Sí, otra vez estamos viviendo épocas de marchas estudiantiles. Otros que suelen marchar son los taxistas, los maestros y los campesinos. Las protestas son una forma natural y legal de querer cambiar las cosas; si creemos que algo es injusto tenemos todo el derecho a protestar. Y personalmente creo que esos sectores viven muchas situaciones injustas, con excepción de los taxistas, que a ellos aún no los puedo entender.
El problema es cuando las protestas se convierten en vandalismo. En la última marcha, del 31 de octubre, todo iba «divinamente» con los estudiantes. Ellos marchaban, los medios los acompañaban, la Policía estaba pendiente de que nada se saliera de control. Como siempre paralizaron la ciudad a su paso, afectaron la movilidad, generaron trancones en TransMilenio y los demás medios de transporte, pero todo eso es tolerable. Afectaron a gran cantidad de personas y muchas empresas dejaron salir temprano a sus empleados porque «otra vez los estudiantes van a marchar». La verdad no sé cuántas veces ha pasado esto en lo que va del año, afectando la productividad de esas empresas y, por supuesto, a los emprendedores. Porque eso no solo se afecta a las grandes compañías o los gobernantes. No. También se afecta (y en mayor medida) a los pequeños empresarios.
Pero bueno, finalmente tienen derecho a protestar, así que el otro 99% de los ciudadanos miramos el asunto con tolerancia y en algunos casos hasta con empatía. Hay que hacer que las cosas sean mejor para todos, y estamos dispuestos a posponer un día la vuelta del certificado técnico mecánico del carro, aunque corramos el riesgo de que la Policía nos ponga un comparendo por no haberlo hecho a tiempo. «Pero Señor agente, le juro que ayer fui y en el taller no había nadie que me atendiera porque se fueron temprano por la marcha» – «No es mi problema, ¡pa’ patios su carro!». Son «pequeño» inconvenientes frente al gran beneficio que puede ser cambiar el sistema educativo y erradicar las injusticias de este país, compañero.
El problema mayor es cuando a algunos ilustres estudiantes les da por empezar a acabar con todo lo que ven a su paso. ¿Cuál era la necesidad de incendiar la moto y golpear los policías que iban pasando, por la 76 con Caracas, justo en frente de la estación de gasolina? ¿Cuál era la necesidad de llenar de grafitis el Monumento a Los Héroes? ¿Ustedes cuánta plata creen que vale limpiarlo? ¿O la Plaza de Bolívar? «Pues que lo pague el gobierno, que para eso tiene plata», dirán algunos ignorantes. Permítanme decirles que eso no es gratis y que esa no es plata del Gobierno. ¿Saben de dónde sale la plata del Gobierno para limpiar los monumentos? Pues de nosotros, de los impuestos que pagamos ustedes y yo, señores estudiantes, cada que compramos unas papas, un cigarrillo, cerveza, gaseosa o el almuerzo.¿Sorprendidos? Pensaría que no.
Es ridículo protestarle al Gobierno haciéndolo gastar plata, porque es nuestra plata. Es como si un niño le llorara a la mamá porque tiene hambre y tira el tetero al suelo. Bueno, es un niño. Como parecen ser ustedes, apreciados estudiantes. Es como si uno le pidiera un aumento al jefe quemando billetes o como si le pidiera mejor infraestructura al Gobierno dinamitando puentes, aunque casos se han visto.
Qué tristeza que por una manada de desadaptados una familia emprendedora tenga que pagar más de 30 millones de pesos en arreglos de su negocio, como les va a tocar a los dueños de Fish Place ubicado en Los Héroes, porque a unos inconscientes les pareció legítimo protestar rompiéndoles los vidrios y acabando con el local. Y si alguno se indigna por mis palabras, explíqueme la lógica detrás de la protesta acabando el negocio de alguien que no tiene nada que ver, alguien que por el contrario está tratando de construir país, sacando adelante su empresa todos los días y dando empleo. Empleo que perfectamente podría ser de la mamá de alguno de estos estudiantes que no tiene plata para pagar su universidad. ¡Piensen! Si quieren romper vidrios, vayan y rompen los del Palacio de Nariño (no es invitación a que vayan para allá, es invitación a que se alejen de acá).
