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Por PanzaVidela

El partido fue
vibrante y emotivo de principio a fin.  Dos equipos con una idea clara, aunque
esquemas completamente diferentes. 
Millonarios salió con la misma actitud y propuesta ofensiva que le vimos
frente al Tolima -el miércoles pasado por Copa Postobón-.  El DIM planteó un esquema muy fuerte en
defensa, con doble línea de cuatro. Un equipo muy táctico y ordenado que
-además- buscó explotar en rápidos contragolpes la velocidad y contundencia de
sus hombres de ataque: «Champeta» Velásquez y Luis Fernando Mosquera.

Hay que reconocer
las virtudes del rival. No solamente fue el orden táctico y buen planteamiento
defensivo. Todo esto fue complementado con un excelente arquero: Breiner
Castillo. La gran figura del partido. Castillo salvó por lo menos 6 opciones
claras de gol y fue hombre fundamental en el valioso punto que se llevó el
Medellín.

Millonarios, como
lo reclamábamos los hinchas, salió con la misma actitud que le vimos el
miércoles pasado. Con un Omar Vásquez liderando el medio campo, asociándose con
Candelo y aportando la velocidad y movilidad que lo hacen tan importante.  A ésto, los dirigidos por Páez volvieron a
sumarle la proyección de los laterales con velocidad y sorpresa y la ya
conocida intención en la media distancia. Pero los minutos avanzaban y el gol
no llegaba, en parte por falta de claridad y contundencia en el último cuarto
de cancha y en parte -como ya lo dijimos- por culpa de Breiner Castillo.

Pero al minuto 28
fue el DIM -en un contragolpe fulminante de Castrillón- quien abrió el
marcador. Millonarios siguió atacando, creando opciones de gol, pero sin poder
celebrar.

Para el segundo tiempo
la tónica del partido no cambió mucho. Millos seguía llegando, aunque sin
contundencia en la «puntada» final. Al minuto 61 R
íchard Páez hizo su primer
cambio: sacó a Omar Vásquez por el uruguayo Tancredi. El cambio sorprendió a la
gran mayoría, pues Omar Vásquez era el más dinámico e incisivo jugador azul y
era quien movía los «hilos» en la mitad. A los 65 Preciado ingresó por Candelo
y Millonarios se quedó sin creador «neto», pero con la responsabilidad otorgada
a Tancredi y Preciado, esperando que ellos con la media distancia (Tancredi) y
la velocidad (Preciado) le dieran una nueva perspectiva al ataque azul. Y se la
dieron.

Y al minuto 66
ingresó el paraguayo Ibarrola (¡su debut con la azul embajadora!) por el
juvenil Eric Moreno, quien ya había hecho lo suyo y estaba cansado. Con los
nuevos jugadores en el campo Millos cambió su esquema para buscar el empate en
los minutos finales, buscando abrir la cancha con Preciado y Toloza abiertos, y
un número nueve que pudiera definir cualquiera de las opciones creadas. No se
puede juzgar al paraguayo por escasos 20 minutos, cuando aún no está a punto físicamente. Sin embargo, en las pocas jugadas en que se le vio, mostró buena ubicación y sentido de
gol. Habrá que darle el compás de espera que le hemos dado a otros en sus
mismas condiciones.   

El Millonarios de
los últimos minutos fue un equipo que con coraje y amor propio se fue con todo
por el gol. Con la llegada de atrás de Robayo y Tancredi buscando romper la resistencia
visitante. Robayo -¡de brillante partido!- tuvo al menos 3 opciones claras
antes del gol, pero el balón le «picaba» o simplemente no lograba controlarlo,
hasta que apareció la jugada del minuto 81, donde el bogotano en doble remate
logró -¡por fin!- vencer la resistencia de Castillo.

