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La finalidad de este artículo solo es uno, que se informe sobre los grandes esfuerzos y compromisos que la Organización de Estados Americanos (OEA) ha puesto en el Proceso de Paz en Colombia desde el año 2004, con la creación de un organismo internacional que ha monitoreado y acompañado de manera ininterrumpida las políticas de paz del país esta es, la Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia. (MAPP – OEA, 2018).
El Jefe de Sección del Departamento de Sustentabilidad Democrática y Misiones Especiales de la OEA, Rodrigo Zubieta, de nacionalidad mexicana, ha trabajado desde hace 10 años en la planificación, desarrollo y coordinación de misiones especiales, programas, proyectos y actividades solicitadas por los Estados miembros y los cuerpos políticos de la OEA, como la MAPP y la Oficina de Buenos Oficios (Colombia-Ecuador). Zubieta ha sido enviado del Consejo Permanente y del Secretario General a las Misiones Especiales de Bolivia, Colombia, en el conflicto Colombia-Ecuador y Venezuela, y ha participado en distintas Misiones de Observación Electoral como analista político. (OEA , 2018) Desde el 2009 se ha enfocado en apoyar la coordinación de la Misión de Apoyo al Proceso de Paz (MAPP – OEA) siendo el punto de enlace entre la Misión con sede en Colombia y el punto de coordinación en Washington D.C.
Laura Amaya (LA): De acuerdo al mandato de la MAPP que versa sobre el acompañamiento a los territorios más afectados por el conflicto armado, me gustaría preguntarle ¿Cuál es este tipo de acompañamiento que se les brinda a las comunidades? y ¿Se ha contemplado algún mecanismo o estrategia para acompañar aquellos territorios que hoy han dejado las FARC?
Rodrigo Zubieta (RZ): Nuestro trabajo y nuestras funciones se limitan por un acuerdo entre el Gobierno de Colombia y nuestro mandato, el cual es nuestra hoja de ruta. El Estado a través de sus distintas instituciones nos ha pedido cosas concretas con respecto a la implementación de los Acuerdos. Una de estas es muy clara, el seguimiento a todos los conflictos sociales que se empiezan a presentar en los territorios más alejados al centro del país, identificando las nuevas demandas de la ciudadanía y la OEA a través de la MAPP se ha encargado de hacer ese seguimiento y monitoreo de riesgos y amenazas que se presentan justamente en los territorios que han dejado las FARC.
La Misión está haciendo lo posible por contribuir al Proceso con un acompañamiento de doble vía, es decir apoyamos a las instituciones de Colombia que intervienen en la política de Paz del Gobierno con nuestra asesoría, visiones e información y también a las víctimas. Este doble acompañamiento ha ayudado a la Misión hacer bien su trabajo, dado que se logró conectar algunas interacciones entre las poblaciones más alejadas y desprotegidas, con la institucionalidad. Al final ese es nuestro papel como Organismo Internacional, ¿Cómo juntar la oferta con la demanda? y creo que eso es clave, porque hacen falta muchos interlocutores a nivel medio en Colombia y creo que la MAPP contribuye bastante ahí.
LA: Mi segunda cuestión es referente a la serie de recomendaciones sobre denuncias y amenazas que emite la MAPP en sus informes, sin embargo desde su experiencia, ¿Qué políticas, herramientas legales o de información se podrían plantear para enfrentar el imperioso desafío de prevenir las muertes de líderes sociales y defensores de derechos humanos?
RZ: Una cosa que ha hecho la MAPP desde su constitución, es buscar ser una voz para aquellos líderes que están buscando la reivindicación y defensa de los derechos como la verdad, la justicia y la reparación. En la medida que hemos trabajado con estos líderes también tratamos que ese acompañamiento sirva como un blindaje para ellos, con la denuncia y el seguimiento de los casos por parte de la Misión.