Seguimos con la fe intacta! Mañana abrimos FishPlace #marchasestudiantiles pic.twitter.com/V1alAdtUo6
— Catalina Hernandez (@CataHdezC) November 1, 2019
Es más, ¿qué es eso de que la universidad debe ser gratis? ¿Ustedes creen que los profesores dictan clase gratis? No señores, un profesor también come. ¿Y saben de dónde sale la plata de las universidades públicas? ¿Los dejo pensar un ratico? ¡BINGO! De los impuestos. Sí, de los que ustedes y yo pagamos cada que compramos cualquier cosa en este país. Y antes de que me digan «que estoy criticando desde mi cómoda crapulencia capitalista» les aclaro que soy egresado de la Nacional. Y que desde que me gradué no he parado de trabajar, primero como empleado, luego como independiente, y más recientemente como emprendedor. Tratando de dar empleo. Dejando de pagar mi arriendo para pagar el salario de mis empleados. Y sufriendo para pagar el endemoniado IVA.
Ustedes protestan por una mejor educación, ¿haciendo gastar más plata? ¿A quién, al Gobierno que todo lo paga de nuestros bolsillos? Aparte, ¿ustedes creen que eso le duele a los políticos? No sean tan ridículos, a ellos eso les resbala. Ellos no van a dejar de recibir sus $32.741.000 de salario mensual. Ni van a dejar de tener 4 celulares, dos camionetas con escoltas y viajes en primera clase pagados «por el Gobierno».
¿Ustedes creen que si se le acaba la plata al Gobierno van a decir «Recórcholis, no hay plata. Bajémonos el sueldo»? No sean tan cretinos. ¿Saben qué pasa cuando el gobierno se queda sin plata? Sí: subir los impuestos. O sea que nos siguen clavando a los ciudadanos y la injusticia aumenta. O ¿por qué creen que Santos aumentó el IVA al 19%?
Exigir educación gratuita es una falacia. Abran los ojos, nada es gratis. De nuevo, esa plata la estamos pagando todos con impuestos. Así que en realidad la educación de algunos la pagamos entre todos (y tampoco está mal).
Por eso mi invitación es a que despierten y a que usen esas neuronas de manera creativa (no a lo troglodita) y piensen en maneras más inteligentes de protestar. Para hacerse escuchar no hay que romper las cosas, eso es incapacidad argumentativa.
Y aunque aclaré desde un principio que no estoy en contra de las protestas como tal, alguno de ustedes quizás esté pensando lo contrario. En mi Facebook puse un estado quejándome del vandalismo y un contacto me comentó que «los vidrios se reponen, y la pintura se restaura». Cuando le pregunté si era igual para los dueños de Fish Place me respondió «El estado colombiano con los impuestos que nos roban a todos pueden pagar esos daños.» A lo que le pregunté:
– Es decir, ¿mi derecho a protestar me daría también derecho de ir a tu apartamento y romper los vidrios y destruir tus muebles?
– Hmmmm pues es dura la pregunta, pero si ya destrozaron todo, me toca buscar la manera de exigir mis derechos en este caso con el estado, que fueron los que dieron los permisos para las protestas, las cosas se salieron de control y son ellos quienes tiene que responder por los daños. Estaría muy dolida, indignada, pero son las consecuencias y hay que asumirlas.
– ¿Entonces le protestarías al Estado por permitir las protestas?
– No, solo lo demandaría.
– Entonces es culpa del Estado por permitir las protestas. En ese orden de ideas, ¿el Estado debe prohibir las protestas?
Tristemente no me siguió respondiendo, vaya uno a saber por qué. Pero tratemos de entender su lógica: Ella le demandaría al Estado el pago de unos daños, porque es culpa del gobierno que los manifestantes le dañen su propiedad, por permitir las protestas. Pero resulta que el gobierno no puede prohibir las protestas, son legales y un derecho. Entonces, ¿qué puede hacer? Poner Policía para mantener el orden público. Pero los estudiantes rompen propiedad pública y privada. Entonces los policías, como es su obligación, someten y detienen a los vándalos que, además, están encapuchados. Y luego los estudiantes protestan porque «la policía es represiva, el ESMAD abusa de nosotros». Perdónenme pero eso no tiene ninguna lógica.
