Cúcuta 0 – Millonarios 1

Por PanzaVidela

Con una
importante victoria fuera de casa, los dirigidos por Richard Páez recuperaron
los puntos perdidos hace 8 días en el debut frente al Huila. El partido tuvo
dos tiempos claramente definidos, en el primero Millonarios impuso condiciones
y se fue como justo vencedor al camerino, mientras en el segundo tiempo el Cúcuta
fue quien tuvo la iniciativa, el balón, y las opciones para empatar el juego.

Millonarios hizo
un muy buen primer tiempo, manejando el balón, dándole tránsito e imponiendo el
ritmo de juego, con un Mayer Candelo que asumió su papel de organizador y donde
Rafa Robayo se movía por todo el campo, siendo el socio de cada uno de sus compañeros.
Ortíz fue importante en la recuperación, mientras que Preciado por izquierda y
Toloza por derecha colaboraron en la generación de juego ofensivo, aunque fue
muy poco su aporte en las funciones de marca, especialmente en lo que refiere a
 Toloza.

Si bien
Millonarios fue amplio dominador de las acciones, se notó el desgaste de un
jugador como Robayo para suplir en labores de marca la ineficiencia de Toloza, por el sector derecho.  Y para el segundo tiempo el técnico del Cúcuta
Juan Carlos Díaz supo leer bien esta deficiencia en el funcionamiento de
Millonarios y corrigió el rumbo aprovechando el hueco que tenían los azules en
este sector.

Así fue que los
locales se fueron con todo en busca del empate y Millonarios adoleció de un
volante de marca que viniera a colaborar con Ortíz y Robayo. Este punto me
parece importante recalcarlo, porque durante la semana y antes del partido ya
lo habíamos advertido, que a la nómina que viajó a Cúcuta le faltaba un tercer
volante de marca. ¡Graves, porque ni siquiera en el banco lo teníamos!

Al minuto 61
Richard Páez saca al peor jugador de Millonarios, Edison Toloza (¡salvo el gol
de la victoria su rendimiento fue nulo hoy!) para meter un volante ofensivo
como Ervin González, cambio que en nada aportaba al problema que Millonarios tenía
en el campo.

Y cuando el Cúcuta
más cerca estaba del empate, Richard Páez metió un volante «mixto» como Tancredi
por Mayer Candelo, quien en estos dos juegos ha mostrado no estar al 100% físicamente. Si bien
Tancredi no es el volante de marca que necesitábamos, si aportó a esa altura
del partido un aire fresco y mayor peso en la contención. Y a
partir de ahí la presión del Cúcuta bajó un poco y Millonarios retomó un
segundo aire para los últimos 20 minutos.

En la etapa final
Millonarios tuvo 2 opciones claras para sentenciar el juego en jugadas de
contragolpe. En una, Carpintero se «comió» un gol solito frente al arquero motilón
y en otra acción Tancredi sacó un disparo de media distancia que se estrelló en
el horizontal. El Cúcuta también tuvo  opciones
claras en donde Delgado demostró –¡una vez más!- que es el arquero que necesitamos para ganar
puntos.

Como conclusiones
queda un sabor positivo del buen juego colectivo del equipo en la primera parte,
la misma impresión del juego pasado que necesitamos reforzar la primera línea de
volantes, y «la novedad» que dejará
perplejos a los lectores del blog: los serios problemas en definición.

Capítulo aparte
merece Rafa Robayo, de lejos la gran figura del partido. Sacó pulmones y «verraquera»
para multiplicarse en las funciones de marca y para salir desde atrás colaborando
en el ataque. Es el líder, el capitán, quien contagia a sus compañeros con la
actitud que todos queremos: entrega total por la camiseta.

Lo más importante
son los 3 puntos que nos permiten recuperar terreno perdido y mirar con
optimismo los partidos a venir. Hay muchos problemas que necesitan bastante
trabajo, pero es mejor corregirlos con la tranquilidad que da una victoria
importante en una plaza difícil como lo es la de Cúcuta.

Nuestro próximo rival
será el complicadísimo y actual campeón Once Caldas. La oportunidad perfecta
para revalidar en casa el triunfo obtenido en la tarde de hoy.

¡Saludo Albiazul!

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