Para quienes no lo conocen, Shark Tank es un programa que se estrenó por primera vez en el 2009 para poder reunir a distintos emprendedores que buscaban mostrar sus negocios e iniciativas con el objetivo de que alguno de los jurados (empresarios de talla mundial), invirtieran y se volvieran socios en sus negocios.
Pero más allá de la entretención que genera el hecho de ver todos estos emprendimientos (algunos divertidos, otros más serios o disruptivos), considero que es un programa de suma importancia, sobre todo en Colombia, donde cada vez son más los emprendimientos diversificados en el mercado.
Para quienes vayan a participar con sus negocios en las próximas ferias que se avecinan en Bogotá (por ejemplo Vassar), este tipo de programas les pueden brindar herramientas fundamentales para tener en cuenta.
Recientemente me vi una conferencia TED donde entrevistaban a tres de los “sharks” o jurados más importantes de México (Artulo Elias Ayub, Rodrigo Herrera y Carlos Bremer), y quisiera rescatar unos puntos importantes.
Por una parte, un factor en común que valoran de cualquier emprendedor es el hecho de tener valores. Y esto es fundamental ya que para cualquier socio inversionista debe haber una sensación de que quien lleva las riendas del negocio, sea una persona transparente, buena, y que tenga claros sus principios. Por supuesto esto no es algo menor ya que en el transcurso de la vida empresarial se presentan situaciones en donde se ponen a prueba la ética de las personas y su tenacidad para hacer bien las cosas sin “desviarse” del camino.
Así como ya hay muchos abogados en el país, pero pocos buenos, Colombia cada vez más necesita emprendedores éticos con el don del servicio a la comunidad.
“Nunca sabes donde está la oportunidad, muchas veces te pasa en frente y ni te das cuenta – Carlos Bremer”.
Otro aspecto para destacar de esta conferencia y que lo repiten mucho en el programa, es el hecho de conocer financieramente los negocios sin importar en qué cargo se encuentra la persona. No por ser jefe se deben descuidar las minucias del negocio ya que a la larga se terminan convirtiendo en aspectos estructurales de éste.
“El 1% debe ser inspiración y el 99% transpiración – Rodrigo Herrera”.
Y del conocimiento financiero junto con las bases del negocio, viene algo que es crítico: la formación de verdaderos líderes empresariales que se preocupen por apoyar a los emprendedores, por transmitir su conocimiento e impartir las mejores herramientas de empoderamiento. Todos necesitamos tener jefes así.
Ahora bien, el perfil del emprendedor que estos jurados de tan alto nivel terminan escogiendo, es aquel que es “apasionado hasta morir” por su negocio pero no se deja enceguecer por la emoción y conoce de manera aterrizada tanto sus cifras como las proyecciones. Y en este aspecto es clave entender muy bien el potencial de lo que se está vendiendo para poder hacer cálculos realistas y que permitan tener un crecimiento orgánico.
Ese emprendedor tampoco puede perder de vista la escalabilidad de su negocio (no necesariamente para volverse millonario), pero sí para poderle llegar a muchas más personas en diferentes regiones y/o países. ¿Qué tanto puede crecer? ¿El público que lo va a comprar es muy «nicho»?
Algunas veces son propuestas muy limitadas que no pasarán de venderle a los amigos cercanos y familiares.
Y, finalmente, Shark Tank nos muestra que aquellas ideas disruptivas que buscan en buena medida “llevarse” una parte del mercado son muy bien valoradas de principio a fin. Lastimosa o afortunadamente el mundo de hoy es bastante competitivo y ya no basta con querer montar un negocio para salir adelante. Es necesario trabajarle 24/7 a esa idea y robustecerla para volverla única en el mundo.
Donde algunos solo ven problemas, otros terminan viendo un mar de oportunidades, que no se nos olvide eso.
Algo que me llamó poderosamente la atención al finalizar la charla es que en ese entonces, cuando la grabaron, México también estaba pasando por un momento coyuntural político como el que hoy atraviesa Colombia. Y uno de los “Sharks”, Rodrigo Herrera, le decía a la audiencia que no se enfocaran en eso, que realmente eso no importaba mucho, porque lo verdaderamente importante era concentrarse todos como ciudadanos y empresarios para unirse más como país y redoblar esfuerzos con miras a producir y generar más trabajo. Así, al final del día, no se le podía culpar a una sola persona por lo que pasara en el país.
Todos tenemos una gran responsabilidad en estos momentos. Colombia más que nunca necesita gente buena, ética, con ganas de salir adelante, que quiera apoyar la producción local y que no le tiemble la mano para generar mayores empleos.
Empresarios, emprendedores, personas naturales ajenas al mundo de los negocios: no dejemos en manos de un solo líder el futuro del país.
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