El balance final
deja un sinsabor por el empate cedido, pero futbolísticamente el equipo -¡desde
mi perspectiva!- volvió a tener un funcionamiento que se acerca a lo que todos
queremos ver.  Por supuesto que hay cosas por
mejorar (el tema de la velocidad en los centrales, especialmente Mera), pero en
líneas generales, el de ayer volvió a ser un equipo ofensivo, con actitud de ir
al ataque, con argumentos para crear opciones en el arco contrario, y con el
amor propio para entregarlo todo hasta el final. En la tarde de ayer todo eso
se hizo, pero al frente estaba un muy buen equipo, trabajado y ordenado, que además
cont
ó con un arquero inspirado. Y eso en el fútbol también es válido.

//

Agradeciéndole a
FritzFratz por la colaboración que copio a continuación, la invitación para
todos los foristas -¡una vez más!- a que respetemos el punto de vista ajeno,
expresemos nuestra percepción con argumentos, sin caer en las agresiones
personales.  Se trata simplemente de
compartir nuestra opinión sobre lo que vimos: un partido de fútbol.

Por FritzFratz

La OMAR dependencia

Tras el partido contra el Tolima con un equipo ordenado,
ajustado en sus líneas y con un Omar Vásquez punzante que le dio un giro
importante a la estructura azul, la esperanzas eran todas para este domingo
frente al DIM que salió, esperó y en un contragolpe con un estupendo pase al
vació que rompió la línea defensiva desnudó una vez más lo que todo el mundo en
Colombia sabe sobre la defensa azul. A Millonarios hay que esperarlo y en un
descuido atacarlo porque casi siempre, ese descuido termina en gol.

Hoy, a diferencia del partido del miércoles, volvió el fútbol
poco efectivo en ataque. Claro, Castillo fue la figura, pero en general sin
ideas y con mucha posesión del balón. Hoy Omar Vásquez estuvo apagado, salvo un
par de jugadas en el 1er tiempo y con esto bastó para que se perdiera la
brújula y se desordenara nuevamente la estructura azul, con un Robayo que ante
la ausencia de fútbol se volvió nuevamente jugador de ataque, metiendo mucha
gana, pero enredado a la hora de definir.

Claro, el gol fue gracias a su
pujanza e insistencia, pero hay que saber poner las cosas en la balanza y el
Sr. Páez tendrá que definir si Robayo juega adelante o sigue en el medio campo,
labor que ante la falta de profundidad en ataque, se convierte en permanente
invitación a empujar al equipo descuidando y dejando el consabido hueco en el
medio campo, que una vez más se vio enorme en los últimos minutos del partido
cuando el DIM se acordó que para ganar hay que jugar hacia el frente y en un
par de jugadas sueltas casi cobra por ventanilla, nuevamente ante la falta de
marca en el medio campo.

Ni Candelo ni Omar Vásquez aparecieron en el partido de hoy.
Candelo lleva todo un semestre sin aparecer, entonces esto es llover sobre
mojado. Y ante la intermitencia de Vásquez, una vez más el equipo fue
desordenado, carente de ideas, y repetitivo en centros. Hasta que apareció el
gol del empate, más por la entrega de Robayo que por el fútbol generado por el
equipo. Hoy Omar Vásquez no brilló y con él se fue el poquito fútbol que
alcanzó a ilusionar a la hinchada que desde el miércoles esperaba una
repetición del fútbol contra el Tolima. No hubo tal y esa intrascendencia de
nuestros jugadores es difícil de entender cuando un día salen como figuras y a
los tres días siguientes pasan sin pena ni gloria. ¿A qué horas se les apaga el
interruptor de la regularidad?

El partido fue entretenido, y al final se salvó un empate a
punta de ganas, de huevos, de eso que ya le conocemos a este Millos de Páez que
lastimosamente sigue sin encontrar el fútbol y pareciera ser  que desde el miércoles fuera Omar dependiente.

¡Saludo Albiazul!

// La invitación
para todos a unirse a la cuenta de Twitter y compartir novedades y percepciones
sobre el azul embajador: @PanzaVidela

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