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Ante un trazado descompensado, pero con una variedad de aspirantes a la general, el Tour de Francia cumplirá su edición 107.

PREVIO TOUR 2020

Foto: AFP (2020) – Primoz Roglic y Egan Bernal son los máximos favoritos para la conquista del Tour de Francia

Con el riesgo latente de que el covid-19 altere el recorrido e incluso obligue al retiro de algunos conjuntos, la ronda francesa espera desarrollarse en su totalidad, pues es el salvavidas de muchos elencos cuya economía es frágil. Como toda competencia deportiva es necesario analizar con antelación lo que le espera desde esa perspectiva, por lo que hay que conocer a profundidad su recorrido, candidatos y el posible escenario de estrategias que se jueguen a lo largo de los 21 días de carrera. Con una mezcla de jornadas que invitan al protagonismo de un hombre explosivo, ciclistas Primoz Roglic, Egan Bernal, Tom Dumoulin, Thibaut Pinot, Nairo Quintana, entre otros, esperan cosechar un decoroso rendimiento y un buen resultado final.

Recorrido

Lo primero a apuntar sobre el recorrido es su desequilibrio entre la cantidad de montaña y crono. Sí, esa es una tradición fea que ha venido adoptando la organización. No busca que su ganador sea un ciclista completo, sino que solo sea capaz de defenderse en las trepadas y es algo que afecta al espectáculo, ya que como los escaladores no sienten la presión de una crono complicada, en la que pueden perder mucho tiempo, tienen el margen de no moverse en jornadas que invitan a la ofensiva. Y más aún en esta edición donde tienen el colchón de que la única contrarreloj acaba en alto, los invita más a tomar los días montañosos con cierta calma. Esta es una de las razones que sustenta el por qué esta carrera ha perdido espectáculo y ofrece menos alternativas que competencias como el Giro d’Italia.

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Pero ojo, que ese desequilibrio también recala en los puertos que se han elegido. Finales que sean de dureza pura, para un escalador nato, solo hay dos, el del Grand Colombier (15) y el Col de la Loze (17). Hay puertos de paso interesantes, capaces de invitar al movimiento lejano, pero no encajan con los ascensos a los que el Tour nos tiene acostumbrados, largos, inclinados y especialmente de altitud. Hay otros dos finales en alto, el de Orcières-Merlette (4) y Puy Mary (13), sin embargo, estos son de características diferentes a los otros dos mencionados, el primero es consistente, pero no ofrece rampas exigentes y tampoco es largo, el otro es más bien un muro, son 5 kilómetros, de los cuales los últimos 2 poseen la real exigencia con inclinaciones de más del 11 %, ideal para un ciclista explosivo.

Esa última palabra es la que describe este diseño: explosividad. Precisamente por esa amplia oferta de finales en descenso y trepadas cortas, es que esta ronda francesa está para un ciclista con fogosidad, hábil, veloz y con talento para dominar en esos muros. Otro elemento, que destaco como positivo es la intensidad que se tiene desde el principio del certamen. A diferencia de otras ediciones, no hay un margen de acabar de tomar forma en la primera semana, pues ya desafía a los aspirantes por la general y perfectamente puede eliminar a alguien que no esté al 100 %. Por ejemplo, a mi consideración esa segunda etapa que atraviesa por las ascensiones de Niza como La Colmiane o Turini, puede dejar por fuera de la conversación a más de uno, siempre y cuando algún equipo se anime a poner un paso fuerte en esos sectores, quien quita que alguna de las fichas fuertes caiga.

Favoritos

Si no hubiese tenido esa caída, Primoz Roglic sería con claridad el principal candidato para ganar el Tour. Tanto cruce de declaraciones genera cierta incertidumbre sobre su condición, pero vamos a adherirnos a lo que ha mencionado su elenco, de que está recuperado y entrenando con normalidad para analizar su participación. Mostró estar un escalón por encima del resto, con un equipo exuberante, con los vatios para rematar esa labor colectiva e instalando una dictadura en el pelotón de forma donde nadie se atrevía a atacarlo. Antes de su infortunio, muchos mencionaban que le puede suceder lo mismo del Giro, que reviente en la tercera semana. Más con esta situación y sus pocos días de competición, considero que esto no es tan probable. Comparando ambos escenarios existe una gran diferencia y es que el esloveno había llegado con un mayor kilometraje y tiempo de excelente estado de forma a Italia, cosa que acá no sucede, como todos puede llegar a tener un día malo, pero de ahí a reventar en la última semana hay mucho trecho, más bien su reto está en superar sin dificultades la primera semana mientras retoma el ritmo que cortó a causa de su caída.

Otro factor que se debate pasa al plano colectivo, pues, aunque la superioridad física del Jumbo es notoria, se cree que Ineos puede ganarle el duelo por su experiencia peleando el título de la ronda gala. A mi forma de ver eso es algo que cuenta, pero el año pasado la estructura holandesa tuvo la oportunidad de experimentar lo que es tener al pedalista más fuerte en una gran vuelta y su administración ante eso y la opción de ganar la hizo muy bien. Ellos tienen diseñado un modelo de trabajo basado en el control en el lote que les ha funcionado y seguramente lo mantendrán en el Tour, aparte el gran estado de sus gregarios es más relevante que la misma experiencia, porque de qué sirve tener un amplio conocimiento de la carrera, si tus ciclistas no rinden. Así que ese ítem no va a ser el de mayor trascendencia.