Busquemos maneras más creativas y más efectivas de protestar. Ya decía Sun Tzu en El arte de la guerra: «La mejor victoria es vencer sin combatir». ¿Sabían que una de las manifestaciones más efectivas en Colombia fue La Marcha del Silencio por allá en 1948? Impulsada por alguien que de pronto han escuchado mencionar: Jorge Eliécer Gaitán. Otra marcha muy exitosa fue la del 4 de febrero llamada Un millón de voces contra las FARC. Seis millones de colombianos marchamos ese día. Quizás estén muy chiquitos para recordarlo, queridos estudiantes, pero créanme: fue muy valiosa. Y en ninguna de esas dos marchas hubo violencia. ¿Han escuchado hablar de Gandhi? ¿Del Dalai Lama o de Mandela? ¿Sabían que ellos impulsaron revoluciones impresionantes en sus países? Pero no, acá admiran es al Che Guevara.
En vez de protestar rompiendo locales y rayando paredes como chinos chiquitos, hagamos desobediencia civil. Protestemos donde les duele: En la economía. En los salarios de los políticos corruptos. Sueño con el día en el que podamos dejar de pagar impuestos, o solo el IVA para empezar. Un día en el que nadie cobre ni pague el IVA. Y si queremos marchar podríamos hacerlo ese mismo día. Pero sin vandalismo. O todos salimos a las ventanas y hacemos ruido a manera de protesta, en un ya conocido «cacerolazo». Es un acto de desobediencia civil, para empezar. Y si no funciona, al día siguiente hacemos lo mismo.
Justo hoy un primo me contó sobre un señor que decidió no pagar más peajes, porque no sabía en qué se estaban gastando la plata. Este señor dejó de pagar varias veces los peajes a manera de protesta. No sé en qué terminó la iniciativa, pero me pareció interesante. El punto es que si lo hace una sola persona no funciona, tienen que ser muchos. El verdadero apoyo no es pitarle y decirle «bien, lo felicito», sino dejar de pagar el peaje con él. Al tiempo. Y hacer una fila de carros que no van a pagar.
Volviendo a lo de los impuestos, si se supone que parte de esa plata es para garantizar la salud o la educación de otros colombianos, podemos ir a dejarla directamente en los hospitales o universidades. Y así esa plata no se pierde en el camino, o tampoco se va desapareciendo entre comisiones de bancos y salarios de senadores. Imagínense si todos los colombianos reuniéramos la plata (entre nosotros, no con bancos) y la lleváramos a las universidades públicas y les dijéramos «vea, con esto páguele la carrera a los 100 estudiantes más pobres» o a hospitales diciendo «con esto páguele la diálisis a todos los pacientes renales», «páguenle los medicamentos a todos los pacientes con VIH que pueda», o cáncer. O lo que quieran. No se trata de no pagar y quedarse con la plata. Se trata de que la plata de nuestros impuestos se vaya para donde se tiene que ir, y no para los bolsillos de los corruptos.
Como sea, les apuesto que con que dejemos de pagar el IVA una semana, exigiendo que los congresistas se bajen el «salario» por no ir nunca al Congreso o jugar Candy Crush mientras legislan, cuando les digamos que si no van a trabajar TODOS LOS DÍAS no pagamos un peso, o hasta que los jueces efectivamente dejen a los ladrones en la cárcel y no los suelten, cuando declaremos que no pagamos un centavo más hasta que encarcelen a los ladrones de Reficar o a los corruptos de Odebrecht, les aseguro que en cuestión de días los agarran. Porque ahí es donde les duele de verdad: En la plata.
Nos leemos acá en unas semanas, o todos los días en LinkedIn, Twitter, Instagram y Facebook.
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Algunas entradas anteriores: «La verdad de vivir solo«, «El país de la doble moral«, «La DIAN nos tiene jodidos«.
En esto de que dizque son vandalos los que dañan el buen nombre de los estudiantes, no entiendo por que son tan complices. Que tal que en un clasico capitalino, un puñado de vandalos con camisetas de Sta Fe se sientan en la tribuna azul a vociferar sandeces e insultos contra Millonarios. Se imaginan que pasaria ? y a estos estudiantes les hacen lo mismo y todos tan pasivos. Que cobardes. O es que son ellos mismos. !!ahh!!
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Culturalmente estamos muy orientados a los desmanes. Hay que quitarnos eso de raíz.
