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Por PanzaVidela
“La corrupción es inherente al ser humano”, Guido Nule.
El hecho: El pasado sábado, en la segunda división del fútbol colombiano, el Unión Magdalena necesitaba la victoria para ir a la final del torneo en su deseo de regresar a la primera división. Anotó los 2 goles del triunfo en los últimos 5 minutos de reposición. El gol que encendió la polémica lo marcó en el minuto 90+6 ante una asombrosa pasividad de los jugadores del equipo Llaneros. ¡De no creer! Escándalo nacional.
Tan pronto terminó el partido entre el Unión Magdalena y el Llaneros Fútbol Club comenzó el escándalo sobre un “posible amaño”, una “evidente corrupción”, una “vergüenza nacional”. La indignación comenzaba a crecer a medida que los medios de comunicación daban a conocer los hechos, mientras que -en el camerino- los jugadores del Unión Magdalena celebraban el triunfo que los dejaba muy cerca de regresar a la máxima categoría.
Opinión personal 1 => Para quienes han tenido la oportunidad de leerme en mi cuenta de Twitter @PanzaVidela, saben sobre el aprecio que le tengo al Unión Magdalena. En mi recuerdo está el glorioso equipo de 1989, dirigido por Jorge Luis Pinto, que contaba con jugadores emblemáticos como el arquero Carlos Leonel Trucco; los defensas “huevito” Gil, Ceferino Peña y “el salvaje” Rojas; los mediocampistas Jorge Ramoa, Melquisedec Navarro y los delanteros Teddy Orozco y Felipe Nery Franco, entre otros. Fue un equipo que hizo historia. Estaba clasificado a las finales cuando se suspendió el torneo colombiano por actos de violencia.
Si pienso en ese equipo de 1989, así como en los recordados equipos del 2002 y del 2003, tomaría como una afrenta a la historia del club samario lo ocurrido el pasado sábado. Un irrespeto con los nobles valores que representa el Unión Magdalena. Si yo fuera hincha del “ciclón bananero” -o incluso directivo- no aceptaría la victoria del sábado en esas condiciones. Tanto hinchada como directivas, no solamente del Unión Magdalena, sino del fútbol colombiano en general, están en mora de rechazar el resultado de ese partido. Por su propia dignidad, por el respeto a sí mismos. Es el momento de sentar un precedente, de enviar un mensaje en contra de la corrupción.
Opinión personal 2 => Gran sorpresa me ha causado la indignación nacional que ha despertado esta situación, no porque la situación en sí no lo amerite, por supuesto que sí. Sin embargo, no es la primera vez (y no será la última) que se presenta un caso de corrupción en el fútbol. De los que más recuerdo está aquel partido del octogonal de 1988 entre Millos y Cúcuta, en donde los jugadores motilones simularon lesiones para terminar el partido antes del tiempo reglamentario. ¿La razón? Evitar la mayor cantidad de goles azules, en una final de campeonato en donde Millonarios y Nacional definieron el título por diferencia de goles. También recuerdo el famoso “cajón” de los jugadores de Millonarios en el 2007 para sacar al técnico Lasarte. Perdieron 2 partidos consecutivos (1-6 contra Quindío en Armenia y luego 0-3 contra Deportivo Pasto en Bogotá). Y para traer un recuerdo cercano, no deja de causar “sorpresa” y ¿por qué no? “indignación” las dos derrotas contra Uruguay (0-3) y contra Ecuador (6-1) de nuestra Selección Colombia para sacar al técnico Queiroz.
Los casos de corrupción en el fútbol son mucho más comunes de los que uno se pueda imaginar. Desde los grandes directivos de la FIFA (puedo recomendar el libro Tarjeta Roja, de Ken Bensinger) hasta llegar a los jugadores. Desde los más famosos clubes hasta los más modestos equipos de vereda. Vale recordar que los últimos 2 presidentes de la Federación Colombiana de Fútbol han estado envueltos en escándalos de corrupción. Es la razón por la que me causa especial sorpresa tanta “indignación”.
Más aún: la “indignación” de personajes del mundo de la política, el universo “rey” -si se quiere- en temas de corrupción. El presidente Iván Duque publicó en su cuenta de Twitter: “Lo ocurrido en el partido de ascenso a la Primera División del Fútbol Colombiano es una vergüenza nacional”. Cuando lo leí, pensé: “vergüenza nacional” es el escándalo de corrupción en el MinTIC y todo lo relacionado con la Señora Karen Abudinen. “Vergüenza nacional” son todos los escándalos de corrupción que diariamente sacan a la luz pública los medios de comunicación. “Vergüenza nacional” es que todos -o la inmensa mayoría de casos- quedan en la impunidad. Eso sí es una verdadera “vergüenza nacional”.
Para terminar con el tema del partido del Unión Magdalena, la Dimayor abrió una “investigación formal” sobre lo ocurrido. La sola expresión “investigación formal”, en un país como el nuestro, ya sabemos en qué termina. Mientras tanto, ya hay fecha y hora para el partido entre Unión Magdalena y Cortuluá para definir el campeón de la B.
Quizás han sido injustos con ambos equipos, lo correcto es esperar que se reúnan las pruebas si las hay o no, para emitir un juicio objetivo. En río revuelto todo el mundo trata de aprovechar y el Estado no ha sido la excepción tratando de mostrar una aplicación de justicia cuando todos sabemos que no es así. Todos somos inocentes hasta que jurídicamente no se demuestre lo contrario. Esperemos que las investigaciones avancen y luego si, podemos emitir juicios basados y valorados en la veracidad.
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