En cuanto a Egan Bernal e Ineos no hay mucho que añadir. Pareciera que sus molestias fueron menos graves que las de Roglic y seguirá teniendo ese mismo favoritismo. En el anterior artículo escrito (dejo enlace abajo del párrafo), describía lo que sería la estrategia de los británicos al tener a los vigentes campeones del Giro y del Tour. Aunque en el discurso, Carapaz esté plasmado como un lugarteniente, creo que él irá como una segunda espada, a la sombra del colombiano que carga con una mayor responsabilidad. Repetirán el juego de los dos líderes del año pasado para saber quién llevará los galones definitivamente. Egan deberá aprovechar esos finales en alto exigentes en los alpes donde por sus características puede sacarle algo de ventaja a Roglic, y tampoco debe descartar la posibilidad de un ataque lejano en fracciones con interesantes encadenados montañosos, pues ese es un buen método para intentar romper al poderoso bloque de las abejas.

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Si hay un corredor que puede interponerse en esa lucha entre esloveno y colombiano es Thibaut Pinot. La condición que tuvo en Dauphiné, de ser el escalador menos alejado de Primoz, da a pensar que en este Tour puede revertir esa mala suerte de ediciones anteriores y pelear por estar en lo alto de la general. Está ante un trazado que le viene bien, pues sabe defenderse en esa media montaña y es capaz de marcar la diferencia subiendo. Añadido a su estilo agresivo y combativo, Pinot está ante una inmejorable oportunidad de cosechar su mejor actuación en la Grande Bouclé siempre y cuando no tenga esos imprevistos físicos. Va a dar espectáculo y se convertirá en la rueda a seguir en la escalada.

Tom Dumoulin, Mikel Landa, Emmanuel Buchmann y Tadej Pogacar son otros ciclistas para tener en cuenta. El holandés ha crecido en su estado de forma y conservará esa progresión a lo largo de la ronda francesa, su inconveniente es que deba dejar a un lado las aspiraciones personales en tal caso de que Roglic sea superior en carrera, igual eso no es un limitante para estar entre los 10 primeros. El español tendrá el chance de lucirse como líder único de una escuadra, llega en buena condición y dispuesta a probar las fuerzas de sus contrincantes cuesta arriba, su gran incógnita es si seguirá en esa línea de la irregularidad que lo ha limitado en carreras de tres semanas.

Con el alemán, habrá que esperar cómo pasa el primer segmento de carrera, pues con los golpes que sufrió y la presencia de un bloque con otros dos pedalistas lesionados no es claro su panorama. La joven perla del Emirates puede sorprender a muchos, tuvo una notoria mejoría a lo largo del Dauphiné y al no estar en ese cartel principal de favoritos está en condiciones de aprovechar una cierta libertad para tener una magnifica colocación en la general.

Para cerrar el análisis de los favoritos, vamos a hablar de los otros dos colombianos con liderazgo claro en sus equipos. A la expectativa de que su problema de rodilla sea cosa del pasado, Nairo Quintana dependerá de sus fuerzas más que todo. Parte con una enorme desventaja, de no tener a un conjunto capaz de batallar mano a mano con los otros y eso lo obliga a apegarse a una sola estrategia: pegarse a la rueda de los más fuertes y si tiene una bala, dispararla para abrirles algo de hueco. En caso tal de que cumpla esa función a la perfección puede estar en el podio.

Miguel Ángel López, en cambio, sí dispone de un grupo muy bueno que puede ponerse a la tarea de seleccionar al lote o desplegar una estrategia para lanzar un ataque lejano, mandando pedalistas en fuga que cumplan una labor efectiva para la prosperidad de esos movimientos. Es alguien que, si se adhiere a su estilo, puede contribuir a darle ese toque atractivo a este Tour, pues su valentía y ganas de atacar no se encuentran en todo lado. Sabe que la mayor presión recae en otros y puede ser que esas cualidades le retribuyan la posibilidad de ubicarse entre los 5 primeros.

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Pronósticos

En temas de mayores victorias en jornadas llanas, veo a Caleb Ewan como el dominador de esas llegadas masivas. Este año no son muchos los embaladores que acuden a Francia, su mayor apuesta será en el Giro así que ante Viviani, Bennett o Sagan, el australiano puede destacarse como el mejor, eso sí, no perdamos de vista a Cees Bol del Sunweb, quien ya ha ganado etapa en la Vuelta al Algarve y va a estar metido en esa conversación. En cuanto a quienes pueden ser revelaciones, destaco a dos: Guillaume Martin y Lennard Kamna. El primero ha estado presente en las peleas entre quienes van a luchar por la general de este Tour, por lo tanto, verlo metido en el top-10 de la general es una visión realista. Al del Bora, se le ha visto dar chispazos, ganó etapa en Dauphiné y ha llevado un proceso donde ha crecido enormemente como escalador, por lo tanto, será visible su labor en favor de Buchmann y su activa participación en fugas.

La apuesta por el podio no es nada fácil, pero mis cartas son las siguientes: tercera casilla para Thibaut Pinot, quien va a estar presente en los momentos más intensos de este Tour, ofensivo en las subidas y poniendo en aprietos a los demás corredores. Está en la capacidad de repetir su actuación de 2014. La segunda posición le corresponde a Egan Bernal, el colombiano estará respaldado por un bloque que dará la guerra, va a ser de los que más lo intente y seguramente se involucrará en ataques lejanos, sin embargo, puede que no le alcance para desequilibrar al Jumbo. A Primoz Roglic lo espera el campeonato, siento que esa fortaleza mostrada en las carreras previas la mantendrá más allá de los golpes que tuvo, el apoyo que le dará el Jumbo va a ser vital y será capaz de rematar ese trabajo en los últimos kilómetros como ya lo hiciese en el Tour de l’Ain y Dauphiné.

Alejandro Matiz

@amatiz12

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