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¿Y será muy loca la idea de pedirles a los organizadores de las protestas cuando van a pedir los respectivos permisos para sus marchas, una póliza o algo similar que cubra los desmanes y daños que hagan los vándalos en la ciudad? Creo que así lo pensarían dos veces antes de dañar la ciudad que es de todos.
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Sería muy interesante eso. Me gustaría.
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Me quito las palabras de mi boca…pensamos igual.
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Es curioso que en este país se habla y se exige el cumplimiento de derechos , pero se olvida de la existencia de deberes?
Tengo derecho al pago por mi trabajo, pero el hecho de firmar un papel no me garantiza eso, lo hace el hecho del deber cumplido, con calidad.
Creo que los ciudadanos que pagamos impuestos deberíamos exigir calidad, compromiso, honestidad, entre otros a los estudiantes de entidades públicas.
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Qué buena manera de decirlo. Si quiero exigir mis derechos, tengo que ser juicioso con mis deberes.
Alguien me decía que uno podría ser financiado por el Estado como estudiante de universidad pública, hasta que pierda materias, baje promedio, o cuando vandalice. Esas cosas le quitarían a uno el derecho de estar beneficiado (o becado, por ejemplo). ¿No cumpliste los parámetros? Te vas. Y le das el espacio a alguien que sí lo quiere aprovechar.
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En mis tiempos conocí a una universitaria, muy amiga de participar en el lado bueno y malo de estas marchas. Sabe cuando se le quitó esa bonita costumbre? El día que en el famoso ‘tal paro campesino que no existe’ se armó una revuelta en Soacha por los lados de Unisur, y los manifestantes estuvieron a punto de meterse al conjunto residencial donde estaba su casa. Es irónico que el ESMAD al que tantas veces madrío y cogió a piedra inclusive, le salvó las pertenencias a su familia. Así como que va a tocar con el resto de estudiantes para que aprendan a respetar.
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Qué caso tan diciente. Ojalá ella nos contara su historia. Lamentablemente somos muy egoístas y solo pensamos en el bien propio. O que los daños no me importan mientras no me afecten a mí. Esto es de todos, y entre todos tenemos que sacarlo adelante.
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De acuerdo con el columnista, nuestros honorables marchantes le hacen solo daño con sus desmanes a los menos favorecidos ó piensan que los grandes empresarios sufren por esto? Marchen, yo me uniria a pesar de mi discapacidad, pero no voy de pensar que me van hacer daños los mismos que marchan.
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Qué triste que no puedas marchar por temor a salir afectada. Una marcha soñada es en que todos los demás se unieran, te ayudaran a marchar, te acompañaran como tú a ellos. Todos en una gran unión, bonita y alegre. Pero no, tenemos que ir a romper cosas y atacar policías.
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Mi estimado Omar, estoy completamente de acuerdo contigo, pago impuestos como cualquiera de nosotros y es triste ver que esa platica se va para la basura arreglando todos los destrozos que deja el vandalismo en cada vez que hay marchas y protestas.
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Gracias por tu comentario, Linda. Ojalá no hubiese vandalismo, y ojalá las protestas tuvieran mejores resultados. No creo que paralizar el país perjudicando a los demás sea el camino. No se trata de perjudicar a los ciudadanos, se trata de lograr que quienes nos dirigen cambien las cosas a como dé lugar.
Saludos.
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Que falta hacen esos jovenes soñadores, que querian ser profesionales para servir a su pais. El medico que queria curar gente, pero hoy en cambio quieren atacar policias. El abogado que queria defender al pobre, pero hoy ataca los comercios de quienes quieren trabajar. El politologo que queria cambiar su pais, pero hoy sale y pone papas bombas para sembrar terror. Ya no hay jovenes sooñadores, solo hay gente maleable por grupos armados que quieren destruir todo. Este pais tiene mil defectos, pero si la esperanza que son los jovenes soñadores, se unen a los violentos, esa esperanza se va al piso. Jovenes, recuerden cuando querian ser grandes profesionales, eso es lo mas maravilloso de ustedes
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Qué buenas palabras, Mario. Ojalá todos mantuviéramos ese sueño de aportarle al país, construir patria. Aunque le confieso que con tanta corrupción se va perdiendo ese espíritu en el camino.
Saludos.
