Óscar Sevilla, como el buen vino

Foto: Team Medellín

El corredor español que esta temporada viste los colores del Inder Medellín – Éxito, parece no tener fecha de vencimiento y, con 40 años, sigue ganándose todo en el ciclismo colombiano.

Con una calidad y un profesionalismo de admirar, Óscar ha sabido concentrarse en pulir sus cualidades como escalador y reforzar sus debilidades frente al cronómetro, y precisamente este tipo de ejercicios contra el reloj que en algún momento le hicieran perder carreras, como ocurrió en La Vuelta España del 2001, hoy luego de tantos años de carrera deportiva es una de sus principales armas para ganarlas.

La experiencia del “niño de Ossa de Montiel” se deja ver en cada pedalazo y lo demuestra consiguiendo victorias y puestos importantes en todas las carreras que disputa, muestra de ello es el soñado inicio de temporada 2017, consiguiendo el 2do lugar en la vuelta a San Juan en Argentina, únicamente superado por el holandés Bouke Mollema (Trek Segafredo), para luego conseguir su cuarto triunfo en La Vuelta al Valle y La Clásica de Anapoima en Colombia.

Y es que ya son 19 años como profesional, luego de destacar en el ciclismo amateur de España logrando múltiples victorias, da el salto en 1998 de la mano del equipo Kelme – Costa Blanca, por el que pasaran diferentes corredores colombianos como Santiago Botero, Carlos Contreras, Félix Cárdenas o Iván Parra, por mencionar algunos. El 2001 sería su temporada dorada, ese año consigue un top 10 en el Tour de Francia además de ganar el maillot blanco de mejor joven de la carrera y luego termina segundo en La Vuelta España.

Tras perfilarse como uno de los corredores españoles con más proyección, en 2002 termina 4to en la Vuelta España, en 2004 ficha por el Phonak y vuelve a subir al podio de una gran carrera siendo 3ro en el Dauphiné Liberé, aunque después abandonaría en La Vuelta por problemas físicos.

En 2005 ficha por el T – Mobile alemán, y se convierte en uno de los principales gregarios de Jan Ullrich, destaca en diferentes carreras durante ese año, para el 2006 parece retomar su mejor nivel y logra llevarse la victoria final de la Vuelta Asturias, ganando la etapa reina de la competencia, aunque sin saberlo ese estaba lejos de ser su mejor año.

Pero no todo ha sido alegría en la carrera de Sevilla, a finales de mayo estalla el escándalo de la Operación Puerto, una red de dopaje liderada por el médico español Eufemiano Fuentes, en la que se relacionaban deportistas de diferentes disciplinas. 36 ciclistas fueron vinculados a esta investigación, entre ellos: Jan Ullrich, Francisco Mancebo, Santiago Botero y Oscar Sevilla, que aunque nunca pudieron comprobarles tal participación, si fueron excluidos del ciclismo europeo.

En 2007 ficha por el Relax, y aunque disputa varias carreras, decide marcharse en 2008 al equipo estadounidense Rock Racing, escuadra en la que compartiría filas con los colombianos Santiago Botero y Victor Hugo Peña. Gracias a la presencia de los reconocidos pedalistas cafeteros, el equipo recibe la invitación para correr La Vuelta a Colombia, por lo que Sevilla sería testigo presencial de su gran ciclismo y sus hermosas mujeres. Precisamente durante la carrera conoció a su actual esposa, que para ese momento hacía parte de la caravana publicitaria de la competencia. En 2009 regresa a la vuelta colombiana con el mismo equipo, decide radicarse en el país y empezar una nueva vida en un ciclismo que le abrió las puertas y al que él ha entregado sus mejores años.

Oscar Sevilla no se cansa de ganar, y en su palmarés se cuentan 3 vueltas a Colombia, 3 Clásicos RCN, por nombrar solo las dos carreras más importantes del país, sin duda un corredor que tiene mucho que aportarle a las nuevas generaciones, y aunque abundan los detractores que dudan de él, seguir levantándose cada día a entrenar más de 6 horas y cuidarse como cuando tenía 20, es la mayor muestra de la pasión con la que ejerce su trabajo y la principal respuesta a los que preguntan, ¿cómo con 40 años sigue ganándole a todos?