1. Es que Colombia es el mejor vividero del mundo. En serio ¿nos seguimos creyendo esto? Por donde se mire, esto no es más que una patraña, ramplona y hasta atrevida con el idioma. La sola palabra “vividero” es de muy mal gusto. Desde niño la he escuchado y la he tratado de entender, porque esto se repite más que cualquier telenovela pasada de moda, y jamás he podido; no creo que un país que se diga “el mejor vividero del mundo” sea tan precario en cuanto a seguridad social, sistema educativo, salarios justos, transparencia en comicios políticos, respeto a un simple semáforo. Por favor, ya no más con esto.
2. Es que los colombianos buenos somos más. Otra patraña digna de enmarcar. Como lo dijo alguna vez Santiago Moure en aquel programa juvenil de los noventa “Lo mejor de Colombia es su gente y lo peor de Colombia también es su gente”. Basta solamente con ver cualquier noticiero, periódico o pasquín de a peso para darse cuenta de todo lo que pasa en este país, y no me refiero a lo que hacen los grupos al margen de la ley y el crimen organizado. A diario asistimos ante un compendio de atentados contra el sentido común, todo a partir de la mala costumbre de recostarnos a los demás que tenemos los colombianos; que hubo un muerto en una riña de taxistas a cruceta, que los hinchas del verde se enfrentaron a cuchillo con los hinchas del azul, que ganó la Selección Colombia y amanecieron nueve muertos. Si los buenos somos más ¿por qué tanto crimen ridículo? Es hora de reevaluar esta “máxima”.
3. Es que este país está atrasado por culpa de los políticos y el gobierno Sí, es cierto. Nuestra clase política nos ha entregado lagartos, micos, elefantes y otras especies con las que podríamos hacer un bestiario completo. Pero ya es hora, también, de bajarnos de esta nube. Los políticos han ayudado, pero usted, sí usted, colombiano promedio, ha puesto todo su empeño para que esto no funcione. Es culpable porque no se esfuerza por conocer sus derechos; es culpable porque, por desconocimiento de sus derechos, no respeta los de los demás; es culpable por querer sacar ventaja de todo y saltarse el orden (dicho de otro modo, DEJE DE COLARSE EN LAS FILAS). Deje de hablar carreta en clase y préstele atención al profesor; apague el celular en misa. Hágale caso a las normas mínimas de convivencia de cualquier espacio, llámese concierto, cena de gala, casa de familia, partido de fútbol; con que haga esto, mínimamente, esto mejora un poquito.
4. Es que yo no me la dejo montar de nadie. Esta sí es comidilla de todos los días. Estoy por declarar, a los cuatro vientos, que el colombiano promedio es ese típico estudiante cansón de clase que molesta a todo el mundo, pero cuando lo molestan se indigna al máximo. Por “no dejársela montar de nadie” es que el marido llega ebrio a pegarle a la esposa cuando le pide para el mercado; “por no dejársela montar de nadie” es que en el colegio no respetan ya a los profesores cuando le reclaman a los estudiantes; “por no dejársela montar de nadie” es que la niña bien que se la pasa de fiesta en fiesta trata mal al policía cuando la para manejando borracha, porque sabe que no le puede hacer nada. No, así no es, señores vecinos que ponen el equipo de sonido a todo volumen para competir por quién hace más ruido.
5. Es que (aquí el nombre de su equipo de fútbol, ídolo político, cantante, etc.) ¡Duélale a quién le duela! Una muletilla como ¡Duelale a quien le duela!, no denota más que la agresividad de alguien cuando habla. No hay poder argumentativo y cuando uno la escucha ya sabe para dónde va la conversación. Es la muletilla bandera del aficionado enceguecido, del recalcitrante seguidor de alguien; al mismo tiempo es la gota que derrama el vaso para desembocar en una pelea irreconciliable. Quien se llena la boca usando esta oración, generalmente cree que tiene la última palabra; en realidad, no sabe lo desastroso que suena.
Por supuesto que no me basé en ninguna estadística para elaborar este listado, ni mucho menos me puse a hacer una investigación sobre cuáles y cuántas son las sandeces que más repetimos a diario. Esto es lo que ve uno reflejado al caminar, leer o estar inmerso en esta atmósfera. La mejor forma de hacernos catarsis nosotros mismos, como colombianos, debe comenzar por decirnos nuestras propias verdades y aceptarlas. Si usted tiene otra de estas patrañas para agregar, pues no se aguante las ganas y hágalo, ¡duélale a quien le duela!
