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Por PanzaVidela

Esta mañana recibimos la noticia según la cual los jugadores de Millonarios se negaron a entrenar debido al incumplimiento en los pagos. Para aquellos que son ajenos a la actualidad azul puede ser una noticia que cause sorpresa. Para el resto -¡todos nosotros!-, por supuesto que no. Ya todos sabemos que desde hace varios meses (¿años?) la crisis económica del club avanza -día a día- con pasos de gigante. No es una exageración de mi parte. Es la triste realidad a la que los actuales dirigentes llevaron al club.

Es muy aburridor, triste e indignante para el hincha embajador tener que oír día a día, semestre tras semestre, año tras año, las mismas noticias. Incumplimiento en los pagos a los jugadores, técnicos que salen por la puerta de atrás luego de hacer negociaciones que para el hincha son indignantes (Recordemos aquel: «No me voy hasta que el club esté matemáticamente eliminado»), aparte de coleccionar derrotas y eliminaciones en el campo deportivo.

Nuestro equipo -gracias a la actual administración- está en proceso de romper varios récords. Somos, junto a 2 o 3 otros clubes, los únicos en NO haber jugado una final desde que se inició el torneo actual que corona un campeón cada seis meses. Sumamos 21 años sin pegar una estrella en el escudo. La lista de jugadores que llegan y se van por semestre es de las más elevadas dentro de los equipos del torneo colombiano. Y la ganadora es -sin lugar a dudas- la cifra exorbitante a la que asciende la deuda del club. Tampoco tengo miedo a equivocarme al decir que Millonarios, hoy por hoy, es el equipo en el torneo colombiano que más hinchas ha decepcionado y cuya hinchada -en un gran número- está en huelga de asistencia al estadio y apoyo al equipo.

Los responsables de toda esta debacle -volvemos a repetirlo- son los directivos. El señor presidente Juan Carlos López, el señor «Director técnico-accionista-dirigente» Luis Augusto García, los señores Rendón, Robledo y Reyes. Si los comparamos con los dirigentes que les precedieron podemos decir que ambos fueron igual de ineficientes en el campo deportivo, igualando sus logros por la parte más baja: cero títulos, una o dos participaciones en una Copa Internacional (digamos, en 10 años de gestión) y pare de contar.

Pero en la parte administrativa es muy difícil igualar el récord de los actuales: 26 mil millones de pesos, sin contar que la finca del club ya no es propiedad de Millonarios al 100%. Hoy en día solamente se posee un porcentaje de la misma. Ése, el gran patrimonio que desde tiempos inmemorables se contaba como la salvación económica del club. Recuerdo que en 1990 se le dijo a la afición que tocaba vender a la «Gambeta» Estrada y a Rubén Darío Hernández para no tener que tocar la finca. ¿Quién hubiera pensado lo que venía?

He recibido varios correos en los que me piden que levante una voz de protesta. Que siente una posición respecto a la situación del club. Que me una a la famosa «huelga» de NO asistencia y NO apoyo al equipo. Que hable de los ejemplos exitosos de gestión del Barcelona de España, del Lyon de Francia o del Colo-Colo chileno. Todo eso es válido y, aunque hemos repetido varias veces que el tema de «apoyo o no apoyo» al equipo es y debe ser siempre un tema de libre elección, dejo clara mi posición de inconformidad y repudio hacia los dirigentes actuales. No me cabe duda que son los únicos responsables de la debacle económica y administrativa en la que se encuentra el club. Y consecuencia de ésto -¡y no al revés, como podría pensarse!, la paupérrima participación -durante 21 años consecutivos- en el terreno deportivo.

Aquí ya todos estamos cansados con la misma «repetición de la repetidera» cada seis meses, cada año, el mismo balance al término de cada torneo. Ellos, siguen tan campantes esperando ¿yo no sé qué? Tengo entendido que ha habido y existen personas o grupos interesados en comprarles esa deuda y hacerse cargo de esta enorme empresa. Con posibilidades de hacer dinero como ninguna otra empresa en nuestro país. Con un equipo ganador, por supuesto. Pero siempre volvemos al mismo interrogante: «¿Si los dueños no quieren vender, qué podemos hacer?»

El otro punto para tratar es la presencia de los inoperantes personajes de la DNE. Ellos también tienen gran parte de responsabilidad en este fracaso empresarial y deportivo. ¿Y quién les pide a ellos que rindan cuentas? ¿Donde están los balances de su gestión y su rol en la junta directiva del club? Igualmente se pregunta toda la hinchada: ¿cuál es el papel del señor Héctor Javier Céspedes? ¿Gerente deportivo? En cualquier club del mundo su cargo está directamente relacionado con las contrataciones de los jugadores. Si en Millonarios es así, este señor se tendría que haber ido hace mucho tiempo. Y si no es él, ¿entonces, a quién pedirle cuentas sobre todos los pésimos jugadores que han venido a Millonarios en los últimos años? La lista es demasiado pesada. Tan pesada como fue el andar de todos estos jugadores con la camiseta de Millonarios.

Este sábado se juega el clásico contra el rival de patio. No quiero incitar en este espacio a la No asistencia al estadio y al No apoyo al equipo. Los que quieran ir -como dice el dicho- ¡que vayan! Y los que no quieren hacerlo, también están en todo su derecho. Personalmente, así suene contradictorio con las palabras de protesta aquí expresadas, iré al estadio. Y seguiré viendo cada partido de Millonarios. Como también seguiré siendo crítico con la administración y la manera como están llevando a la debacle a nuestro equipo. Lo uno -es mi punto de vista- no impide lo otro. Y esa posición también es respetable.

¡Saludo Albiazul!

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