Nosotros desde la MAPP no hemos dejado de insistir que es importante el esclarecimiento de todos estos hechos que se han ido presentando, sobretodo en estos últimos meses, pero más allá de la denuncia trabajamos muy de cerca con todas las instituciones del Estado y con Organismos Internacionales, para buscar y garantizar maneras de protección de las víctimas. Por ejemplo, trabajamos de la mano con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), entonces ellos desde su óptica de defensores también buscan presentar algunas iniciativas al Gobierno para lograr eso.
También la presencia de algunas fuerzas de seguridad y de la Unidad Nacional de Protección (UNP) son importantes en muchos de los casos, y el poner este tema sobre la mesa ayuda a visibilizar a las víctimas ante el anillo de protección. Obviamente hay mucho por hacer, hay un reto gigantesco todavía, pero poco a poco creo que la situación puede ir mejorando. La verdad yo soy optimista, en que justamente con este Acuerdo de Paz una vez que se vaya acercando más la institucionalidad a las comunidades, más territorios de paz vamos a ir teniendo en Colombia.
LA: Continuando, ¿La MAPP como contribuye en el proceso de reparación a las víctimas? teniendo en cuenta esa estrecha comunicación que usted menciona.
RZ: Yo creo que lo clave, y esto lo ha hecho la Misión es el acompañamiento a la víctima al entregarle las herramientas y el conocimiento que necesita, incluso a veces la misma víctima no sabe que lo es o no sabe cuáles son sus derechos. La MAPP ha contribuido bastante en ayudar y apoyar a estos líderes de agrupaciones de víctimas y de restitución de tierras, por ejemplo a saber cuáles son sus derechos, cómo funcionan los procesos internos de reparación, les damos acompañamiento en todo el proceso judicial.
Además a las instituciones colombianas, por ejemplo se les brindan capacitaciones a los fiscales para que estos tengan más elementos para construir un caso de reparación, también a los jueces que van a trabajar estos casos para que conozcan a fondo los criterios que establece la ley. Es decir, es un acompañamiento donde involucramos a todos los actores que intervienen para que puedan ellos articular y aplicar mejor los criterios para el aérea determinada, nunca sustituyendo las acciones o los deberes que tienen como Estado o las víctimas como reclamantes para hacerlo, pero si como un apoyo para que las cosas se muevan.
Yo veo a la MAPP como un pequeño motor que ayuda a aceitar todos los engrandes que ya están construidos para que empiecen a moverse y funcionar. Además de eso, en nuestros informes visibilizamos las cosas que han ido avanzando y señalamos también los retos donde creemos que hay algunos vacíos o dificultades que no avanzan.
Como lo decía Paula Gaviria (Consejera Presidencial para los Derechos Humanos de Colombia), el enfoque de este proceso tiene que ser directamente la restitución de las víctimas, ellos son el centro del proceso. Obviamente estas primeras fases de implementación están muy orientadas a construir las bases, pero al final de cuentas queremos una sociedad que termine reconciliándose. En este sentido la reparación es clave, y ahí si Colombia tendrá que poner los recursos necesarios y la estructura jurídica para poder lograrlo.
LA: Finalmente, ¿la MAPP se ha propuesto algunos objetivos o metas de apoyo en este nuevo proceso que se adelanta con el ELN en Ecuador?
RZ: La Misión está trabajando hace un tiempo en el tema, no solamente apoyando a la mesa de negociación por parte del Gobierno con información importante para construir los puntos de la agenda en Quito, sino también articulando muchos actores para que cuando se consoliden los puntos en la mesa llegue la representación de las víctimas y los involucrados en las decisiones, con la finalidad que todos tengan los elementos para que puedan tomar la mejor decisión en la construcción de la agenda. Creo que esos son temas de mucho trabajo, donde el objetivo es buscar como aterrizar en los territorios, para ello es indispensable tener claro en la mesa de negociación ¿Para qué se está negociando?, ¿Qué se está negociando? y ¿Cómo se está negociando? Entonces creo que ahí nuestro rol desde la MAPP ha sido muy importante.
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