
La captura contra alias Jesús Santrich demuestra que el discurso de guerra de las FARC más que ser frases motivadoras para su camaradería son excusas para ganar dinero de manera ilícita y obtener beneficios por parte del Estado, una mezcla mortal.
El rojo simboliza todos los muertos que ha puesto el conflicto armado, muertos que no son realmente objetivos militares como lo dispone el derecho internacional humanitario, dentro de las víctimas se encuentran niños, asesinados y reclutados, aunque un miembro de la “comisión de la verdad” diga que en realidad nunca fueron reclutados si no que llegaban entusiasmados a la guerrilla y esta les hizo el “favor” de recibirlos.
Entre las victimas como ya lo mencioné aparte de militares está la población civil, los “oligarcas” personas que tenían una camioneta y por lo tanto debían dársela a la “revolución” secuestros, que después de pagar la extorsión devolvían el cuerpo sin vida de un “latifundista destrucción de oleoductos, violaciones a menores de edad (que quieren tratar como delito político), narcotráfico y otros vejámenes.
El blanco clandestino ha significado su verdadera motivación de alzarse en armas el dinero fácil que brinda el narcotráfico, si usted viola menores de edad, mata, secuestra y demás le puede ir muy mal, pero si hace esto y dice que es por la “revolución” irá al Senado de la República en su defecto a la Cámara de Representantes a ganar un sueldo mayor a los treinta millones de pesos, eso no suena tan mal.
Las FARC tuvieron algo que a pocos seres humanos se les da: Una segunda oportunidad, para reconciliarse, para pedir perdón, para defender sus ideas desde un puesto honorable, sin merecerlo por supuesto, pero esa era nada más la fachada, mientras daban discursos en contra de la corrupción y a favor de la justicia social seguían enviando droga por rutas del narcotráfico que jamás entregaron, las voces del NO en el plebiscito habían propuesto que antes de cualquier beneficio dieran todas las rutas del narcotráfico, les dijeron “enemigos de la paz”.
Una gran mentira que sigue los pasos revolucionarios son las supuestas disidencias, las mismas que bajo el mando de “el ciego” y “el paisa” enviaron 10 toneladas de droga en conjunto con el Cartel de Sinaloa a Estados Unidos, el presidente Santos nos dice que esta cumpliendo el acuerdo a rajatabla, pero no es tan cierto, este caso se ha dinamizado gracias a la justicia estadounidense, y de los otros casos también dependemos del Tío Sam para que avancen los procesos.
Con las disidencias las cuales siguen en un mando al parecer no tan atomizado, y estarían funcionando como un Plan B para los comandantes podrán seguir haciendo lo mismo que estaban haciendo o pasarse al ELN en cuanto mantengan el discurso de la “revolución” a futuro todo les será perdonado.
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