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Carlos Ossa

Por: Carlos Ossa

Son muchos los partidos que hoy en día están presentes en la cámara alta del congreso, el Senado de la República. Aunque bajo la ley y la costumbre les decimos partidos políticos, estos se deben caracterizar por la promoción de ideas políticas claras, algo de lo cual carecen por lo menos en Colombia.

Antes de la reforma política de 2003 existían alrededor de 93 “partidos políticos” en el congreso (Senado y Cámara de Representantes) después de la reforma llegaron a ser 12. Hoy son 16, pero, partido político es un decir, pues son una multitud de ideologías políticas tan diversas que no se entiende como están en el mismo partido. Un caso de esto es la senadora Viviane Morales del Partido Liberal. A los liberales esta senadora solo les sirve para aumentar el umbral y que más personas lleguen al Senado, pero no para ser candidata a la presidencia lo cual es mera conveniencia al final.

Uno de los requisitos que se preceptuó en la reforma política de 2003 es que para que un partido pudiera participar en el congreso debía tener como mínimo el 3% de los votos válidos de forma que garantice representatividad.

Al mismo tiempo los partidos deben elegir a los candidatos que mejor representan sus ideas. Esto se ha complicado con las listas abiertas o voto preferente en la cual los ciudadanos votan directamente por el candidato del partido, de modo que en medio de la competencia hace que importen más los personalismos que las propuestas. De hecho un senador no solo debe competir con los candidatos de otros partidos también debe competir con los de su propia casa, pero más aún con lo que se aprobó sobre las coaliciones para presentar listas conjuntas en Senado y Cámara, otro golpe más a las ideas políticas.

Estas coaliciones se crean según la necesidad de los congresistas para que los partidos pequeños sigan teniendo representación, todo suena que la propuesta fue de buena fe, no obstante, ya existen mecanismos para que lo sigan siendo e incluso se fortalezcan, mas bien esto afecta a los que no tienen ninguna representación.

Para los partidos “pequeños” la ley de coalición de listas al congreso no hace explicito que todos tengan que ser de oposición o se tenga que tener coherencia ideológica (si es que alguna vez existió) solo que tengan un pequeño porcentaje de sillas en el parlamento, de tal manera que no ayuda a la ideología y el congreso confirma una vez más que no representa a la sociedad y hace leyes para que los mismos se queden sin perder el umbral (amañando las reglas del umbral).

Se supone que los partidos (no coaliciones de estos) tengan representación de ideas y si esta coalición ayuda a que lleguen si es que son afines existe ya existe una salida: La fusión. Nada de eso importa, con darse de víctimas de las grandes “maquinarias” es más que suficiente,  si la gente no acepta esto se le llamara corrupto y a las listas que hagan estas trampas se les llamarán listas de la “decencia”, eso es manipular el lenguaje de peor manera que con el “todos y todas” adicionalmente el hecho que sean propuestos en coalición no obliga que dicha coalición se mantengan una vez elegidos, como es recurrente en el Honorable Congreso de la República gana la politiquería.

Twitter: @Carlossa_B

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