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Qué columna más perversa y subjetiva! El autor desconoce adrede, muchos procesos históricos por lo cuales incluso él mismo tiene derechos. Derechos que se han alcanzado con la protesta (para enterarse de eso podría tomarse el trabajo de hacer una pequeña revisión histórica). Sólo se indigna por unos cuántos vidrios rotos y una moto incendiada ajena! Es tan parcializado y ciego, que sólo comenta la capacidad de pagar o no el seguro de su carro por un día de protestas! Anteponiendo su derecho personal como si fuera más importante que el resto de la gente de a pié. Este argumento es comparable a aquel comentario absurdo y obtuso de aquella mujer que no consiguió llegar a un concierto en bogotá por unas protestas, justas además. El autor no es capaz de comentar por ejemplo la descapitalización universitaria por programas «como ser pilo paga» o el hecho que estén recortando el financiamiento a las universidades públicas que son el eje del país. Diera la impresión que el autor no piensa para escribir, y así, es medio complicado soñar siquiera con tener una columna. Si así fuera, sería nefasta, como otras columnas que ya se conocen en algunos periódicos nacionales.
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Gracias por tomarse el tiempo de leer y de comentar, Carlos Eduardo. Si bien utilicé como ejemplo lo que me pasó a mí, que, como dije en la entrada, es una pendejada minúscula, lo que realmente me indigna (y que al parecer usted pasó por alto) es lo que hicieron con Fish Place, en Los Héroes. Lo que para usted son «unos cuantos vidrios rotos» para una familia son 30 millones de pesos. Minimizar eso es ser un poco obtuso. Por un lado critica que soy egoísta porque hablo de mi caso, pero por otro lado critica que me preocupo por una moto ajena. ¿Entonces está mal preocuparme por unos policías que salieron lastimados y por la familia de emprendedores dueños del local, pero a su vez no me preocupo por la gente de a pie, como usted los llama? Preocuparse por unos y no por otros es doble moral. Estoy seguro que los policías no son de familias pudientes, son personas que, como usted y como yo, se levantan todos los días a trabajar, se levantan a ganarse un salario. Ellos pasaron por ahí porque es su deber, tristemente los estudiantes acabaron con la moto. Pero no importa, porque es «ajena». Que la pague el gobierno. Con nuestra plata.
Me pide que piense para escribir. Yo le pido lo mismo: piense qué tan lejos llega su doble moral.
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Los argumentos no convencen a los «energúmenos». Mentiras que los «Encapuchados» son infiltrados y de que ellos, los estudiantes, no están de acuerdo con sus desmanes(los hechos lo demuestran) y toda clase de actos vandálicos. Todo esto es un plan orquestados desde el Petrismo , con la complicidad de algunas Universidades.
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Gracias por comentar, Marta.
Siempre que se hagan marchas habrá posibilidades de que inflitren unos u otros. Si se quiere evitar eso, hay que idear nuevas maneras de protestar, más útiles y efectivas. Saludos.
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Hay un proceso histórico de lucha por la educación pública que el señor emprendedor desconoce. Un proceso de décadas que, gracias a la convicción y entrega de muchos jóvenes estudiantes, permitió que el ahora emprendedor se beneficiara de esa lucha. Y ahora, ya graduado, el sacrificado emprendedor que ha usufructuado la educación pública y que no ha hecho nada por ella, se sienta a escribir una perorata sobre sufridos empresarios, impuestos y vandalismo. Invita a pensar y ni se molesta en preguntarse la razón de las marchas, claro aparte de repetir como lora el tendencioso, «es que quieren todo gratis».
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Gracias por sus elegantes palabras, Héctor. El emprendedor conoce las razones por las que se dio la marcha del pasado 31 de octubre: la aparente corrupción del rector de la U. Distrital y protestar frente a los ataques del ESMAD. El emprendedor está de acuerdo con la primera razón, no con la segunda, como ya quedó expuesto en la entrada misma.
Ya que hablamos del usufructo, el emprendedor cuidó como propios todos los bienes que le fueron facilitados por la Universidad Nacional, incluso donando tiempo como monitor y dando conferencias gratis para estudiantes que desean emprender. Quizás a quien haya que exigirles cuidado del bien público es a los estudiantes que salen a destruir propiedad pública (o a llenar de grafitis las paredes blancas de las facultades, generando costos innecesarios a la Universidad). Quizás usted está desviando la atención hacia el emprendedor que expone su idea, y no al hecho de destrucción que usualmente sucede a las marchas estudiantiles. Saludos.
