile insignia del Líbano que, si tiene la oportunidad de verlo, se los recomiendo porque es bastante interesante), entre muchas otras herramientas de unión.
Otro aspecto que me llamó poderosamente la atención es el hecho de diversificar a la organización de JUCOLI en áreas que le agregan valor. Es decir, se dividen en grupos de historia y cultura, responsabilidad social y sostenibilidad (esto es un asunto global que, aunque no lo crean, afecta muchísimo el desarrollo cultura de una región), eventos y networking, y por supuesto, todo lo relacionado con el arte de comunicar – diseñar – y publicar.
¿Qué les hace falta?
Darse a conocer cada vez más para que cada individuo que tenga en sus raíces a la cultura libanesa pueda tener una segunda familia que enaltezca sus costumbres más preciadas.
Y entre otras cosas JUCOLI es fuente de inspiración para que se replique con diversas regiones a nivel global, no solo la libanesa.
¿No creen ustedes que la unión de culturas nos da una noción de cercanía que se ha ido perdiendo en el proceso de globalizar y transnacionalizar al mundo?
A todas estas y antes de cerrar esta fascinante historia les traigo un dato curioso: en mayo del 2024 el Gobierno Nacional ha realizado serios esfuerzos por fortalecer las relaciones comerciales entre los dos países, invitando al Palacio de San Carlos a un grupo de empresarios junto a ProColombia, en aras de buscar nuevas oportunidades de turismo y exportaciones dado el evidente potencial que ambas naciones poseen.
Una relación de unidad que trasciende los 11.550 km de distancia entre dos potencias culturales que es materializada a través de una organización sin ánimo de lucro.
¿Cómo les parece esta iniciativa?
Los leo.
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