Han pasado cerca de dos semanas y aún se sienten los ríos de dignidad que recorrieron las calles del país en defensa de la educación. Con 57 movilizaciones en 37 días de paro los maestros lograron un acuerdo histórico, le mostraron a los colombianos que luchar sí sirve y que sin lugar a dudas, los profes pasaron el año. Con el acuerdo alcanzado gracias a la movilización, se garantizará en los colegios oficiales de forma gradual la implementación de tres años de educación preescolar, transición, jardín y prejardín, punto clave, pues el mayor desarrollo cerebral ocurre de los cero a los cinco años y llega a ser decisivo en la vida de una persona.
Se realizará una reforma estructural al Sistema General de Participaciones de manera mancomunada con Fecode, buscando garantizar mayores recursos para la educación, la salud y el saneamiento básico y con ello se continuará la nivelación salarial de los maestros. Por otro lado, los profesores recibirán una bonificación pedagógica, la cual se pagará una vez al año, y corresponderá al 6% de la asignación básica en el 2018, al 11% en el 2019 y del 15% a partir del 2020.
En cuanto a jornada única, hacia 1970, en el gobierno de Carlos Lleras Restrepo, se implantó la doble jornada, atentando contra la educación pública y sus estudiantes, quienes por esta razón reciben 30% menos de clase, es decir, se encuentran en franca desventaja frente a los estudiantes de colegios privados que ofrecen jornada continua.
Hoy existe un remedo de jornada única, sin alimentación adecuada, docentes ni infraestructura, sometiendo a los niños a jornadas extensas en condiciones de hambre y baja calidad. Con el acuerdo, en las instituciones donde está implementada se revisarán las condiciones en las que se desarrolla, y solo se mantendrá en aquellas que cuenten con condiciones adecuadas, con instalaciones, salones suficientes, alimentación con comida caliente en modalidad de almuerzo y recurso humano docente. Se proseguirá con su implementación en los colegios públicos, pero en la medida que se aseguren condiciones de calidad y bienestar.
Así mismo, se modifica la disposición sobre la asignación académica de los docentes en la jornada única, será semanalmente de 20 horas en preescolar, 25 horas en básica primaria y 22 horas en básica secundaria y media. Adicional a ello, se establece que la jornada laboral será continua y sin interrupción en la permanencia en un mismo día de trabajo.
Se creará una comisión tripartita, entre el Congreso de la República, el Ministerio de Educación y Fecode, donde se concertará un proyecto de ley sobre el Estatuto de la Profesión Docente, unificando de nuevo al magisterio. Por otro lado, se elimina la figura de docente líder de apoyo, figura creada para trabajar más horas de las correspondientes y se diferenciará únicamente entre docente de aula y docente orientador.
Respecto a los docentes orientadores, quienes hoy sus funciones toman carácter administrativo según la necesidad, en un término de 2 meses el Ministerio de Educación debe precisar sus funciones. En el mismo sentido, pasan de tener 8 a 6 horas mínimas de actividades definidas por el rector o director rural, un cambio determinante, dado que las características del cargo implican cumplir el tiempo laboral restante fuera del establecimiento educativo.
Son inmensos los logros del magisterio colombiano, resaltan la valiente labor de Fecode, sus correctos argumentos y las inmensas movilizaciones pacíficas y democráticas. Las calles de Colombia se llenaron de dignidad y le dijeron al gobierno de Santos: ¡La educación se respeta, carajo!
Twitter: @DiegoMPerezB
que vaina que siempre toque realizar un paro para que medidas que suenan casi elementales: salarios dignos, infraestructura digna, la reglamentación de la profesión, sean una realidad … para que vengan luego politiqueros de m****… como pastrana y uribe a tumbar esos logros… y otra vez a paro… que vaina…
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Excelente articulo!!
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