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Daniela

Por: Daniela Mejia

Ahora resulta que el señor Presidente de Colombia, el mismo que no ha explicado con claridad las denuncias realizadas por el periodista Daniel Coronell acerca de los 12 millones de dólares provenientes del narcotráfico, que no supimos en manos de quien quedaron, si de JJ Rendón, Germán Chica, Juanpa o Comba, o si sería que hicieron una justa repartición. El mismo que no tuvo problema en abusar de su poder como Ministro de defensa para cobrarle cuentas personales al Contralmirante Arango Bacci,orquestando un vil montaje alrededor del nombre de este colombiano, para llevarlo a la cárcel injustamente, quién sabe porque. El mismo que ha intentado distinguir entre ciudadanos de primera y segunda categoría, asegurando que se para de la mesa de negociación el día que maten a alguien importante. Y el mismo que ganó las pasadas elecciones no sabemos si por la buena voluntad de los colombianos, que todavía creen en la PAZ de Santos, o por la buena voluntad del registrador. Ese mismo se reunió  con el honorable Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, el pasado 1 de agosto en la Heroíca, para hablar sobre el avance de los diálogos de paz en la Habana, entre otros temas.

Mejor dicho, como afirmó el que habla con los pájaros,  en su visita a Cartagena: “la paz en Colombia  nunca estuvo tan cerca “.Estamos hechos con estos garantes de paz: el señor Presidente de Colombia y el mandatario venezolano, quien me da la impresión  decidió nombrar como altos consejeros de la Presidencia a unos pichones que parece son quienes llevan las riendas de la economía de su país. Tarea que han desempeñado de una manera desastrosa. Pues como todos saben basta con mirar el desproporcionado incremento en los precios de este país, para ver cómo estos consejeros llevan la inflación por las nubes.

Pero bueno, supongamos que este señor Maduro y su grupo de asesores avícolas por lo menos tienen buenas intenciones y quieren sacar a su país adelante y que además tienen una gran vocación conciliadora, por lo que son indispensables para llevar a cabo el proceso de la Habana.

Pensemos entonces que para temas de finanzas economía y contabilidad,  no lo hacen muy bien y guardemos la esperanza de que al menos Maduro es un buen ser humano. Démosle la oportunidad y midámoslo con otra vara, la que no mide la eficiencia, la capacidad de ejecución, la inteligencia, la  preparación etc. sino que mide la parte humana: la compasión, la tolerancia, la honestidad, la voluntad…

Entonces empecemos por el lado de la compasión: lamento decir que  en esta materia el señor Maduro se raja. Porque desde que el encantador de pájaros está en el poder van cientos de jóvenes heridos y maltratados. En lo corrido del último año van 43 asesinados, 3.200 judicializados, 238 de ellos menores de edad, esto según cifras publicadas en EL TIEMPO, proporcionadas por manifestantes Venezolanos indignados, que se encontraban en las calles de Cartagena el día de la llegada  de nuestro garante de paz.

Cientos de venezolanos, entre ellos el líder político Leopoldo López, han sido maltratados, torturados y privados de su libertad  por pensar diferente al régimen de este señor y salir a protestar de manera pacífica pidiendo con coraje, amor de patria y una enorme valentía que les devuelvan la democracia, la libertad y las oportunidades que les han sido arrebatadas. Ósea que de tolerancia poco y de compasión no tiene la más mínima idea.

En el tema de la honestidad también le va mal a este personaje, veamos porque; para empezar es difícil creer que este señor que parece que hablara con un Maduro en la boca ,en realidad tenga el poder de comunicarse con unos pichones que le envían mensajes de parte del difunto comandante Hugo Chávez. Por otro lado, para nadie es un secreto, que la llegada al poder del sujeto en cuestión no pareció tener las garantías necesarias, para creer que la contienda haya sido limpia y que la mayoría del pueblo venezolano prefirió elegir como Presidente al encantador de pájaros en vez de a su contrincante, Enrique Capriles.

En conclusión, nuestro garante de paz no es ni el más brillante gobernante ni mucho menos el Mandela latinoamericano. Pero no se preocupen, que aunque Maduro no tenga méritos para actuar como garante de un proceso de paz serio tenemos a los negociadores: de un lado están  los arcángeles de las FARC, dedicados a actos altruistas hace más de 50 años,  y del otro lado a nuestro Presidente Juanpa, dedicado a imprimir papeles y diseñar prendedores, en forma de paloma hace más de 4 años. Por eso decía, que así como vamos, vamos bien, pero bien perdidos.

T.@Dmejiagiraldo

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