Ingresa o regístrate acá para seguir este blog.

Probablemente usted haya escuchado de este concepto, sobre todo, en los últimos meses con más intensidad que nunca.

Y la razón de que en tan poco tiempo se haya convertido en el foco de interés de empresas, entidades y organizaciones, es porque la situación del Planeta está tan grave, que parece ser nuestra única salvación.

Cuando le cuente de qué se trata, le va a parecer un poco obvio en lo que consiste, pero a veces las cosas más sencillas terminan siendo las más difíciles de descubrir.

La Economía Circular es un principio organizacional que comenzó a cobrar importancia desde mediados de los años 90 en China, y que poco a poco fue robándose el interés de los gobiernos europeos y americanos, para pasar a ser una prioridad del siglo XXI.

El concepto consiste en evolucionar del modelo lineal donde los recursos se extraen, manufacturan, consumen y desechan, hacia un sistema que valora la eficiencia de los productos, los impactos en el medio ambiente y el bienestar de los individuos.

Es un cambio de paradigma completo.

Estos son algunos de los preceptos bajo los cuales se rige el modelo:

  1. i) Reducción de insumos y recursos naturales, ii) disminuir niveles de emisión, iii) aumentar la participación de recursos renovables y reciclables en el mercado e, iv) incrementar el ciclo de durabilidad de los productos.

Básicamente este modelo toma las 3 Rs Reducir, Reutilizar y Reciclar, y las lleva a un segundo nivel, porque en su concepto, el reciclaje solamente hace parte de uno de los eslabones, más no constituye la universalidad de ciclo.

Mejor dicho, hoy en día ya no es suficiente con que le enseñemos a los niños a reciclar y a separar los desechos, a pesar de que esto por supuesto contribuya al cambio (ya le cuento porqué).

Ahora bien, después de la cátedra viene el panorama actual para el mundo y, por supuesto, para Colombia.

Según el más reciente comunicado del Foro Económico Mundial, la manera en la que estamos viviendo dejó de ser sostenible hace mucho tiempo. Y, básicamente, todo se reduce a la producción y al consumo que arroja el reto del cambio climático y la pérdida ecosistémica acelerada.

Y es en este punto donde el Modelo de Economía Circular debe entrar para proponerle al mercado una nueva forma de ver la demanda y oferta de TODOS los productos bajo una premisa muy simple: los productos y materiales deben mantenerse útiles por la mayor cantidad de tiempo posible circulando, permitiendo incentivar la innovación, y la regeneración misma del Planeta.

 

Este Modelo tiene el potencial de reducir los gases de efecto invernadero en un 39% (World Economic Forum, 2022).

Es decir, no puede sorprendernos que el tiempo que tiene la tierra para proveernos alimentos en cada país se acabe mucho antes de cerrar el año… ¡estamos extrayendo de la naturaleza recursos como locos!

Muchos de ustedes se preguntarán, ¿porqué no es suficiente con que reciclemos y separemos nuestros residuos por colores?. Pues la respuesta es simple: de todas las billones de toneladas que producimos en el mundo, solo el 8.9% se recicla (World Economic Forum, 2022), y en Colombia, del 83% de residuos sólidos producidos al año sólo se pueden reciclar el 17% aproximadamente.

Los sistemas de reciclaje son muchas veces precarios, no dan abasto con todos los desechos que llegan de las diferentes fuentes y hay una gran dificultad para controlar que estos no terminen en las fuentes hídricas o en los campos.

En el comunicado del Foro Económico Mundial, se habla de implementar plataformas que aceleren X2 la implementación de la circularidad en los países en los próximos 10 años, ya que se estima que si la economía sigue funcionando tal cual como está hoy, para el 2050 la extracción de materia prima va a sobrepasar los límites de toneladas considerablemente.

Emilio Braghi, vicepresidente ejecutivo de Novelis y presidente de Novelis Europe, participó en un seminario de alto nivel junto con miembros del Parlamento Europeo a principios de este año y resumieron en 3 puntos importantes los retos de este Modelo en el mundo:

  1. Debe asegurarse la demanda en el mercado para los productos fabricados con materias primas que cumplan los requisitos de la circularidad (Novelis, 2021).
  2. Los productos creados deben pensarse desde el inicio para ser reciclados (Novelis, 2021).
  3. Hay que optimizar el ciclo de duración de las materias primas para que la pregunta no sea ¿cómo nos deshacemos de ese producto? Sino ¿cómo garantizamos su vida útil? (Novelis, 2021).

En el caso de Colombia, su participación en la COP 26 fue fundamental para poder exponer la Estrategia Nacional de Economía Circular (pionera entre los países latinoamericanos), y la meta de transformar toneladas de envases, empaques y productos, que permitan reducir las emisiones de C02.

Esta Estrategia se enfoca en actualizar el paquete normativo del país (que por cierto, está muy enfocado en el manejo de residuos sólidos y el reciclaje, pero no ahonda en la transformación de la cadena productiva), generar innovación, cooperación nacional para el intercambio de prácticas y diseñar indicadores de gestión que informen a la ciudadanía.

Los retos son muchos. El país necesita transformar las cadenas logísticas desde la idea misma de ese producto en la cabeza, hasta la proyección que se tiene de su vida útil para el consumidor.

Este es un trabajo que involucra agentes públicos, privados, organismos sin ánimo de lucro y requiere a una sociedad activa que demande un cambio pero que a la vez le sea accesible a su bolsillo.

La verdadera neutralidad climática significa no solo cero emisiones sino también circularidad total (Novelis, 2021)

 En el siguiente capítulo les cuento más en detalle cómo la estructura normativa del país no responde del todo a este nuevo Modelo y forma de pensamiento, y cómo puede estructurarse sus premisas en la economía nacional.

Compartir post