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¿Qué hace más daño, un político corrupto o un estudiante con una papa bomba? El segundo afecta la tranquilidad un día, el primero el bienestar de todos toda la vida. Así que queridos políticos corruptos piensen, su bienestar a todo costo es el malestar de costa a costa. Las protestas están presupuestadas, los daños calculados, los efectos controlados y los cambios bloqueados. Los estudiantes manipulados por la izquierda y los votantes por la derecha. Al final nada cambia y todos a ver fútbol.
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Creo que no se trata de comparar males. No se debería permitir ningún mal, ni nada los justifica. «Es que como él me roba, pues yo maltrato a mi esposa». «Es que como me atracaron, yo atropello al ciclista». No hay comparación, simple.
No deberíamos tolerar ningún tipo de crimen, venga de quien venga. Por eso propongo que hagamos algo, pero algo efectivo.
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Te falta la columna, Queridos congresistas piensen, por qué le roban al país, por qué cobran tanto y trabajan tan poco. Queridos jueces piensen, por qué son socios del crimen y no de la justicia. Queridos funcionarios públicos piensen, por qué no trabajan a favor del país. Queridos militares piensen, por qué tienen que igualarse con los criminales que le hacen tanto daño al país.
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Pero claro, Oscar. Si hiciéramos una «columna» con todo lo que está mal en este país salen enciclopedias. ¿Pero sabes por qué los políticos roban, los ladrones atracan, y así? Porque pueden. Y ellos van a seguir así mientras los «dejemos». Los que quieren el cambio son los que salen a marchar, con toda la razón del mundo. Pero llevamos marchando toda una vida (al menos toda mi vida he escuchado de eso) y no he visto un solo cambio excepto, quizás, el de las FARC. Por eso hay que protestar con inteligencia, donde les duele.
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usted cree que van a pensar, si reciben ayuda de familias en accion son estudiantes de universidad publica gratis y colados de transmilenio, cree usted en serio que van a pensar ? noooo si lo regalado no cuesta, tiremonos lo que nada nos vale. esos vandalos son los de 20 semestres en las universidades, zanganos !
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Asi como nuestra plata va a los impuestos y ellos dañan los bienes publicos, sencillo descontar los daños y perjuicios a terceros del presupuesto de su universidad publica gratuita y de alta calidad.
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Alguien me decía eso: que se debería responsabilizar a las universidades por los daños. Ellas, a su vez, deberían responsabilizar a los estudiantes.
Algo tipo «yo te financio la educación, pero donde empieces a dañar la propiedad ajena, te quito ese privilegio».
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Totalmente de acuerdo, la raíz de esas conductas vandálicas proviene de una inconformidad constante con el Estado corrupto (o con la autoridad) pero son acciones injustificadas y lo peor es que no fueron rechazadas por los estudiantes, la corrupción empieza por casa.
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Gracias, Wilson. Según una entrevista en televisión, los estudiantes afirmaron que no hubo infiltrados en la última marcha.
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la izquierda sabe muy bien, que en un auditorio con argumentos no van a convencer sino a dos o tres ignorantes y se van a quedar hablando solos. por eso usan la violencia, ese es uno de los mandamientos de la revolución bolchevique.
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el estado debe descontar el costo delos daños de los bienes públicos y privados ocasionados por los bandidos, del presupuesto de las universidades que participen en esos actos.
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los «queridos» y «pacíficos» estudiantes que bloquean vías son solo idiotas útiles de la extrema izquierda, gente que no piensa por si misma. y los encapuchados, todo el mundo sabe que son cobardes narcoterroristas infiltrados en esos antros de universidades publicas. obviamente con el beneplácito de las directivas. si esos «estudiantes» son e futuro de colombia, pobre colombia. los lideres de esas marchas que entrevistan por los medios no son capaces de decir dos frases coherentes seguidas, lo único que repiten como loros es: «el desmonte del esmad, el desmonte del esmad, el desmonte del esmad»
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Gracias por comentar, Eduardo.
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Claro, conciso, y preciso. Protestar es un derecho sagrado, pero en el momento en que se agreden a los demás ese derecho en ejercicio no existe, pues es un delito de agresión a los demás y de destrucción del patrimonio público, y no hay tutía ni excusa que valga para ejercer la autoridad. Excelente post.
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Muchas gracias por el comentario, Paul. ¡Un abrazo!
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