Por primera vez en Colombia la ciudadanía tiene los ojos puestos en el Congreso. Una ciudadanía con mucha información versus un Congreso con la indumentaria del “cambio” que ya empezó a caminar a ritmo burocrático.
Las emociones que predominan en Colombia ante la llegada del nuevo Congreso son el entusiasmo y el pesimismo. Un estudio de la consultora Toro Digital señaló tres grandes estructuras que condicionan el panorama de los legisladores dentro del ecosistema digital. Los hallazgos: varios puntos que los nuevos congresistas deben tener muy presente ante al alto grado de expectativas de quienes los eligieron, pues subestimar la paciencia de los ciudadanos o restarle importancia a la comprensión de la idea del cambio no es una opción, ya que actitudes como la intolerancia y la impaciencia se dispersan a toda velocidad.
En un primer escenario está la paz, tema que no da espera y resulta determinante para efectos de gobernabilidad de quienes llegaron al legislativo con esta bandera. Seguido, se encuentra lo económico con una reforma tributaria que sigue vigente y resulta controversial, pues su procedimiento es de grado quirúrgico; dependerá de la confianza ciudadana y la habilidad política y comunicativa para que sea aprobada. Por último, el estadio de lo político se muestra con la expectativa del paquete de reformas prometidas en campaña.
El termómetro de los partidos políticos en el mapa digital
El comportamiento de los usuarios digitales frente a los partidos políticos tiende a ir hacia dos grandes polos comunicacionales, que se traduce en una lucha de posicionamiento entre los más tradicionales y las colectividades progresistas. Más que un llamado a la unión es a la definición.Una situación coyuntural que hace difícil las terceras vías: “eres de derecha o eres de izquierda”. Posturas que resultan determinantes al momento de traer mayores réditos políticos. La consultora advierte que se observa a una izquierda que marca la agenda legislativa con un 43 % de la conversación total, donde los integrantes del Pacto Histórico profundizan en darle sentido al concepto del “cambio” en aras de la eficacia de los trámites legislativos. Mientras se evidencia a una derecha que vuelve a su rol opositor en cabeza del Centro Democrático, tratando de configurar nuevas fuerzas con un 28 % de la conversación total en redes sociales.
Existe un tercer bloque representado por el 29 % del volumen de conversación. Allí se observa a un Partido Conservador del que mucho se habla, pero con un 46 % de actitud negativa, un Partido Liberal presente en las decisiones de último momento y del que poco se fían con un sentimiento negativo del 61 %. Un Partido de La U que pretende volver al ruedo con mayor afinidad y que hasta el momento tiene un termómetro de humor social del 63 % neutral. Y finalmente, el Partido Comunes, el cual tiene la oportunidad de transformar el 56 % de reputación negativa y consolidarse más allá del estigma de representar a las “Farc”.
Sostener la idea del cambio para efectos de gobernabilidad
Los principales temas del Paro Nacional siguen vigentes y marcan la agenda que deja ver el pulso social con el que empieza este Congreso. La expectativa y el pesimismo de un cambio permanece dentro del estado emocional digital. Para los nuevos congresistas será vital tener clara la idea del cambio para estas generaciones, concepto asociado a la impaciencia por lograr objetivos de forma rápida. De esta manera, los electores trasladan la impaciencia al terreno político por medio de un condicional clave: si no les dan resultados inmediatos, pierden interés y la crítica se desborda. Será entonces decisivo el reto de sostener la idea del cambio durante todo el periodo de gobierno, ya que las campañas terminaron hace rato.
Twitter: andrea_pordios
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