Hoy el país está indignado por la muerte de Yuliana Andrea Samboní, una niña de tan solo 7 años, proveniente del Cauca y quien, fue encontrada muerta y con claras muestras de tortura y acceso carnal violento, por parte del Arquitecto “Rafael Uribe Noguera”, graduado en una de las universidades más importantes de Colombia, la Pontificia Universidad Javeriana, y quien estudió, en el prestigioso colegio Gimnasio Moderno, de una familia de la alta sociedad bogotana, quien luego de raptar a la fuerza a Yuliana la llevó a su apartamento ubicado en la localidad de Chapinero, para cometer el vil asesinato del cual aún no salimos del estupor, por la crueldad y planificación con la que fue cometido.
Sin embargo, causa mayor indignación el hecho de que la familia de Rafael Uribe Noguera, luego de haberse conocido el hecho, haya querido de manera inmoral y totalmente reprochable ocultarlo y obstaculizar la justicia llevándolo en la Clínica Navarra al no haber sido recibido en la Monserrat. Pero no era la primera vez que lo protegía su familia, ya que centenares de personas cercanas a la misma, mencionan que desde pequeño Uribe Noguera, daba muestras de conductas anómalas y antisociales, toda vez que hay varios episodios que son muestra de ello como hurtos, escándalos, excesos de droga y alcohol entre otros tantos, que anunciaban un perfil criminal pero este que nunca fue controlado.
Este caso, parece sacado de una película de terror, pero no es así. Tristemente, en Colombia más de 3.266 niños son víctimas de algún tipo de violencia, 1.224 fueron registrados en la capital y 20.526 en todo el país siendo una de las más altas de los últimos años (según cifras del ICBF 2016). Ello nos lleva a preguntarnos ¿qué tanto estamos permitiendo como sociedad este tipo de conductas? y ¿que tan efectivas, son las penas para sancionar estos delitos? para violadores, maltratadores y asesinos de nuestros niños, niñas y mujeres que son los principales expuestos a esta clase de individuos.
Cada vez es más común, escuchar esta clase de episodios cometidos contra la humanidad de mujeres y niñas y niños víctimas de una sociedad enferma y de individuos o como lo han llamado “monstruos” como Uribe Noguera que atentan de manera deliberada contra la vida de nuestros niños y niñas. Pero lo que es más grave, es que en Colombia aún no existen penas ejemplares y “Cadena Perpetua” para dichos violadores y asesinos tal como lo pedía la ex senadora Gilma Jiménez , fiel defensora de los derechos de los niños, que hoy día es defendida por su hija Johana Salamanca Jiménez, quien afirma que hay que tomarse decisiones drásticas por duras que parezcan ayudarían a prevenir asesinatos de niños y niñas, hijos no deseados, abandonados, explotados, abusados o maltratados” que son víctimas de dichos delitos. Esperamos que dicha propuesta se materialice en el congreso de la república en los próximos meses toda vez que el día de ayer varios senadores y representantes radicaron cuatro proyectos de ley, para exigir que se endurezcan las penas para aislar de manera definitiva a estos sujetos que constituyen un peligro para la sociedad.
Ante la ola de indignación que generó la muerte de Yuliana Andrea, miles de ciudadanos conmovidos con el dolor de sus familiares, se han volcado a las calles, a la plaza Lourdes y al lugar donde fue hallado el cuerpo de la menor para protestar, poner velas en su honor y gritar !Ni una más! , “Exigimos justicia” lo cual se vio, luego de que más de 200 personas enardecidas esperaraban a la salida de la clínica Navarra a Uribe Noguera para que fuera llevado ante la justicia.
Muchos se preguntarán que pasará con Uribe Noguera? Y cuantos años deberá pagar en prisión teniendo en cuenta, que la juez penal municipal 79 con función de control de garantías legalizó la captura y la Fiscalía le imputó los delitos de Feminicio, Acceso Carnal Violento, Secuestro Simple y Tortura, delitos por los que deberá responder tal, como lo afirma, el Abogado penalista Jaime Orlando Gallón Remolina, quien refiere que como se trata de un concurso heterogéneo de tipos penales entre ellos el Feminicidio, secuestro y acceso carnal violento con menor de 14 años y tortura, es viable que la pena privativa de la libertad que se le imponga en la sentencia condenatoria, se aproxime a los 60 años de prisión teniendo en cuenta que en estos casos no existe ninguna rebaja de pena, por haber sido el sujeto pasivo de la acción una menor de edad con todos los agravantes del caso.
Pedimos que en este caso se le aplique la sanción más drástica, una pena ejemplarizante y que el caso de Yuliana Andrea no sea uno más de aquella, en los que el dinero compra la conciencia de los funcionarios que administran justicia y queda en total impunidad.
Jennifer, indignarse cada vez que sucede esto ya perdió sentido. Las leyes existen y se captura a los criminales , falla el aparato judicial que permite que los términos se venzan, que tengan más garantías los victimarios que las víctimas. Ese es el reto para pasar de la entendible pero inútil indignación a tener sentencias efectivas.
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