Si, y creo que la sexta y peor patraña es que en Colombia no se respeta la vida misma… Que te maten por un celular!!!! es lo más bajo y salvaje, exclusivo de un pueblo como el susodicho…
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Completamente de acuerdo. Una explicación mejor es imposible. Agregaría una sexta: El patriotismo barato. Se emocionan viendo a la selección por TV, pero enseguida salen a titar Maizena irespetando al que se atraviese,. Y dígame algo…. porque usted no sabe quien soy yo!!
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Que maravillosa radiografía de mi gente linda, mi gente bella…
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La más escabrosa es la del Fiscal y los políticos: «Preferimos a Iván Márquez en el Congreso y no echando bala».
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Es una; No!!!!!!! Mentira 5 (cinco) verdades. Aunque les duela a los colombianos, este es uno de los artículos más verdaderos que he leído en mucho tiempo. Es la viva radiografía de un país que vive engañado y en el que el gobierno desea que siga estándolo. En esa forma no nos damos cuenta de nada de lo que realmente sucede a nuestro alrededor. Te felicito por ser tan veraz y tan realista de la vida en Colombia. Aquí no queda de otra que largarse a la mayor brevedad posible. Y que nadie diga que somos desagradecidos, somos sobrevivientes que salieron y se montaron en los botes salvavidas, antes que este buque se hunda y se vaya a pique a gozar su felicidad entre la mier…da de las ballenas políticas en el fondo de esa cloaca llamada un país feliz.
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Oportuna su columna ¡¡¡ muy interesante opinión, y le falto la frase reina ¡¡¡¡ la madre de todas las expresiones del «average» colombiano: ¡¡¡¡ DAR PAPAYA ¡¡¡¡, dice el mugroso promedio: «si me dan papaya robo, me acuesto con la mujer del amigo, violo la ley, me apropio del erario público, etc.» según mi opinión en esa frase subyace el subdesarrollo y el atraso de esta nación mala, asesina, criminal, ramplona, camandulera e ignorante.
PD: la tierra colombiana, hablando del espacio geografico, biológico y natural … es asombroso ¡¡¡¡¡ pero ya lo feriaron los vivos bobos ….
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Por primera vez en mucho tiempo siento que no soy el único que opina así. qué buen artículo 🙂
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De acuerdo; permítame agregar una: la paz. Tal cual la estamos entendiendo, el pueblo se comió el cuento de Santos, cuando en realidad nos están metiendo el socialismo del siglo XXI.
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VIVO EN U.S. POR MAS DE 25 ANIOS Y SIEMPRE HE OBSERVADO ESE COMPORTAMIENTO QUE ACA SE MUESTRA Y LO PEOR ES QUE MUCHOS DE LOS NUESTROS VIENEN A PAISES COMO ESTE IMPORTANDO ESE MISMO TIPO DE CONDUCTA, CLARO QUE POR EJEMPLO, ACA NO PUEDEN HACERLO PUES ESTE ES UN PAIS MUY ORDENADO.
ANTONIO MURCIA, PUEDE INCLUIR EN ESAS PATRANAS, QUE LOS COLOMBIANOS PRESUMEN DE HABLAR EL MEJOR ESPANOL, MIRAN POR ENCIMA DEL HOMBRO A LOS DEMAS LATINOAMERICANOS Y POR SUPUESTO, SE UFANAN DE TENER EL HIMNO NACIONAL MAS BELLO DEL MUNDO. ME GUSTO SU BLOG.
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Me imagino que este Sr. ante tanto inconformismo que muestra por la sociedad colombiana debe vivir fuera del país, de lo contrario sería un tipo muy estúpido (Que estoy seguro que así es).
Que mas se puede esperar de un tipo que se hace apodar «El Sepulturero» y tiene la mirada escondida en la represión.
A este tipo solo lo conoce la mama y el tiempo… por que estoy seguro que amigos no tiene.
Señores, del tiempo por favor, que les pasa? como permiten publicar tremenda estupidez!
«Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro». Albert Einstein
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Antonio Estoy totalmente de acuerdo con usted !!! Eso y mucho más somos los colombianos !!! Vivimos de falacias y los medios las alimentan por su afán de lucro !!! Nos falta mucho para decir que somos civilizados !!! No respetamos ni las normas o comportamientos más elementales !!! No respetamos las cebras, no respetamos los semáforos con el cuento de que no hay agente de tránsito, no respetamos los andenes, ‘Yo parqueo donde me da la gana’,´No me importa hablar por celular mientras manejo y tranco una vía’, ‘Que los demás esperen’, ‘que coman mucha mier..’!!! No tenemos consideración con los demás, no nos importan como si la ciudad fuera de nosotros nada más !!! Eso somos y más !!!
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